AYAKO ROKKAKU. Sentir la pintura con el cuerpo

Ayako Rokkaku protagoniza la sección de arte de nuestro número SS25, dedicado a las estrellas que más brillan en cada uno de sus ámbitos artísticos:

¿Quién dice que hay que pasar por la escuela de arte para triunfar? Sí, tener en el currículum el sello de una institución reconocida puede ayudar, pero no lo es todo. Y si no que se lo pregunten a Ayako Rokkaku, la artista japonesa que se inició con tan solo algunas pinturas acrílicas y unos cartones reutilizados como soporte de su obra. Ni estudio tenía; se iba al parque para inspirarse y pintar descalza al aire libre, utilizando la yema de los dedos, lo que la acerca de una forma física, pero también emocional y visceral, a su propio arte.

Ahora bien, además de talento y tenacidad, un golpe de suerte siempre ayuda. En el caso de Rokkaku, fue ganar un premio en un evento organizado por el reconocidísimo Takashi Murakami (que acaba de relanzar su colección cápsula con Louis Vuitton, esa tan colorida y kawaii) a los veintitrés años. A partir de ahí, su éxito no ha hecho más que crecer. De hecho, entre sus últimos logros –y el motivo por el que hoy la tenemos en nuestras páginas– se encuentra la próxima exposición individual que presentará a partir de mayo en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Hoy entrevistamos a la artista sobre la importancia del espacio en el proceso creativo, ser autodidacta y sus futuros proyectos.

Ayako Rokkaku

Ayako Rokkaku: «Siempre intento que la energía positiva se perciba en mis obras»

Ayako, empezaste pintando en parques, donde te llevabas cartones y pintura acrílica. ¿Podrías resumirnos cómo te iniciaste en la pintura, especialmente en un espacio público como este?

Cuando empecé a pintar, conocí a gente que me habló de un lugar donde artistas y artesanos podían exponer y vender libremente sus obras (aunque ahora parece que ya no es tan libre como antes). Cuando lo visité, sentí que pintar al aire libre, descalza y experimentando el viento y la luz, era realmente agradable. En aquella época, no me interesaban mucho los lugares más formales, como las galerías, ni exponer solo obras terminadas. Además, como mi estilo y mis habilidades no estaban del todo establecidas, creo que estar al aire libre era una forma perfecta de divertirme y experimentar sin ataduras.

Imagino que ahora trabajas en un estudio, ¿no? Me gustaría saber si sientes que tu proceso creativo es diferente según el entorno en el que te encuentras.

He pintado en diversos lugares, como Tokio, los Países Bajos, Alemania y Portugal, y también he trabajado en residencias artísticas de corta duración. A día de hoy me inspiro en los colores y formas de los elementos tanto naturales como artificiales, propios de cada lugar. Cambiar de entorno me ayuda a refrescarme y a recibir nuevos estímulos, lo que me viene muy bien.

escultura de Ayako Rokkaku

¿Recuerdas la primera obra importante que vendiste, o una que te hiciera pensar, «estoy triunfando como artista»?

Cuando tenía veintitrés o veinticuatro años, fui una de las ganadoras de un premio en GEISAI, un evento organizado por Takashi Murakami en Japón. Después tuve la oportunidad de hacer una performance en directo y exponer mi obra en el stand de Kaikai Kiki en la feria de arte VOLTA Basel, Suiza.

Fue como si se abriera un mundo completamente nuevo. Empecé a pensar que quería mostrar mi trabajo en más lugares del mundo y hacer de la pintura una obra de arte.

Tu práctica es muy corporal. ¿Cómo dirías que lo físico influye en el resultado final de tus obras?

Para mí es muy importante sentir o experimentar la pintura con todo el cuerpo y sentir que es cómodo. Los trazos naturales de los brazos y las huellas de los dedos añaden una cualidad más humana y cruda a la obra, que puede parecer salvaje y tranquila a la vez.

¿Entrenas tu cuerpo para mejorar de alguna manera en particular tu técnica al pintar? ¿O haces algún ejercicio mientras pintas para conseguir resultados específicos?

Siempre me ha gustado caminar mucho y comer sano, y como mi cuerpo ha sido bastante fuerte, nunca antes le había prestado mucha atención. Sin embargo, como he empezado a sentirme más fatigada y a veces me duelen los hombros, hace un tiempo que intento hacer algo de ejercicio y, sobre todo, estiramientos.

studio de Ayako Rokkaku

Pintar con los dedos te ofrece una conexión profunda con tus obras, siento que te vincula a tus cuadros. ¿Alguna vez te ha sentado mal separarte de alguno? ¿Ha habido alguna obra en concreto que no quisieras exponer o incluso vender por este mismo motivo?

Hay algunas piezas, como las que se expondrán en el Museo Thyssen-Bornemisza, que me he quedado para mí. Siempre me da un poco de pena desprenderme de una pieza, pero como las creo como obras de arte, espero que acaben en manos de alguien a quien le gusten y aporten felicidad.

Como artista, ¿eres coleccionista de arte?

Como siempre me estoy moviendo y el espacio del que dispongo es limitado, no colecciono muchas obras de otros artistas. Sí que, cuando visito otros países, me gusta comprar objetos únicos, pequeños y bonitos, como libros ilustrados y juguetes.

Ver a una artista autodidacta ser tan exitosa resulta inspirador para aquellos que están empezando. Hoy en día, parece que tienes que salir de una escuela de arte prestigiosa (y carísima) para llamar la atención de las galerías, comisarios, etc. ¿Cuál es tu opinión sobre la educación artística y cómo consideras que afecta a las oportunidades de futuro?

Creo que estudiar historia del arte o técnicas en una escuela de arte, participar en presentaciones y debates, y recibir estímulos que no puedes conseguir por tu cuenta, además de entablar relaciones, son experiencias muy valiosas.

Sin embargo, yo prefiero trabajar a mi propio ritmo, construyendo poco a poco lo que quiero hacer y aprendiendo lo que me interesa cuando despierta mi curiosidad. Por eso adopté ese enfoque. No he pensado realmente en cómo puede influir en mi futuro el hecho de no haber asistido a la escuela de arte, o si influye a la hora de ser deseable para galerías y comisarios.

Cuadro de Ayako Rokkaku

Me he referido a ti como «exitosa» porque has expuesto en museos y galerías de todo el mundo y tus obras se venden muy bien. Pero, ¿qué es el éxito para ti?

Me siento muy afortunada por haber tenido la oportunidad de exponer mi obra en varios lugares y de que mucha gente haya disfrutado de mi arte. Estoy muy agradecida por el apoyo de quienes me rodean, pero no siento realmente que haya triunfado, y no tengo una meta específica en la que diría, «si logro esto, podré llamarlo éxito».

Siempre estoy centrada en la obra que tengo delante, en crear. La motivación para hacer obras aún mejores es lo que sigue impulsándome.

Hablando de exposiciones… Antes la has mencionado pero en mayo tendrás una individual en el prestigioso Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. ¿Cómo te preparas para un acontecimiento así?

Como creo que la mayoría de la gente verá mi obra por primera vez y a partir de eso me conocerá, me he centrado en crear una exposición que muestre una gran variedad de piezas, desde obras más antiguas a más nuevas, incluyendo, sobre todo, pintura pero también alguna escultura.

Una característica especial de esta exposición es un cuadro nuevo de grandes dimensiones inspirado en «El Paraíso» de Tintoretto, que forma parte de la colección Thyssen-Bornemisza, lo que lo convierte en un proyecto único y especial.

Tus cuadros son muy coloridos, energéticos y están llenos de vida. Los personajes kawaii o «cute» transmiten alegría, incluso ganas de vivir. ¿Es algo a lo que aspiras mientras pintas, transmitir eso?

Este es precisamente el objetivo que constituye una gran parte de mi enfoque. Las cosas bonitas aportan una sensación de paz y cariño y se convierten en un elemento para disfrutar de la vida.

Independientemente del tipo de cuadro que cree, siempre intento que esa energía positiva se perciba en la obra.

retrato de Ayako Rokkaku

Normalmente, nuestro estado de ánimo influye en lo que hacemos. Sin embargo, todas tus obras me transmiten esa alegría que mencionaba antes. Cuando estás triste o desganada, o tal vez distraída, ¿sientes que estas sensaciones influencian el resultado final de un cuadro?

Cuando me siento mal o deprimida, tiendo a centrarme en crear obras con una energía más brillante. Independientemente de mi estado de ánimo, intento que el cuadro no refleje una sola emoción, sino una mezcla de sentimientos diversos, a veces incluso opuestos.

Has hecho «live painting» en alguna exposición, permitiendo al público experimentar en primera persona tu proceso creativo. ¿Cómo es la experiencia de crear frente a una audiencia versus estar sola en el estudio?

Últimamente, cuando pinto sola, tiendo a pasar más tiempo experimentando y las capas se vuelven más complejas. Al pintar en vivo, con el tiempo limitado y la energía del lugar, puedo aprovechar las formas que surgen por casualidad, dejar pinceladas dinámicas e incorporar los colores que vi en ese sitio. Creo que el resultado acaba siendo una obra con una fuerte sensación de inmediatez y energía.

En tu exposición más reciente en König Seoul, hiciste una instalación tridimensional, lo que es nuevo para ti. ¿Qué tal la experiencia? ¿Te ves explorando más la escultura y la instalación en un futuro próximo?

Este ha sido mi primer acercamiento a crear una instalación tridimensional utilizando un espacio grande. Creo que conseguí hacer una pieza con una presencia bonita pero extraña y dinámica, con buena energía.

Disfruté al trabajar con materiales como el barro y el textil, que me han permitido expresar texturas y perspectivas, algo muy diferente a lo que me ocurre con las pinturas bidimensionales. Me gustaría seguir experimentando con este enfoque en el futuro, sí.

DESCUBRE TODOS LOS CONTENIDOS DE LA TEMPORADA AL COMPLETO EN NUESTRO NÚMERO DE PRIMAVERA-VERANO 2025. HAZTE CON ÉL AQUÍ O EN TU KIOSCO DE CONFIANZA

 

Texto: Arnau Salvadó @arnaumauvais

Imágenes: Cortesía de Ayako Rokkaku, KÖNIG GALERIE y Cristóbal Galicia Art Advisory

/

Mixed Up

/

Te puede interesar