«BABYGIRL» y sus dinámicas de poder: una fantasía reveladora

Halina Reijn explora la feminidad y las dinámicas de poder entre los géneros en «BabyGirl», un thriller erótico protagonizado por Nicole Kidman, Harris Dickinson y Antonio Banderas.

Primero tengo que decir que en cuanto me intentas convencer de que Antonio Banderas no pudo satisfacer a una mujer, pierdes todo tu realismo. Esto me lleva a pensar que la leyenda negra española sigue absolutamente viva y deberíamos ir todos a quejarnos en masa. Pero dejando esta vejación cultural aparte…

La tercera película como directora de Halina Reijin, tras «Instinct» (2019) y «Bodies Bodies Bodies» (2022), tiene mucho que ofrecer a un público específico (yo, desgraciadamente no parezco estar entre sus afortunados). A pesar de ello, debo reconocer ciertos atributos increíbles que sí tiene la película, o por lo menos uno: la siempre inefable Nicole Kidman.

Crítica de «BabyGirl» (2024)

Hacía tiempo que no la veía fundirse tan completamente con un personaje para dejarnos a todos boquiabiertos. Desde el principio, Kidman captura tu atención como si te apuntara con una pistola. Su actuación te deja cautivado, incómodo y en tensión. No puedes apartar los ojos de ella, lo cual ya es un testimonio de su calidad como actriz, porque, francamente, no recuerdo haber detestado tanto a un personaje en años.

La trama se desenvuelve alrededor de Romy (Nicole Kidman), una mujer poderosa a cargo de una gran empresa de tecnología en Nueva York, con una familia aparentemente perfecta. Tiene un marido, Jacob (el gran Antonio Banderas, que roba cada escena en la que aparece), aparentemente perfecto. Y es que la película se preocupa explícitamente de recordarte lo gran marido que es; cariñoso, preocupado, emocionalmente brillante y, en partes, estúpidamente comprensivo. Lo que, paradójicamente, hace que ella quiera engañarle.

Fotograma de Babygirl

Romy, a pesar de tener tantísimo poder en su vida profesional, necesita sentirse «menor» que su pareja o, si no, se verá incapacitada para respetarle. Así, encuentra en otro hombre a alguien dispuesto a faltarle al respeto y dominarla, tanto sexualmente como en la vida diaria, y eso le fascina.

Este conflicto interno se establece desde la primera metáfora de la película: el encuentro con un perro callejero. Jacob la salva del ataque del animal ofreciéndole una galleta; poco después, será ella quien termine comiendo de su mano.

Sin entrar en juicios, la película parece insinuar que cuanto más poderosa sea una mujer, más necesitará ser controlada para sentirse completa. Y ahí queda Jacob, sufriendo por tratarla como a una igual.

BabyGirl 2024

Aparte de este manejo de la tesis la película tiene, como era de esperar, una muy buena fotografía del cinematógrafo Jasper Wolf, quien ya había mostrado su talento en películas como «Monos» (2019). La cámara de Wolf sabe cómo capturar la frialdad opresiva de los espacios corporativos y el calor seguro de las escenas familiares, creando un contraste perfecto en el que desarrollar las tensiones morales de Romy y sus dinámicas con los dos hombres en su vida, subrayando la dualidad de su carácter: una mujer atrapada entre el control y el deseo de cederlo.

Nicole Kidman en BabyGirl

Como ya he aludido, me encanta Antonio Banderas en esta película, desarrollando un papel complejo y añadiendo un contrapunto perfecto como el esposo traicionado pero comprensivo, cuya ternura y empatía chocan con los deseos oscuros de su mujer. Aunque su papel no tiene la complejidad de Romy, Banderas consigue hacer que Jacob sea más que un mero «hombre perfecto», dotándolo de pequeñas inseguridades y un dolor genuino que lo hacen humano y creíble.

«BabyGirl» es una película que va a dividir a su audiencia (en cierto sentido resulta inevitable). Su ambición y estilo visual pueden atraer a un público dispuesto a pasar por alto sus pretensiones temáticas, pero para otros, como en mi caso, puede resultar frustrante y hasta irritante. Es una obra que se siente atrapada entre querer ser un thriller psicológico y un comentario social, pero que termina no satisfaciendo completamente en ninguna de estas áreas.

BabyGirl película, crítica

Podría recomendarla, pues me parece importante tener películas que desafíen (e incluso ofendan) el status quo actual. El arte debe, en cierta medida hacerte cuestionar tus creencias, y cuando lo consigue (como esta película) solo puedo aplaudirlo. Solo que me gustaría que eso se hubiera conseguido hacer alrededor de una trama algo mejor conseguida, con un personaje algo menos odioso…

1.5/5

 

Adrián Sánchez

Imágenes: Fotogramas oficiales de la película

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