BERNARDA nos abre las puertas de su casero universo creativo, para dejarnos conocer un poco más de cerca «Algú vol un flam?», su último trabajo discográfico.
Bernarda presenta «Algú vol un flam?». Imagen de: @neelastica
Bernarda presenta «Algú vol un flam?». Imagen de: @neelastica
BERNARDA nos abre las puertas de su casero universo creativo, para dejarnos conocer un poco más de cerca «Algú vol un flam?», su último trabajo discográfico.
A medio camino entre el pop más crudo y el R&B, unido con una manera de hacer música desde dentro, no solo de su casa, sino también de él mismo, BERNARDA se posiciona como una de las propuestas más interesantes de la nueva escena musical emergente española.
Con un estilo completamente innovador, el catalán nos demuestra que realmente la sencillez musical, cuando nace desde la verdad, es capaz de transmitir de todo. Hoy en VANIDAD hablamos con él sobre su su nuevo proyecto «Algú vol un flam?», sus procesos creativos y cómo es compaginar la vida de artista con la de cocinero.
He pasado mucho tiempo pensando qué era lo que quería, más que componiendo. Pensando en las bandas que siempre me han marcado, la música que siempre ha estado conmigo… y he querido acercarme todo lo que he podido a eso. Ser lo más yo posible sin mirar a la industria. Hasta el momento, había sacado «Mi Amor por Ti», y esto está saliendo años después. La verdad es que he estado algo mal emocionalmente por temas personales en los últimos años, me he sentido inseguro y he estado buscando un poco el camino de mi.
Durante este tiempo, primero empecé a grabar con Manu, que es con quien hice «Mi Amor por Ti», y que es muy amigo mío, y estuvimos grabando unos 10 temas que terminé desestimando porque no cuadraban con cómo me sentía y con lo que quería. Esto hizo que se me alargara más el hecho de sacar algo, así que me volví a meter en mí mismo y a intentar encontrar un sonido que me representara más.
Creo que con «Algú vol un flam?» lo he conseguido, y creo que por eso, por el momento, es el trabajo más sincero que he hecho. Es lo que me ha ayudado a atreverme a coger las riendas de mi proyecto: hacer lo que siempre he querido sin tener en cuenta lo que a la industria le interesa ahora mismo, aunque realmente nunca lo he tenido mucho en cuenta.
En Indonesia, Julia me grabó el clip de «Duele» en un barco que cogimos para ir a ver una isla, y hay alguna frase en el álbum referente a algún sentimiento que nace de la distancia entre los dos, pero la mayoría del disco no tiene nada que ver con ese viaje, casi todo lo he escrito un poco antes.
Son sentimientos que he tenido y tengo a lo largo de estos años de mi vida. De hecho, hay alguna letra que tenía empezada desde hace como cuatro años. Realmente, lo de Indonesia fue como un chute de vitaminas. Me sirvió mucho para ir evadiéndomelo un poco de la sensación de soledad que tenía aquí en Barcelona. El viaje me ayudó a parar, pensar, reflexionar, coger fuerzas y decir let’s go for this.
Sobre eso, estoy muy feliz la verdad. Para mí, autoproducirme es una meta que siempre me ha costado mucho tirar por temas de inseguridad. Siempre he dudado muchísimo y me ha costado decirme a mí mismo que lo que he hecho está guay tal y como es. Llevo haciendo música desde muy pequeño, pero ahora es cuando ya he decidido hacer las cosas 100% como yo las quiero, aunque sean menos comerciales.
Estoy muy contento en cuando a sentimiento, es la primera vez en mi vida que tengo 8 canciones que suenan como quería y que he hecho en su totalidad en casa. Hay pocos adornos para mantener el hecho de que sea íntimo, sin mucha producción, que sea como lo más real posible. Me gusta que la música sea cruda, y quería jugar con los elementos que tengo con mi banda sin sobreexplotar las canciones.
Me cansó de mí rápido, así que más vale hacer temas cortitos. No sabría decirte, me gustan los temas cortos. También hago canciones con pocos cambios, y creo que si fueran más largos entraría en bucle.
«Sadboy en bicicleta» o «Multa de tráfico», por ejemplo, podrían ser una canción entera, pero me gustaba la idea de que terminara una y empezara la otra. Los temas cortos me gustan, pero también me gustan los que son muy largos. Cuando tenga la capacidad, creo que podré trabajar 9 minutos en una pieza…
Quedar con amigos, ir a tomar unas cervezas y, cuando soy capaz de tener ánimos, voy al pueblo. Ahí es donde más desconecto, pero lo hago muy poco. Me cuesta evadirme de la ciudad y desconectar la cabeza de la imaginación, de pensar en canciones, en música… Yo trabajo media jornada, entonces me organizo para hacer medio día de música y también de deporte. Los meses antes de la salida del disco estaba más apretado, pero el resto, tengo tiempo de sobra. Además, los videos que hago yo son muy improvisados, como momentums que aparecen, y los hacemos en móvil (no requieren mucho más que eso).
En relación a los dos mundos, a nivel laboral realmente no hay ninguna relación. Ambos son cosas artesanas que se hacen con las manos y que depende de cómo lo vivas tienen un punto creativo, pero el mundo de la restauración es muy distinto al de la música, al menos aquí en España. O por lo menos así es lo he experimentado yo.
Depende del momento vital en el que esté, para mí no hay una más difícil que la otra.
Mira, el día del concierto de Barcelona, por ejemplo, trabajé en el restaurante por el día, y a las 16h me fui. Llegué con la banda, hicimos la prueba de sonido, tomamos unas cervezas y empezamos a tocar. Luego recogimos, tomamos algunas cervezas más, vimos el clásico que ganó el Barcelona, cogí la bici, volví a casa y el domingo a trabajar en el restaurante.
En general nos lo pasamos bien, siempre intentamos conectar con la gente que viene a vernos… Para mí es una vida muy agradable la de ir a tocar.
Ahora mismo estoy trabajando de repostero en el restaurante de un amigo, y el postre más guapo que tenemos es un flan. Además, soy muy amigo de Pepe Gay –que es el director de fotografía de «Casa en Llamas» y también trabajó en «El Madrileño» de C. Tangana– y quiso hacer una pseudo-ficción de mi vida, como el cocinero que hace flanes y el músico frustrado en el piso.
Para convencer a los lectores, creo que «Algú vol un flam?» es distinto a lo que aquí nacionalmente hay. Si hay un interés en encontrar algo diferenre, es una pieza buena para escucharse, es rápido y las letras las he hecho con el corazón, lo cual si te paras a escucharlo igual te gusta.
Hay una cosa que a mí me lleva persiguiendo toda la vida, que es hacer música y «Algú vol un flam?» es un paso bastante bueno para BERNARDA. Si me quitas el perjuicio de que no soy un top artist de Barcelona y te lo escuchas, creo que está bastante guapo.
Lucía Cubelos @luciacubelos
Imágenes: Cortesía de @neelastica
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