CHANEL SS25 HAUTE COUTURE. La renovación sin fin de la Maison
El desfile de Alta Costura de Chanel conmemora los 110 años de la Maison. Imagen: Cortesía de la firma.
Chanel nos sumerge en un viaje atemporal con su desfile de Alta Costura para la Primavera-Verano 2025, donde la tradición y la innovación danzan en un ciclo infinito de elegancia. Entre tejidos que narran historias y siluetas que juegan con la luz del día y la sombra de la noche, la Maison celebra 110 años con una colección que reinventa, sorprende y fascina a partes iguales. ¿Lista para adentrarte en ella?
La casa de lujo francesa celebró ayer su desfile de Haute Couture para la Primavera-Verano 2025 en el icónico Grand Palais de París, pero lo que pudimos vislumbrar no fue solo una presentación de moda, sino una declaración de historia y savoir-faire.
Y es que se cumplen 110 años desde que Gabrielle Chanel, fundadora de la firma que lleva su nombre, abrió su primer taller de Alta Costura, por lo que el propósito de esta colección no era otro que rendir homenaje a su legado revolucionario. A través de bordados exquisitos, siluetas etéreas y una paleta de colores refinada, Chanel reafirmó su identidad mientras reinterpretaba códigos clásicos con un aire vanguardista. Desde los icónicos trajes de tweed hasta los vestidos de ensueño adornados con perlas y lentejuelas, la colección reflejó la artesanía impecable que distingue a la Maison.
Aún sin la presencia de Matthiew Blazy en la dirección creativa después de la marcha de Virginie Viard, el Estudio de Creación de la firma fue el encargado de evocar en cada prenda el espíritu visionario de Mademoiselle Chanel, celebrando la elegancia atemporal y la innovación en cada puntada.
Un escenario y un front row de lujo
El Grand Palais, con su espectacular cúpula de cristal, acero y hormigón, se transformó en un espacio inspirado en la idea del movimiento infinito. Willo Perron, el diseñador franco-canadiense, fue el escenógrafo encargado del evento que, para la ocasión, diseñó una pasarela con la icónica doble C de CHANEL, simbolizando la infinita renovación de la maison.
Hasta allí se desplazaron grandes personalidades del mundo del entretenimiento y la moda –algunas hasta ahora nunca vistas entre las invitadas habituales a los desfiles de la firma francesa–, como la actriz Lily-Rose Depp. A ella se unieron rostros como el icono de los 90 Pamela Anderson, la empresaria, modelo e it-girl Kylie Jenner o la cantante Dua Lipa, todas vestidas con piezas exclusivas de la firma.
Del día a la noche
Lo pudimos ver entre las invitadas y también entre los distintos looks que configuraban la colección, la cual siguió un ciclo cromático que evocaba las distintas fases del día, desde la luz suave del amanecer hasta la profundidad de la noche. Los blancos y tonos pastel marcaron el inicio, dando paso a colores vibrantes que, gradualmente, se oscurecieron con matices de azul noche y negro, color sumamente importante para la Casa. Todo para reflejar la gran paleta de colores que Gabrielle Chanel trabajó durante sus años al frente de la Maison. Y es que como ella misma había sentenciado en una ocasión: «La comodidad tiene formas. El amor tiene colores».
Entre las piezas más destacadas vimos trajes de tweed (icónicos de la marca) en tonos amarillos o blanco y negro con pintados y bordados, un vestido lila con delicados pliegues y un bordado similar a las flores de camelia (símbolo de la firma desde sus inicios), pero también un abrigo rosa anaranjado sobre un vestido de jacquard morado, un traje color mimosa con volantes rosa pálido, una larga capa abullonada azul cielo y un vestido blanco con una larga cola con el que, sin duda, nos casaríamos (además de manera literal).
Estas siluetas vibrantes capturaron la esencia de la renovación constante que define la Alta Costura de Chanel desde hace 110 años, jugando con el virtuosismo de las proporciones, los bordados, los volantes y plisados y expresando la sofisticación técnica y de materiales que compone su savoir-faire.
Asimismo, los clásicos zapatos de tiras que acompañaban todos los atuendos seguían la misma lógica. Planos o con tacón, sus colores iban del azul cielo y el violeta al blanco y el crema, creando contrastes alegres mediante choques cromáticos y otros detalles exquisitos, como los característicos botones joya (ahora convertidos en lunas, soles y flores de camelia), que enriquecieron cada prenda con el sublime encanto de CHANEL, convirtiendo cada diseño en una auténtica pieza de coleccionista.
La herencia de un savoir-faire inigualable
Días antes del desfile, en los ateliers del 31 de la Rue Cambon de París, modelos, embajadoras y artesanos de la maison reflexionaban sobre la esencia de la Alta Costura de CHANEL: un savoir-faire transmitido de generación en generación, basado en la paciencia, la excelencia y un estilo atemporal en constante evolución. La firma sigue siendo, hoy en día, la casa de Alta Costura más antigua en activo, y este desfile reafirmó su posición como un referente indiscutible en la moda.
Chanel Alta Costura SS25 no solo fue un homenaje a su historia, sino también una muestra de su capacidad para reinventarse sin perder su esencia. Un desfile que, sin duda, dejará huella en la historia de la firma, pero también de esta industria.
Y a ti, ¿qué te ha parecido el último desfile de la Maison?