«Comedian», el significado detrás de esta obra de arte

¿Puede un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva valer millones de dólares y cambiar nuestra percepción sobre el arte? «Comedian» de Maurizio Cattelan no solo responde con un sí rotundo, sino que, además, todo el desarrollo de esta obra nos invita a replantearnos qué es el arte, qué valor le damos a los objetos cotidianos y cómo funciona el mercado.

Desde su presentación en 2019, «Comedian», de Maurizio Cattelan, se ha convertido en un fenómeno mediático que ha desatado debates sobre el sentido del arte contemporáneo y la capacidad de lo mundano para generar un significado. Pero… ¿puede un plátano convertirse en un símbolo cultural?

«Comedian», de Maurizio Cattelan, o la banana más cara del mundo

Si nos fijamos, a lo largo de la historia, esta humilde fruta ha aparecido en el arte de maneras inesperadas, desde su representación ocasional en bodegones barrocos hasta su reinterpretación en el arte conceptual. Sin embargo, el primer gran momento en el que esta fruta alcanzó relevancia en la cultura popular fue en 1967, cuando Andy Warhol diseñó la icónica portada del disco «The Velvet Underground & Nico». Este plátano interactivo, que podía ser «pelado» para revelar un interior rosa, encapsuló la esencia de la cultura de los años 60: irreverente, provocadora y ambigua. 

Portada creada por Andy Warhol para el disco «The Velvet Underground & Nico», (1967)
Portada creada por Andy Warhol para el disco «The Velvet Underground & Nico», (1967)

 

Y es que más allá de ser un diseño gráfico llamativo, la obra de Warhol, a día de hoy, sigue siendo una reflexión sobre el consumo, la sexualidad y el poder del arte pop para dar la vuelta a lo cotidiano. Así, con este simple gesto, el plátano dejó de ser solo una fruta para convertirse en un símbolo deliciosamente cargado de capas de significado. 

Ahora bien, si Warhol demostró que un plátano podía ser algo más que comida para la sociedad contemporánea, Cattelan ha llevado esta idea al límite, convirtiendo esta fruta en el epicentro de uno de los mayores debates artísticos de nuestro tiempo. En 2019, «Comedian» irrumpió en la feria Art Basel Miami Beach, donde el –ya reconocible por todos– plátano adherido a una pared con cinta adhesiva gris se ofreció por 120.000 dólares. A primera vista, la obra parecía una broma, pero precisamente en su aparente simplicidad se escondía un comentario mordaz sobre el mercado del arte y nuestra obsesión por atribuir valor a lo banal. La instalación no solo incluía un plátano, también un certificado de autenticidad y un manual de instrucciones para sustituir la fruta periódicamente (por razones obvias), convirtiendo la obra en una reflexión sobre lo efímero, el significado y la percepción.  

Asimismo, el verdadero giro vino cuando otro de los artistas expositores de la feria, David Datuna, realizó ese mismo año una performance titulada «Artista hambriento», en la que se comió el plátano original ante una multitud de espectadores, cayendo automáticamente en la trampa de Cattelan. ¿Por qué? Porque este acto (registrado en video, por si quieres echarle un vistazo) aumentó la atención mediática hacia «Comedian», elevando la obra a un nivel aún más conceptual. ¿Era la acción de Datuna una obra en sí misma? ¿Se había comido 120.000 dólares? ¿Había destruido o reinterpretado la pieza de Cattelan? ¿Qué queda del arte cuando el objeto principal desaparece? La controversia puso en evidencia que el arte no solo reside en el objeto, sino en las conversaciones y experiencias que genera.  

«Artista hambriento», David Datuna (2019)
«Artista hambriento», David Datuna (2019)

 

En medio de estas discusiones, otro incidente insólito tuvo lugar en mayo de 2023 en el Museo de Arte Leeum en Seúl. Noh Hyun-soo, un estudiante surcoreano, se comió el plátano expuesto alegando que tenía hambre. Y, aunque el museo no tomó acciones legales contra él, el gesto se convirtió en un fenómeno viral subrayando, una vez más, el carácter efímero de la obra. 

Parecía que la historia de «Comedian» no daba para más hasta que, hace apenas dos semanas, la obra fue subastada en Sotheby’s por 6,2 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord. El comprador, Justin Sun, un magnate de las criptomonedas, anunció que planeaba comerse la banana como parte de una nueva performance, reforzando la idea de que este plátano es mucho más que un objeto en nuestra sociedad.

Sun ha justificado su compra y la comida posterior de esta afirmando que «Comedian» es un puente entre el arte, los memes y la cultura actual, señalando su importancia como símbolo de nuestra era. Así que, la nueva pregunta es: ¿los memes son arte? Dejamos que iniciéis el debate. 

Justin Sun durante la compra de «Comedian»
Justin Sun durante la compra de «Comedian»

 

Aunque estamos seguros de que la historia de esta obra dará mucho más que hablar, a día de hoy solo hay una cosa clara: «Comedian» es mucho más que un plátano pegado a una pared. Es una sátira sobre el mercado del arte, un comentario sobre la fugacidad de lo material y un espejo que nos devuelve nuestra obsesión por la fama y la provocación. Como dijo Cattelan, su obra no es una broma, sino una invitación a reflexionar y es evidente que ese objetivo ya está más que cumplido.

Sofía Villar: @sofiavillarb

Imágenes: Cortesía de los artistas y YouTube

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