De la But al Movistar Arena: PACO AMOROSO y CA7RIEL prenden fuego a Madrid

Ca7riel y Paco Amoroso resucitaron el concepto de espectáculo con un directo que fue más un ritual que una presentación. Músculos, fuego, gritos y una mezcla explosiva de géneros con sello argentino. Lo del Movistar Arena no fue solo un «sold out», fue una declaración de poder: el de dos artistas que ya no caben en los márgenes de nada.

Anoche no hubo tregua… Lo que se vivió en el Movistar Arena de Madrid fue más una combustión colectiva que un concierto al uso. Y es que, si hace seis meses Ca7riel y Paco Amoroso apenas cabían en la Sala But, ahora revientan el venue más ambicioso de la capital con un sold out que grita, sin complejos, que los argentinos están escribiendo la historia del nuevo espectáculo latino.

Paco Amoroso y Ca7riel

Fuego, sudor y papota: CA7RIEL y PACO AMOROSO conquistan el Movistar Arena

La cosa ya estaba caldeada en la pista, con un público que parecía haberse puesto de acuerdo para coordinar el dress code oficial: la mitad llevaba el icónico gorro furry azul de su actuación en el Tiny Desk; la otra, su reciente colaboración con Bershka.

De repente, lo que parecían ser las cabezas gigantes de los artistas comenzaron a inflarse en el escenario. La banda tocaba la base de «DUMBAI», pero pronto frenaron en seco para dejar que el Arena se inundara con la verdadera banda sonora del inicio del concierto: los gritos de unos fans completamente desatados. ¡Y ahí estaban! Entre llamaradas, Paco y Ca7riel aparecieron en escena, enfundados en sus trajes de músculos falsos y quietos como estatuas, como si de dos action men modernos se tratase.

Tras lo que se sintieron como diez minutos de ovación ininterrumpida, la pareja tomó asiento y, ahora sí, «DUMBAI» dio el pistoletazo de salida al concierto, seguida de «BABY GANGSTA». Desde ahí, no hubo vuelta atrás.

Un show donde el fuego fue literal y la sensualidad, una religión. Ca7riel se marcó un solo de guitarra con la destreza de un rockero de escuela, mientras Paco acompañaba con una pandereta y, por supuesto, el instrumento más potente de todos: su voz rota y aguda, tan cruda como característica.

concierto Paco y Ca7riel en Madrid

Pero no estaban solos… A sus coristas bien podríamos llamarles también bailarinas, porque no pararon ni un segundo de darlo todo. Y es que, por supuesto, Paco y Ca7o no serían lo que son sin su banda de músicos prodigiosos, quienes ya tienen una imagen tan reconocible como los propios cantantes. ¡Ah! ¿Y cómo olvidarnos del equipo de culturistas que completaban el delirio escénico?

Desde lo musical, el concierto fue una clase magistral de fusión y versatilidad. Se movieron entre géneros sin freno ni complejos: del rap al rock, del reguetón al techno, con paradas en el funk, el pop e incluso momentos de psicodelia ruidosa. Cada transición era una apuesta por lo inesperado, pero sin perder jamás la cohesión ni la intensidad. La base electrónica que precedió al ya clásico «SHEESH» convirtió el recinto en una rave de madrugada. En resumen, fue ese tipo de show donde los géneros importan menos que la energía. Y de eso, iban sobrados.

Paco y Ca7o en Madrid

Nos fuimos de viaje entre los temas de «BAÑO MARÍA» y «PAPOTA», sin olvidar sus primeras composiciones y algunos de sus éxitos en solitario, que se ganaron momentos propios de protagonismo. El equilibrio entre lo colectivo y lo individual también fue parte del encanto de la noche.

Por supuesto, no faltaron los toques de humor ni la complicidad con el público. A grito de «¡¿Dónde están mis p*tas?!» hicieron que todos los que estábamos allí gritáramos lo suficiente como para que se nos escuchara en Buenos Aires. También hubo regalos disparados a punta de pistola: merch que volaba de un lado a otro del recinto, dejando a algunos como los más afortunados de la noche.

concierto de Paco y Ca7riel

Y es que «la que puede, puede» y sí, Ulises Guerriero y Catriel Guerreiro pueden con todo. Con los géneros, con los formatos, con los estereotipos… Conocen el lenguaje de la industria y se adueñan de él, lo retuercen, lo hackean y lo devuelven en forma de espectáculo, ironía y emoción. Llevan lo experimental al terreno mainstream sin perder ni un gramo de identidad.

Algo nos quedó claro anoche, y es que Ca7riel y Paco Amoroso no son el futuro del show: son el presente absoluto. Si no estuviste allí, lo siento. Te lo perdiste.

 

Texto: Lulu Callejas @lulu.callejas

Imágenes: @manupasik

Agradecimientos a @958.wip

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