Las joyas de Tiffany & Co. en «Frankenstein» de Guillermo del Toro (2025).
Lujo, monstruos y redención: el nuevo «Frankenstein» de Guillermo del Toro demuestra que el terror también puede ser bello (y caro). Tiffany & Co. se cuela en su universo gótico con 27 joyas que hacen brillar el mito de Mary Shelley como nunca antes.
Tras su paso triunfal por el Festival de Venecia 2025, donde «Frankenstein» recibió una ovación de trece minutos, Guillermo del Toro demuestra, una vez más, que el horror puede ser bello. En esta reinterpretación del clásico libro de Mary Shelley, la monstruosidad se convierte en poesía, y el cuerpo, en un territorio de creación y culpa.
Protagonizada por Jacob Elordi, Mia Goth, Oscar Isaac y Christoph Waltz, la película combina la oscuridad romántica del siglo XIX con la sensibilidad contemporánea que caracteriza a Del Toro. Pero entre el vapor de los laboratorios y el resplandor de la electricidad, hay un elemento que roba discretamente la atención del espectador: las joyas de Tiffany & Co.
Sí, el monstruo más famoso de la literatura renace rodeado de más de 20 millones de euros. ¿El resultado? 27 piezas entre collares, anillos, broches, pulseras y un reloj de bolsillo que no solo acompañan al vestuario diseñado por Kate Hawley, sino que amplifica la dimensión simbólica de cada personaje.
El estreno mundial de «Frankenstein» ha marcado también el inicio de una colaboración histórica: por primera vez en casi dos siglos, Tiffany & Co. ha abierto sus archivos para formar parte de una producción cinematográfica. La legendaria Casa neoyorquina —símbolo de elegancia desde 1837— ha encontrado en la estética romántica y melancólica de Guillermo del Toro un territorio para desplegar su propio lenguaje visual.
La unión no se ha limitado a la pantalla. Tiffany ha celebrado el lanzamiento con una exposición inmersiva en su flagship de la Quinta Avenida, The Landmark, donde cada vitrina ha reinterpretado escenas de la película: el laboratorio de Víctor Frankenstein, la ventana iluminada del castillo, los ecos de una tormenta…
La instalación, diseñada junto al propio Guillermo, ha integrado iluminación teatral, música de Alexandre Desplat y animaciones digitales. Una experiencia multisensorial que ha convertido a la joyería en escenario, y a la joya, en personaje.
Guillermo del Toro nunca deja nada al azar. En su universo visual —del azul verdoso de «La forma del agua» al dorado crepuscular de «El callejón de las almas perdidas»—, todos los objetos que integra, tienen alma. Y en «Frankenstein», las joyas son mucho más que decoración: son metáforas de poder, herencia y redención. Cada una parece contener un secreto que atraviesa a los personajes.
En una de las primeras escenas, Elizabeth (Mia Goth) aparece con un collar de zafiros y diamantes. Su brillo frío acompaña los tonos azulados de la fotografía, como si presintiera el destino helado del personaje.
Charles Dance, en el papel de Leopold Frankenstein, lleva un reloj de bolsillo de plata grabada. En la película, el reloj se convierte en un símbolo del tiempo perdido, heredado de generación en generación, que finalmente acompaña al protagonista en su descenso hacia la locura.
«El cine de Del Toro siempre transforma lo material en espiritual», señalaba Christopher Young, vicepresidente y director creativo de Patrimonio Tiffany durante la inauguración de la exposición. «Las joyas no solo embellecen: narran. Son una capa más del guion.»
Ese diálogo entre lujo y relato se traduce en una estética que fusiona lo gótico y lo contemporáneo. Las piezas resplandecen bajo una luz tenue, casi espectral, en medio de escenarios de piedra, vapor y electricidad. Su brillo es el hilo invisible que une el mito literario de Shelley con la sensibilidad moderna del cine de Del Toro.
«Frankenstein» ya está en cines (por tiempo limitado), pero llegará a Netflix el 7 de noviembre. Si aún no la has visto, corre en cuanto la saquen en streaming. ¡Necesitamos comentar tus joyas favoritas de Tiffany & Co. de la película!
Sofía Villar: @sofiavillarb
Imágenes: Fotogramas oficiales de la película y cortesía de Tiffany & Co.
