Louis Vuitton presenta su colección Resort 2026 en Avignon. Imagen: Cortesía de Louis Vuitton
La casa francesa ha escogido el lugar más histórico de la ciudad de Avingnon para presentar su colección Resort 2026, y en Vanidad te contamos todos y cada uno de los detalles.
Oficialmente, hemos entrado en la época de los desfiles Resort, esa temporada intermedia pensada en un principio para aquellos clientes más adinerados que andaban en busca de looks que lucir en los viajes que realizaban a destinos cálidos durante el invierno, y que ahora se ha convertido en una de las fechas más señaladas en el calendario de muchos amantes de la moda.
Y es que, a pesar de no estar dentro del calendario oficial de la industria, en este tipo de desfiles suele ser donde más presencia de la mente del diseñador podemos ver. El director creativo tiene la veda de la libertad creativa mucho más abierta a la hora de escoger ubicación y contar una historia que siempre ha querido relatar. Y eso es precisamente lo que ha hecho Nicolas Ghesquière con la colección (y el consecuente desfile) Crucero 2026 de Louis Vuitton, demostrando, una vez más, su exquisita capacidad para crear relaciones que pueden llegar a parecer incongruentes a ojos de desconocidos.
¿Quién si no podría haber incluido perfectamente unos hot pants en una colección inspirada en un lugar que fue residencia Papal?
Hace unos 25 años, Ghesquière hizo un viaje a la ciudad francesa de Avignon, reconocida por haber sido la residencia papal oficial en el siglo XIV, cuando un periodo de inestabilidad en Roma había convertido la que era y es actualmente la residencia del Papa en un entorno poco seguro para el liderazgo de la Iglesia.
Durante ese periodo, los líderes eclesiásticos se alojaron en el Palacio de los Papas, un lugar que se convirtió en uno de los edificios góticos más grandes e importantes de Europa, algo que le ha llevado incluso a ser considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este lugar cautivó tanto a Ghesquière en aquel viaje, que 25 años después le ha inspirado para crear un universo Vuitton a su alrededor, concretamente, para la colección Crucero 2026.
Entre los muros de esta fortaleza gótica, han emergido trajes que estructuralmente nos pueden recordar a aquellas armaduras del medievo, adornadas con tejidos tintados en una gama cromática que emulaba las ricas tonalidades que se pueden apreciar en los frescos de los techos del Palacio, creando una sinergia perfecta con ellos y dando la impresión de que prácticamente van a juego.
Túnicas reinventadas o capas y chaquetas estructuradas fueron algunas de las protagonistas de esta nueva propuesta de Ghesquière, todas ellas adornadas con bordados brillantes, metalizados y una selección de accesorios que van desde nuevas versiones del icónico bolso Alma de la firma hasta botas peep toe que parecen inspiradas en los zapatos de las guerreras medievales de las películas.
Toda esta medievalidad se ha visto presentada en una especie de evolución: el paso de los looks ha emulado lo que ha sido también el paso del tiempo, y es que según iba avanzando la pasarela, podíamos ir descifrando cada vez más toques contemporáneos.
Además de los hot pants decorados con esos estampados metálicos que son una mezcla entre lo étnico y esas ricas pinturas de las que hablábamos, nos encontramos blusas de seda con movimiento, jerséis y conjuntos de punto, matching sets de ante, e incluso algún que otro cut out.
Como dijo Ghesquière refiriéndose a la colección, «se trata de la armadura de las mujeres para la vida cotidiana» ¡y no podemos estar más de acuerdo!
Y si hablamos de los accesorios, una mención especial que no podemos pasar por alto es a la colaboración realizada junto a Thomas Roger, un reconocido maderista de Alsacia, cuyos trabajos hechos con piezas de madera cautivaron tanto a Ghesquière, que decidió trabajar con él para algunos de los bolsos que acompañaban los looks del desfile.
¡Oh! Y se nos olvidaba. Si has visto el video del desfile, te habrás dado cuenta de que había asientos libres… Esto no quiere decir que no haya habido invitados, de hecho, rostros tan conocidos como Cate Blanchett, Chloë Grace Moretz o la recién llegada de Cannes Emma Stone, se acercaron a Avignon para disfrutar de esta presentación, pero estaban sentadas en lo que normalmente suele ser el escenario del tan famoso Festival de Avignon…
El festival se celebra cada año en la ciudad, acogiendo multitudinarios espectáculos de teatro y danza en el mítico Palacio de los Papas, al que, esta vez, Es Devlin, escenógrafa a cargo del diseño del desfile, ha querido darle un pequeño giro, situando al público desde el punto de vista del que normalmente es el escenario.
Con todo esto, podemos resumir esta colección Crucero como una re-escritura de la historia medieval desde una mirada mucho más vanguardista, la de una mujer Vuitton a la que no solo le gusta viajar por el mundo, también por el tiempo.
Lucía Cubelos @luciacubelos
Imágenes: Cortesía de Louis Vuitton
