Al fin del mundo con Dorian
la famosa banda catalana Dorian acaba de lanzar "Justicia universal", su quinto álbum de estudio y uno de los más reflexivos e intensos de su carrera...
Después de conseguir mantenerse en el candelero durante toda una década, la famosa banda catalana Dorian acaba de lanzar Justicia universal, su quinto álbum de estudio y uno de los más reflexivos e intensos de su carrera. Hablamos con Marc Gili y Belly Hernández, vocalista y teclista del grupo respectivamente.
¿Cómo afrontáis el lanzamiento del nuevo álbum? ¿Nerviosos?
Estamos muy ilusionados porque este es el primer disco de Dorian que se publica simultáneamente en varios países el mismo día, entre ellos Estados Unidos y por supuesto Latinoamérica y España; así que muy ilusionados. Es un reto que en plena edad del hundimiento de la industria discográfica hayamos hecho esto desde la independencia. Tenemos muchas ganas de girar y de que la gente escuche en directo el nuevo material.
¿Cómo ha sido el proceso de composición y grabación?
En este álbum justamente ha sido muy interesante todo el proceso. Hemos usado muchas técnicas de producción de música electrónica, pluggins y demás, por un lado; es decir, tecnología musical, pero también ha habido muchas horas de estudio. Hemos juntado los dos mundos en uno y creo que el sonido final del álbum es un fiel reflejo de ello. Con Justicia universal volvemos a la electrónica y nos acercamos a la pista de baile.
¿Qué historia hay detrás de “Justicia universal”?
Justicia universal es un álbum que dedicamos a la gente que se siente desarraigada. A lo largo de todo el disco, quienes lo escuchen de cabo a rabo lo verán, circula una galería de personajes que no acaban de encajar en el molde que la sociedad considera normal. También hemos querido hablar de asuntos que nos preocupan: de que aunque cada vez vivamos en ciudades más pobladas, estamos muy aislados, por ejemplo.
Influencias musicales
Nosotros escuchamos música de todo tipo. Haciendo el álbum escuchamos mucho Starboy, the The Weeknd; pop electrónico actual, desde trap a música de baile pura y dura; y también clásicos de la Nueva Ola de principios de los 80. El álbum es un tanto oscuro y desasosegado pero al mismo tiempo muy bailable.
¿Qué encontrarán vuestros fans este verano en los festivales y conciertos que daréis?
Pues vamos a meter bastante material nuevo, pero como somos conscientes de que en los festivales este verano la gente todavía estará descubriendo el álbum, por supuesto habrá mucho del clásico repertorio de Dorian.
En cuanto a escenografía, vamos a dar un paso hacia delante importante, una inversión potente, porque realmente tenemos muchas ganas de que la gente se meta en el espectáculo. Escenográficamente va a ser la gira más potente que hemos hecho jamás.
Lleváis en activo desde 2004, que se dice pronto. ¿Qué sentís al escuchar vuestros primeros temas? Algunos de ellos ya son himnos generacionales
Es curiosa la sensación que tienes escuchando temas antiguos en diferentes etapas de tu vida. Nos sentimos orgullosos, la verdad. Vemos defectos, claro, cosas que ahora haríamos de otra manera, pero también vemos el amor y el empeño que pusimos en cada tema.
¿Cómo veis el panorama indie actual? ¿Creéis que ha cambiado mucho desde que vosotros empezasteis?
En España el panorama ha cambiado mucho desde que empezamos. Antes decías que tenias un grupo indie y eras casi un apestado. Eso ha cambiado radicalmente en los últimos diez quince años. La música indie española ha pegado un subidón enorme a nivel popularidad y en estos momentos tenemos una escena muy sólida y profesional. Hay gente muy interesante haciendo cosas muy distintas.
Y, ¿cómo ha cambiado Dorian en todo este tiempo?
Dorian sobre todo se ha profesionalizado. Cuando arrancamos éramos unos chavalines; no teníamos conocimientos de producción, en directo hacíamos un poco lo que podíamos… En Dorian hay muchos años de trabajo, y espíritu de superación.