Érase una vez la televisión en el País de las Maravillas
Primero fueron los vampiros, luego los zombis, y ahora los cuentos de hadas. El año pasado se estrenó en la cadena ABC la serie “Once Upon a Time”, que presentaba a personajes tan populares como Blancanieves o la Cenicienta perdidos en el mundo real y sin saber de dónde procedían. A la vez, la NBC lanzaba su serie “Grimm”, no tan inocente como la anterior, y que cuenta la historia de un detective luchando contra criaturas nada amistosas.
Pero, dejando atrás a los hermanos Grimm, ahora le toca el turno al cuento de Lewis Carol “Alicia en el País de las Maravillas”. Son dos los proyectos que se encuentran en la actualidad desarrollando las cadenas NBC y The CW sobre la historia de la niña que se cae por la madriguera.
La serie de NBC, “Wonderland”, se presenta como secuela del libro de Lewis Carroll. Siete años después del viaje de Alicia al país de las maravillas, ésta se ha convertido en su nueva y malvada reina. Un nuevo personaje, Clara, será la encargada de poner orden y derrotar a Alicia. Se trata de una vuelta de tuerca al cuento ideada por Whit Anderson, que hace un tiempo intentó hacer lo mismo con "Buffy".
Por su parte, la cadena The CW prepara “Wunderland”, tal cual. Y pretende ser una adaptación al presente de la historia de Alicia. El guión, por encargo, correrá a manos de Chad Hodge, creador de la ya enterrada “The Playboy Club”.
Precisamente The CW estrenó esta semana “Beauty and The Beast”. Otra serie más que se inspira en el mundo de los relatos de fantasía. Con moraleja o no, el drama está protagonizado por Kristin Kreuk (Smallville), y una bestia que no es tal, sino que es el actor Jay Ryan, más bien bello. Por el momento, no ha calado mucho entre la crítica norteamericana.
Cuando parece que todas las cadenas se esfuerzan por cuadrar en su parrilla una serie musical –es el caso de "Glee" en Fox, "Smash" en NBC y "Nashville" en ABC-, los productores nos sorprenden con el siguiente paso preparado. Pronto costará distinguir entre un canal de otro. Por cierto, la fiebre llegará a España.
Por Andrés G. Menéndez