A estos navarros les gustan los animales, viven en el monte y usan instrumentos exóticos como bandurrias y mandolinas. Y sin embargo, no son una banda más de neofolk facilón: la contundente base rítmica de su debut, "The War of the Species", los acerca más a los postulados del postpunk. Hablamos con Helen y Guille de música, de la vida, de hamburguesas y de chaquetas de cuero.
Apenas lleváis un año y ya habéis compartido cartel con bandas como The Raveonettes o The Horrors y habéis salido en los conciertos de Radio 3 de La 2.
Helen: Es cierto que el festival de Donosti, donde tocamos con esas bandas, ha sido lo mejor que hemos tenido, pero no siempre ha sido así. El otro día en Torrelavega tocamos ante cuatro gatos y me gritaron “¡Cállate!” desde una ventana cuando hacíamos la prueba de sonido.
Ya, ya, pero incluso rechazasteis una oferta publicitaria de cierta cadena de hamburguesas… Helen: Eso fue una putada. Cuando firmamos con Origami [su discográfica], medio en coña, les dijimos que McDonalds y el PP son las dos única instituciones a las que nunca cederíamos nuestras canciones. Y justo va McDonalds y nos invita a participar en un concurso para meter una canción en su campaña estadounidense. Guille: Era bastante pasta y nos venía muy bien porque no andamos sobrados, pero rechazamos participar. ¿Sois muy activistas? Guille: No, a ver, en nuestra casa tenemos varios gatos y eso nos sensibiliza frente a los animales. Soy socio de Greenpeace y vegetariano, pero no por convicción ideológica. Soy así porque me sale. Helen. Aun así, otra vez nos la jugaron. Pidieron una canción nuestra para una campaña de la firma de ropa Bloomingdale´s, y luego nos enteramos de que era para anunciar una cazadora de cuero. Y lo cobrasteis. Helen: El dinero que ganamos con eso lo donamos a una organización de Madrid que acoge a animales de granja maltratados. Pensamos: si esta cazadora se ha hecho con piel de vaca, que el dinero revierta en vacas. Todo eso suena muy folk Guille: suelen compararnos con grupos folk, pero venimos de una escena claramente punk. Yo antes tocaba la batería en Antigua & Barbuda. Helen: Nos comparan a menudo con Los Campesinos! Y Arcade Fire, y nos gustan, pero no tenemos nada que ver con ellos. Guille cuida que nuestra base rítmica sea siempre muy potente, eso nos diferencia. Empezasteis componiendo los dos en casa por casualidad, pero ahora sois una banda numerosa en el escenario. ¿Hay vida más allá de Helen y Guille? Guille: Nuestros comienzos fueron casi jugando, los dos en casa con el ordenador. Tocar con mandolina fue casual: mi padre un día me dijo que, si no la quería, la tiraba a la basura. Y así, íbamos pillando para el disco los instrumentos que teníamos a mano, y entonces surgió la necesidad de montar una banda que los tocara. Helen: Ahora Wilhelm somos una banda, más allá de Helen y Guille. Y si quieren participar en la composición del segundo disco, tienen la puerta abierta. Texto: Luis Meyer Fotografía: Álvaro Delgado