«Soy cantante de mentira, soy cantante de caja de cigarrillos Camel», se cachondea Alba en el estudio en los primeros minutos de la película.

Alba Farelo (Bad Gyal) nació en el underground catalán y poco a poco lo fue trasladando a los números 1 de las listas de éxitos, convirtiéndose en la joya del panorama actual. Con referentes como Sean Paul y compañeras coetáneas como Miss Nina o La Zowi, Bad Gyal inventó un sonido y una estética en un momento en el que el sector musical español no sabía que la necesitaba. Con los años, la cantante y compositora ha conseguido que su nombre se conozca internacionalmente sin haber dejado de ser fiel a sus ideas y de hacer de su música y su carrera lo que ella considera. 

Esta creación de sí misma y sus raíces underground son quizá lo que motivó a David Camarero, director de la película documental, a hacer un seguimiento de la cantante para contar cómo funciona el ascenso de una estrella desde dentro. Camarero conoció a la catalana en 2019 mientras grababa su gira Sound System, momento en que decidió que la vida de una artista como ella merecía ser conocida por el público. Lo que al principio se planteó como un documental sobre la creación del primer álbum de Bad Gyal, ha acabado siendo un retrato épico de la odisea que la cantante y su equipo han pasado durante los dos últimos años para poder sacar a la luz la obra más preciada de la artista hasta la fecha. 

El documental se estrenó ayer, 24 de octubre, y todo el mundo está ya hablando sobre ello. 

LA JOIA: El documental sobre BAD GYAL que la consagra como icono de esta generación

Cartel de La Joia, el documentalCartel de La Joia. 

«Vais a ver a todas las Bad Gyals, hay momentos en los que digo: qué bruja eres»: todo lo que no vimos del proceso creativo de La Joia.

El respeto que Alba le ha tenido siempre al concepto álbum y todo lo que representa es similar al respeto que se ha ganado ella con el público tras haberse mostrado tan humana ante la cámara. 

Tras años de carrera, a mediados de 2022 la artista toma una decisión en firme: va a sacar su primer álbum. La emoción es arrolladora durante los primeros minutos de cinta cuando la catalana, siempre cigarro en mano, mueve el culo en el estudio al ritmo de «Sin Carné» uno de los hits del álbum. La euforia empuja a la joya del underground a hacer un anuncio que, sin ella saberlo, la perseguiría durante un año: en Barcelona, subida al escenario, en febrero de 2023, Bad Gyal anuncia que su álbum se va a llamar La Joia y que saldrá ese mismo año.

Lo que la artista no sabía en aquel momento es que esa promesa no podría cumplirla. 

fotograma de La Joia

En verano de 2023, fecha en la que estaba previsto el lanzamiento del álbum, los problemas empiezan a hacer demasiado ruido y Alba, quien hasta el momento siempre había tenido la última palabra en lo que a su carrera se refiere, empieza a saborear la impotencia de tener que esperar a las decisiones de otros. A medida que van pasando los meses, el álbum se queda en standby, principalmente por los efectos de la industria musical y su burocracia, que poco a poco va formando una parte más visible de la vida de Alba. 

«Nunca había visto tan mal a Alba como en ese verano» cuenta a cámara Alba Blasi, manager y sombra de la artista, muy a pesar de lo que contase la prensa en ese momento. Y es que tras el lanzamiento de «Chulo pt.2», remix con Young Miko y Tokischa, la relevancia y la popularidad de Bad Gyal sube muchos escalones de golpe, lo que la posiciona en un supuesto buen momento profesional, pero que en realidad supone retrasar aún más el lanzamiento de su álbum. 

La frustración y la impotencia cada vez se hacen más grandes dentro de la artista. Llegan las Fashion Weeks, los desfiles, los cambios de look en una furgoneta, los photocalls llenos de flashes y gritos, los vuelos de un lado a otro, Bad Gyal siempre cigarro y teléfono móvil en mano, pero con semblante cada vez más serio. 

Bad Gyal en la fashion week

@akabadgyal

«No sé vosotros, pero yo estoy ya hasta el coño de fashion week. Yo me quiero ir al monte, con un camping gas, tomarme una patata cocida y fumarme un porro» dice Alba a su equipo dentro de una furgoneta en París. Siempre esbozando una sonrisa, pero con ojos tristes, Bad Gyal se muestra natural y nos acerca a sus demonios: no siempre es oro todo lo que reluce. 

La cámara sigue a Alba a los shootings, las entrevistas, los bolos y cada vez el ritmo es más agotador. Su lista de compromisos no hace más que aumentar y empezamos a ver cómo la artista, tras un claro alzamiento profesional, empieza a caer en lo personal. No es para nadie un secreto que Bad Gyal fuma, pero sí es un regalo por su parte permitirnos ver la doble cara de lo que nos cuenta en las canciones: la adicción. En esta película Alba nos ha dejado ver su cara más íntima, su cara más perfeccionista, su cara más divertida y su cara más vulnerable. 

La vida cada vez se pone más frenética, nuevas colaboraciones se ponen sobre la mesa, y el álbum sigue en standby. 

«No sé si todo el mundo está igual de preocupado que yo»: la soledad del artista. 

Los meses siguen pasando y todas las noticias que recibe la catalana son razones para demorar aún más el álbum. Y, si bien es cierto que nunca vemos a Alba sola, pues siempre está rodeada de todo su equipo con el que, por cierto, tiene una relación muy cariñosa, la realidad es que no hay nadie que sufra esta demora de la misma manera en que lo hace ella. 

videoclip de Perdió ese culo de Bad Gyal

@natalia.cornudella

¿Se equivocó Bad Gyal haciendo públicos el nombre y la fecha del álbum en aquel concierto de febrero de 2002? Error o no, sus palabras la persiguieron cuando menos las necesitaba y es que lo fans, que desconocían todo lo que estaba pasando en la vida de la artista y los problemas que estaba teniendo el álbum, hicieron público su descontento por el retraso que estaba teniendo el disco. «Eres una puta vaga» y «Saca ya el álbum perra» son algunos de los mensajes que Alba recibía a diario en sus redes sociales en el otoño de 2023

Llegado a este punto como espectador, observando el nivel de perfección que se exige Alba, la de inseguridades y complejos que la inundan a pesar de la imagen tan empoderada que siempre ha proyectado, no puedes evitar empatizar con ella. El personaje de Bad Gyal se materializa en este documental como una celebrity de los 90s: envuelta en lujos, looks de ensueño, pero rodeada de una nube negra de preocupaciones. 

Bad Gyal concierto de Karol G

@akabadgyal

El camino del artista es un camino duro y solitario, más allá de tener un equipo maravilloso que te acompañen, los demonios en la mente del artista son muy difíciles de callar. Alba, que siempre ha tenido un vínculo muy fuerte con su proyecto y su música, es el claro ejemplo de que la pureza a veces no es suficiente en la industria musical: siempre vas a estar sujeto a los tiempos de otros, quieras o no. 

El álbum no podrá ver la luz hasta 2024, le pese a quien le pese. 

Se acaba la guerra: el emotivo final que consigue que todo valga la pena.

«Con el triunfo de La Joia supimos que aquellas personas en el estudio en el año 2022 no estábamos locas, que hicimos bien por confiar en este proyecto» dice Alba Blasi. 

Cuando por fin hay luz verde para el lanzamiento del álbum, Alba respira, vuelve el brillo a sus ojos, su equipo por fin descansa y entonces llega el verdadero triunfo. El final de la película te pone los pelos de punta y te humedece los ojos, más aún si has sido seguidor de la artista desde sus inicios. 

El lanzamiento de La Joia es todo un éxito y da paso a la nueva etapa de Bad Gyal: su gira por estadios. Las imágenes del «24 Karats Tour» se suceden con vídeos de Alba dando sus primeros conciertos, haciendo un pequeño recorrido por su carrera, sonando «Fiebre» de fondo, ilustrando el crecimiento de la artista con el paso de los años. Tras años de «joyita con mucha arena», Bad Gyal se consagra como un auténtico diamante. 

Al final va a resultar que Alba sí que es una cantante de verdad y no una cantante de cajeta de cigarrillos Camel. 

Y tú, ¿has visto ya la película documental del momento?

 

Laura Echeverria Hermoso: @lauetxh

Imágenes: Fotograms del documental e Instagram