El Hiperrealismo es la tendencia radical de la pintura realista. Una corriente que surgió a finales de los años 60 en Estados Unidos y que buscaba, distanciándose de la fotografía, reproducir una realidad fiel y objetiva, mucho más cruda. Su predecesor, el Art Pop, fue claro mentor de esta orientación, dejándole en herencia su concepto de lo cotidiano pero presentando múltiples innovaciones. Innovaciones que, como suele ocurrir en el mundo del arte, no caducan. "Hiperrealismo 1967-2012" es la exposición que acogerá el Museo Thyssen-Bornemisza a partir del próximo 22 de marzo. Obras con más cuatro décadas de historia que van desde los inicios norteamericanos al posterior desarrollo europeo. La cifra "2012" que sirve de año cierre, no es más que un punto y seguido: la tendencia continúa. El Surrealismo impresiona por el mundo interior del artista, por las sensaciones que despierta lo ambiguo, lo desconocido... Pero, entonces, ¿qué fascina del Hiperrealismo? Fácil. El empleo de la fotografía como referencia o la idea de que lo que vemos es un cuadro aunque no nos lo parezca. Fruto de esta atractiva corriente son los carteles de cine, posters que en sus primeros años de vida no eran más que ligeras pinturas. La exposición ha sido organizada por el Instituto para el Intercambio Cultural de Alemania y contará con obras de maestros como Robert Bechtle, Tom Blackwell o Robert Cottingham, entre otros. Después de Madrid irá a Reino Unido, por lo que apuntad en vuestras agendas: "Hiperrealismo 1967-2012". Alejandro Bernad Perié