Aunque no nos importe ser el centro de atención en momentos puntuales, en el fondo reconocemos que nos gusta hacer gala de sencillez. Incluso algunos adoramos pasar desapercibidos y abandonar excentricidades y ostentaciones varias... Pero todo apunta a que esto va a llegar a su fin. Parece que se acabó la era de las camisetas blancas, las sudaderas grises y los pantalones negros. Se acabó el desfile de prendas de marca blanca, se acabaron las piezas de procedencia desconocida. Volvemos a algo que quizá hemos criticado durante años: la logomanía vuelve a apoderarse de nosotros. Si has sido fiel defensor del estilo sin marcas, de llevar la etiqueta por dentro y buscar la calidad de tus prendas solo por principios personales sin necesidad de hacer gala de los diseñadores que firmaban tus camisas, ni las marcas de tus vestidos, lamentamos decirte que la logomanía va a acabar con tus principios. Como cada tendencia que regresa tras un periodo de retiro, la logomanía también vuelve renovada. Ya no hablaremos de jinetes a caballo de dimensiones desmesuradas, ni de cocodrilos de proporciones superiores a las de la propia prenda. Esta vez, las marcas más top han decidido abandonar los logotipos para ceñirse a la impresión literal y reiterada de su nombre a lo largo de sus prendas. En letra cursiva y de forma repetitiva creando el print perfecto o estampados en solitario en el centro de las prendas con medidas generosas... Nos estamos pensando desterrar los lunares, las rayas, el animal print, los cuadros o las flores. Ahora EL estampado que queremos en nuestras prendas es el nombre de nuestra marca fetiche. No se trata de ostentación. No se trata de querer que todos sepan que somos los más cool de la ciudad... ¡es diseño, amigos! Cierto es que siempre hemos considerado ordinario y totalmente alejado del concepto de estilo llevar impresa la firma de nuestras prendas solo para que quede bien claro en qué liga jugamos…Pero vamos a tener que acabar con estos estereotipos porque las calles se llenan de graffitis y rótulos - y no precisamente en las paredes-.     Ana Horcajo - @Anii_Horcajo