Kylie Jenner, la más pequeña del clan Kardashian, no anda nada pez en materia de negocios. Con su firma Kylie Cosmetics ganó la friolera de diez millones de dólares en 2016. Nada que envidiar a sus hermanas Kim, Khloé y Kourtney con su firma DASH. Y sí, habrá muchas cosas que podamos pensar sobre su fama. Pero lo que es innegable es que es una reina en lo que a marketing se refiere.
Su primera colección de labiales se vendió en cuestión de minutos. Y la segunda. Y la tercera. Allí donde va le acompaña la controversia, pero también el éxito. ¿Cómo lo consigue? La celebrity utiliza una técnica llamada “la gotita” y triunfa allí donde pisa.
¿Qué es “la gotita”?
Es una técnica revolucionaria de ventas que practican muchas firmas hoy en día, como Nike, Zara o incluso Nintendo. Se basa en promocionar un producto y sacarlo con cuentagotas. Stock limitado al que hay que apurarse para conseguir. El hecho de que se acabe tan rápido le da una naturaleza exclusiva y genera interés y necesidad por parte de los consumidores. Exactamente lo que ocurre con cada Lip Kit de Kylie Jenner.
La publicidad made in Kylie
Para conseguir este hype y que la gente esté comiéndose las uñas por echar mano a sus productos, Kylie se lo curra mucho y su imagen de marca es redonda. La verás siempre rodeada de oro, promocionando ella misma los productos y creando un efecto de lujo y exclusividad. Incluso si sus cosméticos no son de la máxima calidad (eso dice Twitter) parecen recién sacados del Edén. Y los queremos. Todos.
El boost de sus redes sociales
No nos engañemos. El hecho de que sus redes sociales sean de las más seguidas del mundo también le echa un cable a eso de vender más que nadie. De hecho, Kylie Jenner es la persona con más followers en Snapchat y ella sabe sacarle partido a esa ventaja. Hace teasers de sus productos en versión live en la plataforma, lo que a su vez crea más hype, más deseo, más emoción y más locura.
Ha reducido su público a una generación en particular
Que los productos de Kylie se vendan tanto se debe a que se dirige exclusivamente a chicas jóvenes. Ni siquiera millennials. Hablamos ya de la Generación Z, que se muere por seguir sus pasos, lucir como ella y formar parte de su universo. Aunque sea solo con un labial que lleve el nombre de Kylie. Ese es el gran error que comenten otras firmas, el de querer vender a señoras de 70 años y a mujeres de 20 por igual. Lo que funciona para unas no lo hace para otras y eso Kylie se lo tiene bien aprendido.
Más allá de “la gotita” también hay genialidad…
No solo recoge éxito y pasiones con sus trabajos propios. Sus colaboraciones con otras marcas han sido deseadas por todos. Su colección con Puma, Balmain o PacSun lo demuestran. ¿Cómo lo consigue? Con un mantra propio que siempre beneficia a su persona.
“Tengo que sentir pasión por la firma y adorarla. Tiene que ser un flechazo perfecto. No trabajo con nadie que no encaje en mi propia marca, pues eso me haría menos creíble y un fiasco.”
¿Y qué hacemos con los trolls?
Cuando alguien genera tantas reacciones como Kylie Jenner, los trolls son inevitables. Críticas negativas, ofensivas y desagradables la persiguen allí donde va. Pero ella ha aprendido a lidiar con todo ese mal rollo y eso también le ha ayudado a triunfar. “Creo que llegados a este punto me he vuelto insensible a ellas. Voy a mi bola y la gente aún me quiere y quiere mis productos, así que paso de los comentarios negativos”. "
Haters gonna hate" que diría
Taylor Swift, pero si haces como Kylie y demuestras que eres mejor que ellos la gente te admirara más. Ergo más seguidores. Ergo más ventas.
Puede que Kylie Jenner no te parezca un ejemplo a seguir. Que sus estilismos te resulten excesivos y su fama heredada. Pero lo que no podrás negar es que sus valores empresariales son fuertes, su sentido del olfato en el negocio da en el clavo y que está, sin duda alguna, de camino a conseguir dominar el imperio beauty mundial. ¡Larga vida a Kylie Jenner!
