¿Quién fue MARIA CALLAS? Repasamos la historia del último personaje de Angelina Jolie

La vida de la soprano Maria Callas estuvo a la altura de las grandes tragedias que interpretó en los teatros líricos más importantes de todo el mundo. Su turbulenta relación con Aristóteles Onassis, su meteórico ascenso al Olimpo de la lírica, sus abruptas cancelaciones de conciertos, las frecuentes ocasiones en las que abandonó el escenario en plena función, sus enfermedades y su temprano e inesperado final, sola y atrapada por sus propios recuerdos, forman parte de su leyenda y la han convertido en un mito. 

Así, no es de extrañar que el director chileno Pablo Larraín haya elegido la biografía de la que fue apodada como «La Divina» para su siguiente film. Primero, fue el turno de la primera dama Jacqueline Kennedy en «Jackie», para el que contó con Natalie Portman. Después, el de Lady Di en «Spencer», a cargo de Kristen Stewart.

Y, ahora, es el turno de Maria Callas, quien será interpretada por la actriz Angelina Jolie en «Maria», uno de los proyectos cinematográficos que más expectación ha  generado en los últimos meses y que se centra en la última semana de vida de la cantante antes de fallecer. 

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¿Quién fue Maria Callas? 

Detrás de su éxito, la vida de Maria Callas estuvo marcada por el sufrimiento, las frustraciones y la búsqueda continua de la perfección. Nacida en Estados Unidos, vivió toda su infancia y adolescencia en Grecia, donde padeció las penurias de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra civil griega. 

Obligada por su restrictiva madre, que siempre la rechazó, comenzó a acudir a clases de canto con la española Elvira de Hidalgo. Sus días transcurrían entre clases de dicción de italiano y francés, historia de la ópera y voz y piano durante más de 12 horas diarias. Callas trabajaba hasta el agotamiento, algo que a los 14 años le produjo bulimia, una enfermedad que marcaría su vida profundamente. 

Su ascenso al estrellato fue meteórico. Su primera gran oportunidad llegó de manera fortuita cuando, aún como una cantante joven y poco conocida, suplió a una compañera en una representación de «Tosca». Desde ese momento, su carrera despegó. Callas pasó a ser considerada una de las mejores intérpretes del bel canto, encandilando a la audiencia con su intensidad emocional y su extraordinario rango vocal.

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Sin embargo, no todo fue fácil para la diva. A pesar de su creciente fama en Europa, sus planes de volver a Nueva York para estar cerca de su padre se vieron frustrados. A sus ojos, la ciudad que la vio nacer aún no la consideraba una soprano de renombre internacional. Con el corazón dividido, decidió trasladarse a Verona, Italia, donde afinaría su arte y encontraría su verdadera voz. Italia fue el escenario de sus mayores triunfos, algo que la catapultó al estrellato internacional. 

A mediados de los años 50, tras su colaboración con el director Luchino Visconti en «La Traviata», adelgazó drásticamente, adoptando una dieta estricta de proteínas y ensaladas. Este gran cambio físico alimentó una leyenda que le perseguiría para siempre: la cantante se había tragado una solitaria que consumía todo lo que ella ingería.

Cuando hizo su reaparición en Estados Unidos, la prensa quedó deslumbrada. La «nueva» Callas era una mujer despampanante, adornada con diseños de Christian Dior, Givenchy o Balmain cuyos rasgos exóticos y figura esbelta recordaban a una estrella de cine más que a una cantante de ópera. 

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Fue en ese momento, en una de las exclusivas fiestas a la que Callas comenzó a acudir, cuando conoció a uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, el griego Aristóteles Onassis. Pese a que por aquel momento estaba casado con Anthina Livanos, el magnate comenzó un idilio con Callas que pronto se tornó en una relación compleja, marcada por las crueles humillaciones de Onassis y su control sobre la diva. Y es que, aunque fue uno de sus grandes amores, el magnate nunca accedió a casarse con Maria, algo que le causaría una profunda tristeza.  

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Sin embargo, en 1966, mientras Onassis mantenía su relación con la cantante, contrajo matrimonio con Jackie Kennedy, algo que hizo que el dolor y la frustración de Callas creciera. «Es la unión perfecta, mi padre adora los apellidos, y Jackie adora el dinero», declararía el hijo de Onassis tras la boda de su padre con Jackie. 

Al poco tiempo, la carrera de Callas comenzó a decaer y el público que en un momento la elevó a los podios de la lírica, se volvió en su contra. «No quiero cantar, quiero vivir» declararía Maria Callas, que llevaba un tiempo alejada de los escenarios tras conocer lo que era la felicidad cerca de Onassis.

Solo hizo una excepción con motivo del 45 cumpleaños del presidente Jhon F. Kennedy. Enfundada en un vestido rojo de muselina y un enorme collar de diamantes, cantó un fragmento de la ópera «Carmen» que dejó a todos los asistentes impresionados. Pese a ello, aquella noche la gran protagonista fue Marilyn Monroe, que entonó su icónico y sensual «Happy birthday, Mr. President».

Sin embargo, a pesar de su relación con Jackie, Onassis nunca dejó de visitar a Callas en su apartamento en París. Aunque ella ya no se permitía intimidad física con él, mantuvieron una relación cercana y ambigua, en la que los sentimientos jamás se apagaron del todo.

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Los últimos años de su vida fueron muy sombríos. La muerte del hijo de Onassis en un accidente náutico devastó al magnate, quien nunca logró recuperarse. En su lecho de muerte, Onassis confesó a Callas: «Te amé, no siempre bien, pero lo mejor que supe».

Devastada por la muerte de Onassis y el fallecimiento de amigos cercanos como Visconti y Pasolini, Maria Callas se recluyó en su apartamento parisino, donde pasó sus últimos días viendo películas del lejano oeste, jugando a las cartas con sus mayordomos y abusando cada vez más de los somníferos. La estrella, que una vez había deslumbrado al mundo con su voz celestial, se había convertido en una sombra de sí misma. El 16 de septiembre de 1977, a los 53 años, Callas se despidió del mundo.

Todo lo que sabemos de «Maria», interpretada por Angelina Jolie 

«Maria» es un biopic en el que el director chileno Pablo Larraín explora, de nuevo, la biografía de algunas de las mujeres más destacadas del siglo XX. Como hizo en el pasado con Jackie Kennedy o Lady Di, repasa los acontecimientos más destacados de la vida de Maria Callas. 

En cuanto al reparto, Haluk Bilginer interpreta a Aristóteles Onassis, mientras que Valeria Golino da vida a Yakinthi Callas, la hermana mayor de Maria. Alessandro Bressanello asume el papel de Giovanni Battista Meneghini, exesposo de Maria Callas y Christiana Aloneftis representa a la joven Maria Callas. Completan el elenco Toma Hrisztov, Rebecka Johnston, Kay Madsen, Philipp Droste y Alba Rohrwacher.

El film, que fue presentado en el último Festival de Cine de Venecia, ha cosechado muy buenas críticas, con grandes posibilidades de que la interpretación de Jolie pueda colarse en las nominaciones de los Oscar 2025. 

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Fue precisamente durante sus apariciones en Venecia, donde pudimos ver a la actriz haciendo su particular homenaje a la cantante de ópera. Jolie lució un broche figurativo Panthère de 1971 en oro, esmeraldas y calcedonia blanca, propiedad de la mismísima Callas y ahora parte de la Colección Cartier, además de diseños de las que son algunas de sus firmas de cabecera, como Tamara Ralph, Aquazzura o Yves Saint Laurent.