Siete vanidades (o tendencias) de la temporada

“Here comes the sun, here comes the sun, and I say it»s all right…” Sí, el sol y el calorcito ya están aquí y eso nos pone de tan buen humor que nos dan ganas de cantar desde el legendario tema de Los Beatles hasta ‘Salió el sol’ de Don Omar (lo cual no quiere decir que lo segundo debamos hacerlo). Pero, además de cantar y sonreír a la vida, el buen tiempo también nos empuja irrefrenablemente a deshacernos de las capas «cebollinas» invernales y asomarnos a las tiendas en busca de las tendencias de temporada. A menos que tengas un estilo muy definido, vistas exclusivamente con básicos o que esto de las modas no vaya contigo, debes conocer, pequeño saltamontes, los hits de la temporada.

1. Si nuestra mejor amiga vuelve de Punta Cana y nos trae una camiseta con palmeras como recuerdo de su viaje, probablemente la odiemos (a la camiseta también). Sin embargo, si los diseñadores crean divertidos estampados tropicales y las firmas low cost los acercan al común de los mortales en forma de alegres prendas, solo podemos rendirnos ante este estampado tan estival.

Desfilando, Fausto Puglisi. Falda de Bershka; alpargatas de Toms; llavero y clutch de Kenzo y camisa de Stradivarius.

2. Ya hemos vivido el ‘momento flecos’. Y volveremos a hacerlo. El estilo navajo impregna multitud de prendas, desde bolsos (los reyes de esta tendencia) hasta cazadoras con flecos de largas longitudes (solo aptas para atrevidas). El chiste fácil es inevitable: ¿hacemos el indio esta primavera?

Cazadora de Mango; bolso y sandalias de Zara; mochila de Bershka; kimono de Topshop. Sobre la pasarela, Valentino.

3. La tendencia más romántica y «pastelosa» viene en forma de color. Muchos son los adjetivos que acompañan al azul y al rosa esta temporada: candy, bebé, soft… nosotros, si os parece, los llamaremos pastel como toda la vida. Como ya está demodé eso de «el azul es para los niños y el rosa para las niñas», yo me quedo con los dos.

En la pasarela, Burberry Prorsum. Reloj de Olivia Burton; bolso de Bimba y Lola; sombrero de Karl Lagerfeld; perfecto, sandalias y falda de Zara; top de Topshop.

4. Con la moda de usar ropa vintage, seguro que ya has asaltado el armario que usaba tu madre en sus años mozos (o lo que queda de él) en más de una ocasión. Esta primavera no va a ser menos. Llegan los «mom jeans» también conocidos como vaqueros de madre. Si la tuya no conserva ninguno que puedas «coger prestado», existen tres claves básicas para reconocerlos en las tiendas: su cintura es alta, su bajo se dobla, y no son especialmente favorecedores (pero sí molones).

Vaqueros de Topshop (izquierda y derecha) y de Zara (centro).

5. Como las temperaturas suben en esta época del año, los diseñadores se apiadan del calor que pasamos y deciden (en un alarde tecnológico) incluir sistemas de refrigeración en las prendas quitándoles tela. Tanto en versión «cut out» (cortes que aparecen inesperadamente incluso en los zapatos) como en la opción de enseñar ombligo (huelga decir que hablamos de los famosos «cropped tops»), esta temporada parece que toca enseñar michelín.

Top negro y zapatos de Topshop; Top verde de T by Alexander Wang; vestido y top azul de Zara; bañador de Stella McCartney para Adidas. En la pasarela, Roland Mouret.

6. La primavera tiene mucho arte. Al menos, los estampados que luciremos. Firmas de la talla de Céline, Chanel, Dior o Prada subieron a las pasarelas diseños en los que el color, el libre albedrío de pinceladas y dibujos y la inspiración surrealista fueron los reyes. Ahora, las tiendas high street se «inspiran» en ellas y nos traen un armario digno de museo. Eso sí, ojo con mezclar este tipo de prendas sin ton ni son, que tampoco es plan de ir hechas un cuadro.

Propuesta de Céline. Camiseta de Primark; falda y vestido de Zara y gafas de Le Specs.

7. En la línea del «aire acondicionado textil» llegan las gasas, velos y transparencias varias. Faldas y vestidos con falsos largos y rayas que alternan tela opaca y translúcida (conocidas como «paneled tee» porque no hay moda que se precie sin anglicismo) son las representantes de esta tendencia en los estilismos reales. Ya sabes que el «efecto velo» también regresará en invierno (a ver si podemos reciclar alguna adquisición primaveral y ahorrarnos unos eurillos, que nunca está de más).

Vestido largo y falda de Zara; camiseta de Mango y vestido de Topshop. Desfilando, Balenciaga.

Clara Ferrero – @clara_ferrero