La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y ejerce funciones tan importantes como la de protegernos del medio exterior, regular nuestra temperatura corporal o luchar contra virus. Por eso el cuidado de nuestra piel no es sólo una cuestión estética, es también una cuestión de salud. Una piel sana será siempre una piel bella y hay unos pasos básicos que debemos realizar diariamente para cuidarla:LIMPIAR La base de toda rutina es una buena limpieza y utilizando los productos adecuados para cada tipo de piel. Debemos a limpiar nuestra piel por la mañana y la noche a diario, utilices maquillaje o no. La exposición a agentes externos como la contaminación o suciedad ambiental, así como nuestro propio sudor, hacen que se ensucie y los poros se obstruyan. Por eso es tan importante una buena limpieza mañana y noche. Es aconsejable utilizar una mascarilla exfoliante una vez por semana, con ella conseguiremos eliminar esas primeras capas de células muertas que los limpiadores no consiguen eliminar del todo y que pueden taponar el poro produciendo imperfecciones. Nuestra piel estará mucho más luminosa y más receptiva a cualquier producto que apliquemos después.HIDRATAR La piel necesita estar bien hidratada para ejercer sus funciones correctamente y mantenerse saludable. Una piel con niveles de agua por debajo de lo normal, pierde su turgencia, su función barrera se debilita y se vuelve frágil y apagada. El tipo de hidratante que necesites, dependerá de tu tipo de piel. • Piel es mixta/grasa deberás utilizar hidratantes oil-free. • Piel es seca deberás utilizar texturas untuosas que aparte de aportarte hidratación, evitarán que tu piel pierda más agua. PROTEGER DEL SOL El 90% de los síntomas de envejecimiento cutáneo están producidos por el sol además de otras muchas consecuencias negativas. Los rayos solares son acumulativos, es decir, nuestra piel va guardando en su memoria sus efectos a lo largo de toda tu vida. Sea verano, invierno, llueva o luzca el sol, debe ir protegida... ¡SIEMPRE! Una buena rutina de belleza debe constar de: • Limpiador o producto de limpieza facial. • Contorno de ojos. • Serum. • Crema. • Protector solar. ¿Cómo aplicarlos? 1. Limpia bien tu rostro, cuello y escote con el limpiador que mejor se adapte a ti y a tus hábitos. 2. Aplica el contorno de ojos a pequeños golpecitos en la parte del párpado no móvil, sobre el hueso peri-ocular. 3. El serum, repártelo por todo el rostro, cuello y escote evitando la zona del contorno de ojos. 4. Una vez que nuestra piel ha absorbido todo el serum, aplicamos la crema o fluido por toda la cara, cuello y escote evitando también el contorno de ojos. 5. Termina tu rutina diaria con un buen filtro solar, que proteja tu piel de los rayos UV.       Ángeles Ciacio - @angelesciacio

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