El mundo beauty está repleto de ingredientes naturales súper interesantes e innovaciones que hacen que el mercado de la cosmética mejore cada día. La ciencia investiga continuamente nuevas fórmulas y productos que consigan sacar de nuestra piel lo mejor, pero los productos orgánicos y las recetas naturales se mantienen a la orden del día, quitándole el puesto a algunos productos nacidos después de años de investigación. Productos de pocos pasos con un efecto casi inmediato que nos hacen dudar de toda la ciencia que llevan detrás otros artículos de cosmética...

Desde hace años, nuestros familiares y amigos nos han recomendado miles de remedios caseros para la piel, productos de efecto inmediato pero que, en muchas ocasiones, no sabemos los efectos secundarios que pueden llegar a tener. Cada piel es diferente, al igual que cada producto funciona y actúa de una forma u otra en cada persona. Aun así, hay elementos comunes que debemos evitar si queremos mantener nuestra piel sana... Desde VANIDAD te descubrimos los peligros que pueden llegar a tener algunos ingredientes a los que teníamos devoción:

Árbol de té

El aceite de árbol de té es un ingrediente súper poderoso a la hora de eliminar y evitar el desarrollo de bacterias y más microorganismos en nuestro cuerpo. Uno de los usos más comunes es para la eliminación del acné o de granitos puntuales, ya que mata directamente la bacteria y seca la zona afectada. ¿Secar la zona? Y de que manera… el árbol del té es un ingrediente realmente abrasivo para la piel, sobre todo para las más sensibles, pudiendo causar incluso quemaduras.

Clara de huevo 

La clara de huevo es un ingrediente muy interesante a la hora de introducir en nuestra rutina de belleza, ya que es muy versátil. Si tienes el pelo graso, la clara de huevo es tu solución ya que contiene enzimas que son antibacterianas y que además, suprimen el exceso de sebo de tu cabello dejándolo más suelto y libre de grasa.

Para la piel también es excelente y es que ayuda a minimizar los poros y atenuar las arrugas. Y te preguntarás: entonces ¿cuál es el problema? Las claras de huevo crudas pueden contener la conocida bacteria de la salmonela, así que a la hora de aplicarla en nuestro rostro, hay que tener mucho cuidado de no digerirla y limpiar muy bien todos los restos a la hora de retirarla.

Limón

El zumo de limón es un perfecto blanqueante y funciona a la perfección para despigmentar algunas manchitas que podamos tener, ya sea causadas por el sol o por el acné. Ahora bien, su pH es tan ácido que acaba con la capa protectora de nuestra piel, pudiendo causar reacciones alérgicas e incluso reacciones contrarias a lo que buscamos.

Aceite de oliva

Muchos le conocen como oro líquido... Y es que si pensáis en el aceite de oliva, ¿qué se os viene a la mente? A nosotros NUTRICIÓN, y es verdad. El aceite de oliva es muy nutritivo, pero debe estar muy bien tratado para poder ser utilizado como parte de nuestra rutina de belleza sin obtener efectos adversos. Aunque muchos aceites sean beneficiosos, en este caso, el aceite de oliva puede taponar los poros y no dejar transpirar bien la piel, fomentando la aparición de acné, entre otros efectos negativos. 

Lavanda

Nos encanta la lavanda para perfumar, decorar, e incluso para algunas recetas caseras calmantes. Esta planta es casi curativa y tiene muchos beneficios, pero su alto contenido en cumarina puede producir efectos que no son tan positivos, sobre todo en embarazas.

Recuerda: antes de incluir un nuevo producto en tu rutina de belleza debes conocer todos sus ingredientes (y los efectos que estos van a generar en tu piel)... ¡no queremos sorpresas!

 

Natalia Ruiz: @naataliaruizpe

Imágenes: Instagram y Archivo

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