La vainilla es una especia que levanta pasiones u odios por donde pasa. Más allá de la respuesta irracional y subjetiva hacia un olor ante la que poco se puede hacer, este fenómeno queda subrayado por el extensísimo uso que se hace de ella, tanto en cocina como en cosmética. Resulta el condimento básico en repostería y uno de los perfumes más extendidos, haciendo bastante complicado escapar de su estela. O eres pro-vainilla o eres su enemigo más acérrimo, no hay términos medios.

Cuando una nota es tan conocida y se encuentra tan presente en el día a día, es complicado modificar nuestra percepción al respecto. Diseñar creaciones que sorprendan o cautiven se hace doblemente duro, debido a la saturación de nuestros sentidos. 

Por eso, nos hemos propuesto compartir algunas de las propuestas con vainilla que nos han sorprendido últimamente. Revalorizamos sus propiedades calmantes, afrodisiacas y envolventes, como un buen suéter cuando empieza a refrescar tras el tórrido verano... Unos aromas que reimaginan esta gran conocida y que, aunque te sorprenda, quizá te conviertan en una auténtica creyente de esta vaina que crece en una orquídea de origen mexicano. Acomódate y déjate llevar en un cremoso y dulce viaje a través de estos 7 perfumes con vainilla que darán calidez a tus noches de otoño:

L'Interdit Eau de Parfum Intense, de Givenchy

 

La historia de la fragancia creada por Hubert de Givenchy para Audrey Hepburn y que luego la actriz prohibió comercializar es leyenda de la perfumería. La maison recuperó con acierto este legado en 2018 mediante una saga llamada L’Interdit, que ahora abre un nuevo capítulo con el Eau de Parfum Intense. Profundo, sensual y envuelto en un halo de misterio, esta creación se presenta como una obra sofisticada, pero que no pierde de vista a un público urbano y moderno. El negro sirve de inspiración tanto para el envase como para una pirámide con maderas de vetiver y pachuli, flores blancas en forma de azahar y nardo y, por supuesto, el fondo magnético de la vainilla que domina la escena.

L'Huile Vanille, de Chanel

 

Nos encanta la decadencia presente en perfumarse con un aceite y este, en concreto, fue creado para el spa Chanel del hotel Ritz de París, así que toca campana doblemente. Lo mejor de esta textura es que penetra en la piel, la nutre y da brillo, dejando una estela más natural que un perfume estándar. ¿Hemos dicho ya que somos incondicionales de los aceites aromatizados? En concreto, la variedad dedicada a la vainilla resulta casi comestible con unas notas más frescas de tilo y muguete, que son el aperitivo para el acorde de vainilla, almizcle y ámbar. Un velo adictivo con un 98% de ingredientes de origen natural y que, además, puedes usar para el pelo.

Sexual Healing, de A.M.A en Sephora

Oh, Marvin Gaye. Si el eléctrico ambiente que crea en su hit Sexual Healing cotizara en bolsa, seguro que formaría parte del IBEX35. Sensual y hechizante serían dos adjetivos que calificarían esa canción, como también el perfume homónimo que inspira a la firma A.M.A en su conceptualización. Para replicar esa inspiración utiliza: miel, especias, absoluto de tabaco y nuestra codiciada vainilla. No apta para no golosas, así que si no caes rendida ante ella no te preocupes, la firma presenta otras variedades inspiradas en grandes temas de la música como Bohemian Rhapsody o Like a Virgin.

Rose Prick, de Tom Ford

 

Tom Ford es el maestro del deseo y con la colección Private Blend, se recrea en sus conceptos olfativos más personales, originales y poco convencionales. Cuando el maestro presenta, nosotras no podemos más que asentir con avidez y dirigirnos directamente a sus puntos de venta para hacernos con los espectáculos creativos que sella con su firma. En esta ocasión, no defrauda con Rose Prick, un lujoso flaçon de color rosa empolvado opaco. Diferentes tipos de rosas (de Mai, turca y búlgara) se unen y funden con pachuli, pimienta y cúrcuma para aterrizar sobre haba tonka y cálidas notas de vainilla. Poderosa, brillante, nada ñoña. Se derrite en la piel como un caramelo con una durabilidad envidiable.

Woman 001, de Loewe

El olor de la piel es tan difícil de recrear y la vainilla tan útil para darle humanidad a un aroma, que no sorprende que Loewe la elija para reproducir ese motivo en este perfume gourmand. Toques limpios y frescos de bergamota y mandarina con un punto chispeante de pimienta rosa de salida; sándalo, jazmín y lino para ese corazón nada pesado y un fondo de ámbar, almizcle y vainilla que funcionan como un manto cálido y cercano. Atemporal, clásico y sencillo. Perfecto para tener de fondo de armario, como un buen vestido negro o unos vaqueros favorecedores.

Angel's Share, de Kilian Paris

 

Esta nueva creación de Kilian se inspira en el coñac, no solo en su composición y pirámide olfativa, sino también en el diseño de su botella, que dignamente podría figurar entre ginebras y whiskys de un minibar art decó. Nocturna, acelerada y algo extravagante, rinde homenaje a la familia del fundador de la casa, fabricantes de este famoso licor. Para ello colaboran con el perfumista Benoist Lapouza para hacer frente a un reto que se resuelve con aceite de coñac, absoluto de roble y esencia de canela. Casi como si fuera un cóctel, se suman después el sándalo, vainilla y praliné para ese final que siempre deja buen sabor de boca.

Hypnotic Poison, de Dior

 

Si hablamos de vainilla no podemos dejar de incluir este clásico, la oda a la especia ahumada y almendra amarga que rompió moldes y siempre vuelve de la mano de Dior. Aunque encontrarás jazmín, haba tonka o regaliz, la reina es la vainilla, la cual consigue hacer girar cabezas y reconocer su aroma al instante. Exquisita e imprescindible si eres amante de un buen clásico de la perfumería. Su envase rojo encarnado subraya la tentación que pretende condensar.

 

Berta Almagro: @balmagro

Imágenes: Cortesía de las firmas

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