La moda del cabello blanco ha sido la salida para muchas mujeres que se han visto encasilladas por las modas capilares en los últimos años... Y es que, quién nos iba a decir que el drama de encontrar tu primera cana se iba a convertir en el indicio de tu nuevo color de pelo.
Sí amiga, apostar o recrear este color tan difícil de conseguir ha sido lo más demandado en los salones de belleza a nivel mundial. Ahora bien, más que teñirlo de platino o gris, lo que realmente tiene mérito son aquellas mujeres que dan el paso y se dejan el cabello blanco de forma natural, mostrando una de las principales obviedades que conlleva el cumplir años.
Son muchos los iconos que han servido -y sirven- de inspiración. La patria Angela Molina, Maye Musk, Andie Macdowell, Salma Hayek... o el icónico personaje de Miranda Priestly en El Diablo Viste de Prada.
Sin embargo, al igual que te decimos que el resultado puede llegar a ser muy estiloso y elegante, también te confirmamos que su proceso es un poco complicado o, al menos, requiere paciencia.
Cuando comienzas la transición entre el color que llevas y las canas, habrá una temporada en la que te veas poco favorecida, pero tranquila, la espera merecerá la pena. Para que no se te haga lenta, sigue nuestros consejos, te ayudarán a llevarlo mejor:
1. Baja tu tono de pelo
Bien sea rubio o un castaño claro, para que las canas se fusionen lo máximo posible con tu color, baja tu color de pelo unos cuantos tonos. Asimismo, cortártelo es otra opción. Aunque lo que quieres es que crezca rápido, si optas por un nuevo color y corte bob, acabarás en un momento con la tonalidad que ya no deseas y conseguirás tu cabello blanco antes de lo que piensas.
2. Cuidadito con el champú
Probablemente cuando lo hayas conseguido comprobarás que las canas son muy secas... e incluso que pueden derivar en un tono amarillento, así que te aconsejamos utilizar un champú que lo evite, como el icónico Nº3 SILVER de Nuggela & Sulé. Este te ayudará a iluminar el color específico que tenga tu cabello y a protegerlo frente a las agresiones que lo deterioran. ¡Ah! y no te olvides de la mascarilla, siempre bien hidratante.
3. Recurre a tintes no permanentes (si lo necesitas)
Un enjuague no permanente para disimular las canas es otra opción. Si salir a la luz del sol con la franja blanca en la frente te da mucho reparo, siempre puedes recurrir a tintes no permanentes en versión spray que, tras varios lavados, se acabarán disolviendo dejando tus canas visibles de nuevo.
Al final, lo más importante es tener paciencia y no hacer caso de los comentarios que vas a escuchar, como el mítico "pareces más mayor". Siempre que lo lleves con actitud, seguridad y, sobre todo, siguiendo estos tips, ¡da igual la edad que tengas!
Redacción Vanidad
Imágenes: Instagram y cortesía de las firmas