El color negro está viviendo uno de sus mejores momentos y reina -si es que alguna vez dejó de reinar- no sólo en el sector de la moda, sino en el de la perfumería, y la belleza en general, en una comunión cada vez más evidente entre ambos. La tendencia está servida por obra y gracia de Tom Ford, uno de los "señores de la moda" que nos han llevado a tanta oscuridad.
Primero, fue su fragancia masculina
Tom Ford Noir, compuesta a imagen y semejanza de lo que él es: un hombre urbano, sofisticado y distinguido a ojos de todo el mundo, pero íntimo, enigmático y carnal bajo su traje a medida. En esta fragancia, se dan cita la tensión dinámica entre lo público y lo privado, entre el prestigio y el misterio, que se resuelve magistralmente en una armonía magnética de elegancia y lujo, como manifiesta el propio Ford: ”Noir es enigmática, compleja y sorprendente. Sus notas especiadas son suaves y han sido extraordinariamente elaboradas; yuxtapone una elegante y femenina rosa con el fresco y preciado orris. Después, la calidez oriental se abre paso de una forma casi adictiva. Noir es posiblemente mi fragancia más personal hasta el momento”.
Un
bouquet especiado con aceite de pimienta negra Orpur® de Madagascar y nuez moscada se mezcla con bergamota italiana y verbena para fundirse luego con iris de la Toscana, geranio egipcio y rosa de Bulgaria. Y así, llegar a la calidez y cremosidad del cuero, las resinas, el ámbar, la vainilla y la algabia de su fondo, que desprende el toque “animal” de la fragancia.
Con
Private Blend Jardin Noir, el diseñador tejano revela el lado oscuro de algunas de las flores más preciadas de su línea unisex Private Blend, según revela él mismo: "Las flores pueden tener un hechizo oscuro. Su belleza puede ser tan extrema que llega a tener un efecto narcótico en los sentidos y una decadencia casi ilícita."
Jonquille de Nuit transforma la delicadeza del narciso en una obsesiva bruma mezclándolo con ciclamen salvaje, semillas de angélica, hoja de violeta egipcia y absoluto de hoja de naranja amarga. Su lado más cálido se lo da el orris y el ámbar.
En
Ombre de Hyacinth, la voluptuosidad del jacinto se transforma en un frescor rico y lleno de matices gracias al galbano y al toque verde de la hoja de violeta, la hoja de magnolia y el olíbano. La tensión de esta fragancia la pone la pimienta rosa, el absoluto de jazmín y el galbano persa (diferente del anterior), y se vuelve adictiva gracias a las notas de benzoína y almizcle, que le devuelven al jacinto el protagonismo que se merece.
Tres clases diferentes de rosa protagonizan
Cafe Rose: pétalos cerrados de rosa de mayo, en la salida; aceite de rosa turca y absoluto de rosa de Bulgaria, en el corazón. La delicadeza de sus notas se une al azafrán, la pimienta negra y el café negro con la intención de revelar su lado narcótico y despertar la pasión salvaje. La resina de incienso, el ámbar, el sándalo y el patchoulí le da un halo cremoso y sensual.
Los lirios blancos, tan Mediterráneos ellos, se transforman en flores tropicales en
Lys Fume al combinarse con notas suaves de mandarina italiana, granos de pimienta rosa, avellana, cúrcuma e ylang-ylang de la isla de Moheli. Y saca su lado más salvaje cuando se junta con la esencia balsámica de la davana de la India, el absoluto de vainilla de Madagascar, el labdanum y la madera de roble.
Estamos seguros de que el Caballero Oscuro nos volverá a hechizar.
Inma Beautyvictim
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