Ni una, ni dos. Ocho son las familias de fragancias que abrazan y componen la última campaña de LOEWE Perfumes: Botanical Rainbow.
Recodificados internacionalmente con un nuevo diseño de frasco, cada perfume expresa ahora su personalidad a través de un tono único, procedente de un arcoíris de colores botánicos que se hace eco de la viva paleta de la naturaleza y te invita a descubrir tu conexión personal con cada fragancia gracias a los sentimientos y estados de ánimo individuales que acompañan a cada tonalidad. ¿Cuál será la tuya?
Como sabréis, Jonathan Anderson lleva desde sus inicios como director creativo de LOEWE, posicionando a la firma como una marca cultural de espíritu libre, con una identidad ecléctica y prismática conectada a los ámbitos del arte, la artesanía, la cultura popular y, sobre todo, la naturaleza.
Es por eso que para esta última campaña, fotografiada por el fotógrafo y cineasta Tyler Mitchell (colaborador de LOEWE desde hace años), esta visión inclusiva de Anderson se extiende, también, al mundo de la perfumería.
La serie de imágenes resultante celebra la personalidad, la emoción y la artesanía, mostrando los perfumes como una experiencia multisensorial en la que el color, el olor y la identidad son uno.
En ellas, los individuos y los ingredientes se unen, en armonía, resaltando tanto su unicidad como su diversidad (al igual que cada fragancia es independiente por sí sola, también forma parte de una colección completa).
Las nueve new faces de la campaña de LOEWE Perfumes, con sus distintas personalidades, están retratadas en actitudes relajadas, junto con elementos orgánicos que se disponen en composiciones tipo Ikebana, creando emociones a través de la naturaleza. El carácter de cada modelo se transmite mediante una sonrisa, un gesto, una mirada, un abrazo: asomándose a través de los racimos de una exuberante parra o lanzando al aire chorros de agua.
Así, el diálogo entre la multiplicidad artesanal de los adornos botánicos y la inmediatez de los retratos delicados y emocionalmente fieles, transmite un sentimiento de conexión. La naturaleza brilla por su belleza y como medio de expresión creativa, mientras que la humanidad se celebra en su esencia desnuda y conmovedora, en armonía con la naturaleza.
El color adquiere una gran importancia, mientras que la luz de los cuadros es suave y pictórica, impregnando las composiciones de una niebla envolvente.
Cada fragancia comparte ahora la misma forma distintiva del frasco pero, al igual que los retratos, expresa su personalidad individual a través de una tonalidad en un caleidoscopio de color: un audaz arcoíris de matices que refleja la propia paleta de vivos colores de la naturaleza vista a través del prisma de la invención humana.
¿No es esta la mejor manera de dar color a tu vida?
Anna Alarcón: @_annalarcon
Imágenes: Cortesía de Perfumes LOEWE