Ibiza es conocida como la isla mágica. Desde que aterrizaran los primeros hippies en la década de los 60, y quedaran fascinados para siempre con su belleza; americanos que escapaban de la guerra de Vietnam, europeos hartos del consumismo y españoles contrarios a la dictadura franquista; la pitiusa ha sido símbolo internacional del hedonismo más estricto.
Todo mortal que conoce la isla cae rendido a sus atardeceres, a sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, a su gastronomía… La famosa región balear es un crisol de paz y diversión y uno de los pocos lugares del mundo que atesora cuatro elementos distintos declarados Patrimonio de la Humanidad, además; la biodiversidad natural y la herencia cultural de Ibiza no pasan desapercibidas, aunque el gigante de las cerezas y otros tantos imperios del ocio sean —especialmente en verano- su principal reclamo.
Entre las cinco direcciones favoritas de Vanidad allí, hay opciones muy variopintas.
El Bar Anita, en San Carlos. Este pueblo es tremendamente tradicional. Años atrás fue el refugio de las primeras comunas hippies que afloraron en la isla. Solían reunirse en el Bar Anita porque era donde estaba el único teléfono de la zona. Hoy ibicencos y forasteros conducen hasta el histórico negocio para saborear una copa de su popular licor de hierbas, que la misma familia produce desde hace un siglo.
La tienda de decoración e interiorismo Sluiz, en la zona de Santa Eulalia, es un paraje de peregrinación obligatoria. En ella Hans e Yvonne, una pareja de holandeses, venden las joyas que descubren en sus habituales viajes por Europa. También hacen diseños de espacios lounge para sus clientes y muchas noches incluso organizan exposiciones, conciertos y happenings.
El hotel Destino Ibiza, ubicado en la cima del acantilado de Cap Martinet, cuenta con unas instalaciones prácticamente paradisíacas, rodeadas de naturaleza. Su oferta gastronómica es espectacular, con cocina mediterránea y japonesa que se puede degustar junto a la piscina —con vistas panorámicas a la isla de Formentera- o en el restaurante —viendo en acción a su chef, el aclamado Samuel G. Galdón-.
Por último, los bares Tira Pallá, un clásico del barrio de la Marina de Ibiza, en Santa Lucía; Guarana, donde los fines de semana hay música en vivo con bandas de funky, reggae y R&B, en Santa Eulalia; y Golden Buddha, que presume de servir uno de los mejores mojitos de la isla, en Santa Rosalía.
Alejandro Bernad