Si dentro de tus propósitos de este año está hacer un viaje por todo lo alto, Tailandia es tu mejor opción. En Vanidad te acercaremos al antiguo Reino de Siam mediante un recorrido por su naturaleza, playas, gastronomía, icónicos lugares y su gente.
Un buen punto de partida es la provincia Chiag Mai, desde donde podremos avanzar hasta el sur del país. La que en su día fue capital del pueblo de Lanna es actualmente uno de los pueblos menos imponentes de Bangkok, lo que la convierte en un lugar perfecto para preparase para la caótica y movida capital. La llamada Ciudad de los mil templos está compuesta por preciosos monasterios, mercados, cafeterias y hoteles de lo más top.
Dentro del amplio abanico de templos que podemos visitar, los de Wat Phan Tao son nuestros preferidos. Formados mediante madera de teca por What Chedi Luang, dueño de una de las pagodas más impresionantes del país, que fue destruida en 1545 por un terremoto.
Otros de sus grandes monumentos se encuentra escondido en las montañas que rodean las murallas de Ciang Mai. Hablamos de Wat Para That Doi Suthep, el templo situado en el punto más alto de la provincia. En él podemos contemplar coloridas ofrendas florales a los Budas o las túnicas naranjas de los monjes que, fusionamos con sus edificios, consigue una estampa imposible de olvidar.
Para entrar a los templos es necesario hacerlo sin calzado y con los hombros y rodillas cubiertos, si tu llegada coincide con la oración de los monjes vivirás uno de los momentos más bonitos de tu vida. Además, todos los templos tienen entrada gratuita por lo que puedes visitarlos las veces que quieras.
Algunas de las actividades que tienes que hacer realizar durante tu estancia en la ciudad es probar los míticos masajes tailandeses, pasear por el famoso mercado de Warorot, algo fundamental para conocer los aspectos más genuinos de Chiang Mai. Si prefieres salir de noche, puedes pasarte por el mercado nocturno, un lugar muy turístico que se encuentra al otro lado de la muralla, en la calle Th Chang Khan.
El Parque Histórico de Sukhothai es sin duda uno de los mejores planes del viaje. Siendo uno de los parques más históricos del país, recorrerlo en bicicleta supondrá una de las experiencias mas bonitas y culturales de este viaje. El nombrado patrimonio de la humanidad está compuesto por imágenes de Buda, cuatro grandes estanques y 21 templos. Es imperdonable no visitarlo.
Al ser una región rica en arroz y té, visitar la plantación de té de Araksa puede resultar de lo mas divertido junto a tu familia. También puedes acudir al pequeño pueblo de Ban Na To Chan, que discurre al margen de la globalización. Allí alrededor de 200 familias estarán dispuestas a enseñarte su tranquilo y feliz estilo de vida, además de ofrecerte algunos de los platos más simbólicos de su cultura.
Todos estos planes nos van a dejar muy cansados, por eso hemos dejado la opción más relajante para el final: las playas Tailandesas. Llenas de armonía y espiritualidad, pasear por la arena y tomar el sol en estas playas paradisiacas será el mejor recuerdo con el que acabar este magnifico viaje, entre ellas te recomendamos la dee la Isla Poda, Tup Island o Hong Island.
Tengas pensado o no realizar un viaje, seguro que después de leer este artículo decides plantearte visitar Tailandia, y es que no es para menos.
John Benítez - @iamjohnbenitez
Imágenes: Instagram y archivo