Quizá estos días te sientas más deprimido de lo normal, sin ganas de retomar una rutina que hasta hace nada dominabas cual experto... ¿Estás triste, sin ganas de nada y muy bajo de energía? El diagnóstico de Vanidad es que sufres el llamado síndrome o depresión postvacacional. Tranquilo, estamos aquí para ayudarte (y, créenos, te entendemos mejor de lo que piensas).
No hay mal que cien años dure...
No hace falta ponernos dramáticos [inserte suave melodía de violines aquí] ni mucho menos, ya que este estado no es para nada una enfermedad y es simplemente transitorio (tiempo al tiempo y despacito y buena letra). Lo que sí es cierto es que este proceso de adaptación a la vida laboral se afronta de diferente forma dependiendo de cada persona. Sentirnos apáticos, sin fuerzas y con un cansancio incontrolable es parte de esta vuelta a la rutina contra la que es necesario luchar y hacerlo de la manera más optimista posible. Estos trucos te ayudarán a sobrellevar estos días grises...
Administra tu tiempo y planifica tu vuelta
No trates de abarcar todo el primer día de trabajo... eso nunca funciona. Sé previsor y dedica un poquito de tiempo a planificar tu vuelta a la rutina con antelación. De esa manera, sabrás administrar mejor tu tiempo y realizarás tus tareas con éxito.
Trabajador previsor vale por dos
Romper con la rutina de un día para otro puede ser bastante duro y pasar factura a nuestros cuerpos de manera física y mental. Un truco para hacerlo más llevadero es tratar de adaptarnos a los horarios con algunos días de antelación (sí, durante nuestros días libres, que tampoco nos va a pasar nada). De este modo, no se nos hará un mundo escuchar el despertador ese lunes después de vacaciones y nuestro yo interior lo agradecerá. Cuando llegue el día clave —y, por ejemplo, durante esa semana—, otro truco es ponerse el despertador unos minutos antes de lo habitual para así poder tener más tiempo para prepararnos y llegar al trabajo con tiempo.
Vuelve, a casa vuelve...
Algo que también nos servirá para afrontar de manera menos catastrófica esta vuelta a la rutina es —en caso de que nos hayamos ido fuera de vacaciones— adelantar nuestra vuelta unos días. Este sprint final vacacional nos servirá de pequeño período de adaptación y lo agradeceremos a la larga.
Work + leisure: perfect combination
Es posible que lo veamos todo negro (sobre todo, el primer día de trabajo), pero hay luz al final del túnel. Una buena técnica es alternar los intensos días de rutina postvacacional con actividades de ocio o deportivas: ir al cine, de compras, pasear por dentro o fuera de la ciudad, dar largos paseos en bicicleta, correr por interior o exterior, ir al gimnasio (o apuntarse)... Opciones mil.
Looking on the bright side (but, first, let me have a coffee)
Una actitud positiva lo es todo a la hora de enfrentarnos de nuevo a nuestra dinámica postvacacional. Ser optimistas y confiar en nosotros mismos es ya un 80% del trabajo. Café en vena y... a comerse el mundo ;)
Redacción Vanidad
Imágenes: Giphy y Archivo
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