Todos tenemos un libro que nos ha marcado, una historia que hemos hecho nuestra por afinidad o por profundidad, pero que siempre se nos viene a la mente cuando pensamos en el concepto de “buen libro”. Al igual que a nivel personal todos sabríamos decir un título que sobresale por encima de toda nuestra bibliografía, el paso de los años ha dejado evidente cuáles son los que componen la suya, los libros que pase el tiempo que pase, siempre merece la pena volver a ellos.

Bien sea por la belleza de su redacción, la profundidad de sus tramas, lo complejo de sus historias o la actualidad que aún conservan (pese que de algunos nos separen siglos), estos libros han conseguido hacerse con la etiqueta de clásicos. Precisamente por esto, clásico no está necesariamente vinculado con ‘antiguo’ o ‘demodé’, más bien todo lo contrario: su historia crece con la nuestra, se hace vigente de una u otra forma aún en nuestros días, y por eso precisamente estos libros merecen la pena ser (re)descubiertos una vez más.

El sobrenombre de ‘clásico’ se aplica a aquellas historias que van desde la Antigüedad, hasta la época más contemporánea. Así, la Ilíada o la Odisea, la Celestina o cualquier obra de Shakespeare, entre muchos otros, encajarían aquí. Entre ellos, aquí va nuestra selección de aquellos clásicos que nunca te cansarás de leer, porque nunca pasan de moda:

Cumbres borrascosas, Emily Brönte (1847) 

Esta obra llevada al cine en numerosas ocasiones es de esas que se han convertido, en papel o en formato audiovisual, en un clásico que disfrutar, especialmente en Navidad. A mitad del S.XIX, Emily Brönte escribió una historia que nos transporta hasta Yorkshire para vivir de la mano de sus protagonistas unas aventuras, como su propio nombre deja ver, tormentosas a la par que sensibles, apasionadas y truculentas, y, como se ha demostrado, inmortales en el tiempo.

Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll (1865)

La historia de la niña, el conejo blanco y el sombrerero loco, entre otros tantos peculiares personajes, permanece en nuestro ideario colectivo gracias, en buena parte, a la versión animada de Disney. Pero, lejos de limitarse a ser un cuento infantil, esta obra de Lewis Carroll esconde un sinfín de mensajes ocultos que impresiona hasta a las mentes más adultas. Por eso, releer las aventuras de Alicia no solo es un capricho estético, sino que se trata de una necesidad si lo que quieres es conocer en profundidad su historia.

Luces de Bohemia, Ramón María del Valle Inclán (1920)

Entre los clásicos de la literatura española, no podíamos olvidarnos de la noche de aventuras de Max Estrella por el Madrid de principios de S.XX. La obra que inaugura el esperpento, realiza un retrato y crítica de la situación social y política de la España de entonces. Y su lectura no solo nos garantiza el goce propio de la actividad, sino que nos impulsa a realizar un inexcusable paralelismo entre lo que cuenta Valle Inclán con lo que aún en nuestros días vivimos.

La malcasada, Carmen de Burgos (1923)

Quizás la obra menos sonada de esta lista, pero no por ello menos relevante. En 'La Malcasada', Carmen de Burgos da voz a la situación de la mujer en un contexto donde la opresión y el silencio por su parte, son la norma. Esta autora reivindica la figura femenina más allá de la subyugación al hombre en un momento en el que agachar la cabeza era de las pocas cosas permitidas. Con esta obra no solo nos acercaremos a un pasado no tan lejano, sino que seremos conscientes de cuánto hemos avanzado y, lo más importante, cuánto queda aún por hacer.

El principito, Antoine de Saint-Exupérie (1943)

Si tuviésemos que definir esta obra, desde la complejidad que eso supone, diríamos que es un libro que enseña a ser adulto sin dejar de ser un niño. La obra del piloto francés nos pone por delante los matices de la vida que debemos valorar, y nos enseña que “lo esencial es invisible a los ojos”. Un libro que, sin duda, forma parte indispensable de la pila de la mesita de noche, cuyas lecciones y belleza serán por siempre eternas.

1984, George Orwell (1949)

Una de las novelas que mejor materializan el concepto de distopía. Orwell nos sitúa frente a una realidad ficticia, pero cuya actualidad fascina y asusta a partes iguales. El libro que da vida a Gran Hermano, forma parte de los clásicos no solo por su calidad, sino porque es preciso sumergirse en él para tener presente en todo momento hacia dónde no ir. 

Y tú, ¿cuál dirías que es tu libro de cabecera?

 

Elena Romero: @elenar_vargas

Imágenes: Giphy

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