Lo que sube y baja esta semana

Por segunda semana consecutiva, y como ya os avisamos que sucedería a partir de ahora, Pepino Marino y Crawford nos mantienen al tanto de lo que sube y baja. Para este deseado puente la espera a Tamara Falcó y su reality, o la aprobación de la adopción gay en Australia son de lo mejor. En cambio el pequeño diablillo Froilán o las hamburguesas de laboratorio bajan estrepitosamente. LO QUE SUBE: "We Love Tamara": Tras el éxito del reality de "Alaska & Mario", ahora le toca el turno a la hija de Isabel Preysler. Con Tamara Falcó aprenderemos cómo se puede alternar el glamour de la milla de oro con rezar el rosario. La secuela de "El diablo viste de Prada": Ya podemos ir preparándonos para un nuevo ataque de maldad fashionista con la segunda parte del libro que hizo millonaria a Lauren Weisberger, que verá la luz en nuestro país muy pronto. ¡Miranda Priestly ha vuelto! Jackie Chan como Berlusconi: Según los irlandeses, Jackie Chan sería el actor ideal para protagonizar una película sobre el político italiano... ¡Más surrealista (y divertido) imposible! Adopción gay en Austria: Cuando no paramos de oír noticias sobre países que alimentan la homofobia, da gusto ver a Austria dando lecciones legalizando la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. LO QUE BAJA: Froilán: Lo que antes eran travesuras de un niño simpático se están convirtiendo en algo más serio. Si el año pasado se disparó en su propio pie con una escopeta de caza, este verano la gracia ha sido atacar a su primo con un pincho moruno... ¡Así no, Froilán! Sharknado: El fenómeno freak de Twitter se ha convertido en un fracaso en su estreno en cines. Se conoce que esta película de serie b sobre tiburones y tornados no ha convencido a nadie, para que luego nos fiemos de los tuiteros. Detroit: En la más pura bancarrota, la ciudad americana, cuna de la Motown, se plantea superar su deuda vendiendo los Caravaggios de su Art Institute. ¿Es necesario vaciar los museos para salir de la crisis? La hamburguesa de laboratorio: Podemos aceptar la clonación, los cyborgs e incluso el vocoder, pero eso de que quieran sustituir las hamburguesas por copias de laboratorio, por ahí si que no pasamos. Pepino Marino y Crawford