Hace tiempo que estoy metida en el mundo de la moda y cada vez me interesa más el hecho de analizar como somos cada tipo de consumidor y como las marcas se adaptan a nosotros. Así que, quien mejor que una millennial para escribir este artículo. Aunque no vinimos al mundo con un dispositivo móvil bajo el brazo, sí los vimos nacer. Preferimos buscar información en Internet que preguntar directamente a un vendedor. Somos críticos, selectivos, sabemos priorizar. Somos el tipo de consumidor que las marcas deben estudiar actualmente. Porque, antes de convertirnos en sus clientes, tienen que conseguir empatizar con nosotros. Cuando te hablábamos del ethical living, ya te decíamos que los millennials nos guiamos por aquello que vemos en redes sociales. Pero tenemos criterio, mucho criterio. Buscamos lo auténtico, lo diferente, lo innovador, la calidad del producto. No nos fijamos tanto en el precio sino en las emociones, en lo que nos transmite una prenda o marca determinada. Cada vez más, el alto estatus se sugiere en el lenguaje del consumismo orgánico, sostenible, ético. Y es que es la industria del lujo quien está despertando y respondiendo rápidamente a esta realidad. Nos gustan las corrientes. Y que las grandes firmas se adapten al streetwear para conectar con nosotros, nos encanta. La constante metamorfosis de las marcas de alta costura ha logrado crear una corriente conocida como streetlux. Es decir, la fusión de la ropa de calle con el lujo. Louis Vuitton, Dolce & Gabbana, Balenciaga, Vetements, Off- White, Supreme o Gucci (entre otras muchas) ya han inspirado a toda una generación hasta convertirnos en los nuevos amantes del lujo. Pero hay quien lo considera un verdadero fenómeno cultural. Y es que hace tiempo que las grandes marcas se han subido al carro del streetwear para hacer referencia a la moda urbana y de calle. Las culpables: Las redes sociales (y el estilo de vida contemporáneo que ha impulsado aún más la relevancia del streetlux entre los millennials, claro). Solo hace falta ver las estrategias que han seguido las grandes marcas para acercarse al nuevo consumidor. Por un lado, el cambio de diálogo. Menos totémico, interactivo, participativo… Por otro, las celebrities, influencers, colaboraciones… Desde el fichaje de Fendi con la estrella del K-pop, Taeyang, hasta Chanel y su diseño de zapatillas junto a Pharrell Williams. Porque ahora el lujo puede ser un chándal, una sudadera, una gorra. Aquella línea gruesa que separaba a la moda callejera del lujo ya no existe. Ahora el lujo es calle y la calle es lujo. Porque ambos han logrado infiltrarse en la subcultura juvenil a través de la autenticidad, de la credibilidad. Los millennials y la generación posterior ya representamos alrededor del 30% de los compradores de lujo.  Y, según varios estudios, alcanzaremos el 45% en 2025. Al fin y al cabo los grandes diseñadores de moda hacen la ropa, pero depende de nosotros elegir llevar dichas tendencias o no. Y tú, ¿ya eres fan de la corriente streetlux?, ¿formas parte de este porcentaje?.

 

Anna Alarcón: @_annalarcon Imágenes: Cortesía de las marcas

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