Ayer el mundo de la música, la televisión y todo lo que engloba al arte en general, recibía una triste noticia. Raffaella Carrà moría en la tranquilidad de su hogar a los 78 años de edad y tras un tiempo retirada de los escenarios que le llenaron de vida -y que a nosotros nos llenaron de música-. Sin embargo, su adiós nos deja con una infinidad de recuerdos maravillosos que, hoy y siempre, completarán nuestro imaginario estilístico. 

Además de artista, la italiana se convirtió rápidamente en una precursora de muchos derechos sociales, como el de los trabajadores, la liberalización del sexo femenino, o una clara abanderada del colectivo LGTBI+. Siempre compuso letras, que, siguiendo su ritmo y estética, fuesen una oda a la libertad sexual, al amor, y por qué no, a la fiesta.

Pero no solo apostó por esa temática para la música, sino que también fue una puntera creadora y captadora de tendencias y corrientes en sus looks, introduciendo estrambóticos trajes entre su cuerpo de baile, -que en su mayoría eran hombres-, y disfrutando de la moda de la mano de su música.

Por eso, nuestro pequeño homenaje a una de las reinas de la televisión italiana, y de nuestra música, va dedicado a sus estilismos, a los más icónicos, esos que, después de 50 años, nos siguen inspirando. Va por Raffaella.

 

Más es más

El vestidor de la intérprete de “Fiesta”, es un claro ejemplo del concepto de “más es más”, y es que sus looks nunca dejaron indiferente a nadie. Cuando comenzó como actriz en 1960, y tras lanzarse una década después al Olimpo de la música mediterránea, nadie imaginaba que unos estilismos crearían tanta controversia. Y es que, sus maillots de licra, que enfundaban su cuerpo escultural -la mayoría de veces rematados en tonos vivos como el rojo o el rosa- fueron todo un escándalo. Escándalos estilísticos que la convirtieron en un icono de moda.

Sin duda, ese traje rojo que lució para la interpretación de “Hay que venir al Sur”, es pura historia de la moda.

Además, este icono del pop supo añadir como nadie los brillos en sus estilismos escénicos (y de a pie). Ya fuese a modo de pedrería o lentejuela en los tops, en la licra de los conjuntos... Aunque no le hiciese falta este complemento para ser una estrella, Carrà añadió el brilli brilli a su armario, luciéndolo con maestría, y creando look icónicos que todavía recordamos, y que quedarán para siempre en nuestro imaginario.

Los volantes, y ese sello flamenco del que se adueñó con encanto, gracia y salero, fueron sus mejores aliados a la hora de interpretar su música en todos los escenarios y platós que recorrió. Ahora bien, si hay un estilismo que nadie ha olvidado, es el que lució cantando “Fiesta”, donde acompañó su recordada media melena dorada, con un mono lleno de volantes rojos en las mangas. Porque sí, que “fantástica, fantástica esta fiesta” en la que cualquiera de sus canciones sonaba y todos rematábamos los estribillos con un golpe de pelo.

Arriesgar era la clave de estilo de Raffaella y en sus looks no había hueco para la sobriedad, ni mucho menos para el aburrimiento. Por ello, las trasparencias, junto con aperturas o cut outs en todos sus estilismos, se convirtieron rápidamente en la marca de la italiana, que hizo explotar las discotecas de todo el sur europeo. Llamémosla también visionaria de tendencias...

Precursora de tendencias

Raffaella Carrá supo subirse al carro de los iconos de estilo setenteros con maestría, sumando a sus estilismos todas y cada una de las tendencias que cada temporada se añadían al vestidor femenino. Un ejemplo de ello es la década de los 80, donde la reina del flequillo platino y la media melena, acompañaba sus posados y sus actuaciones con estrambóticas mangas abullonadas, plumas, o cuerpos casi arquitectónicos.

Los estampados fueron otro de sus detalles de culto y, aunque no los utilizase en sus actuaciones, fueron más que recurrentes en sus míticos posados. De hecho, ha sido tal la influencia de la italiana en todo el mundo, que divas como Madonna, Lady Gaga, o Christina Aguilera, han recreado muchos de sus estilismos.

Como ella misma cantaba: “Adiós, amigo, goodbye, my friend, chau, chau, amigo, arrivederci, auf wiedersehen”. Gracias por regalarnos tantas noches de alegría, tantos bailes, y cómo no, tantas lecciones de estilo que a día de hoy siguen inspirándonos Raffella... 

 

Héctor Chueca: @hector_chueca

Imágenes: Youtube e Instagram

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