Como un paraíso perdido o una vieja batalla largamente combatida, los 90 han sido siempre en la moda una década narrada desde la nostalgia. Un tiempo en el que ésta trascendió su propio lenguaje para desdibujarse con el de la arquitectura y el arte, e incluso conseguir entrar en sus museos, hasta entonces impenetrables. Una época dorada en la que se transgredieron muchas de las reglas absurdas, artificios y construcciones que limitaban a este medio, gracias a una generación de diseñadores que hizo de su profundo conocimiento, de su libertad y rigor, sus principales armas.  Pero como después de toda lucha, siempre quedan pequeños focos aún activos y nuevos creadores que mantienen vivo parte del ideario y del enorme deseo que generaron hace dos décadas nombres como Martin Margiela, Rei Kawakubo, Yohji Yamamoto, Junya Watanabe, Ann Demeulemeester o Helmut Lang, entre otros. Revolucionarios silenciosos que, también como éstos del pasado, divergen en estética, imaginario y bagaje, pero que consiguen que sus trabajos nos devuelvan pequeños destellos cegadores de aquel esplendor, mientras llevan a cabo unas propuestas radicalmente contemporáneas. Jóvenes diseñadores como Nafsika Skourti, Aganovich, Simon Porte Jacquemus o Pepa Salazar que en muchos casos, dada su juventud, han recibido este legado de los 90 a través de la red o de alguna historia de añoranza contada por un profesor. Algunos referencian ese pasado en sus creaciones, otros lo citan como influencia, pero los cuatro están volviendo a producir una serie de imágenes tan poderosas que van más allá de las propias prendas, suscitando un renovado deseo con las mismas herramientas de precisión, reflexión y lucidez que despertaron hace veinte años un capítulo fundamental en la historia de la moda. NAFSIKA SKOURTI
Nafsika Skourti por Aida Murad
  ¿Cuándo te diste cuenta de que la moda era lo tuyo? Tengo recuerdos de cuando era muy pequeña imponiendo grandes reglas sobre la ropa, quejándome a mi madre por la manera tan aburrida en la que vestían al resto de niñas o hablando de las infinitas posibilidades de las prendas. Ahora mirando atrás resulta muy obvio que esto era lo mío, aunque últimamente empiezo a odiar el término “moda”, por su utilización excesiva y por lo que me disgustan muchas de sus connotaciones. ¿Cuál es el camino que has recorrido hasta ahora? Tuve una educación de lo más común y después de completarla fui a Central Saint Martins con la intención de hacer escultura pero me di cuenta de que debía redirigir mis pasos hacia esto. También adquiriste un conocimiento amplio sobre herramientas y técnicas de bordado. Sí, gracias a mi paso por École Lesage y porque volví a Jordania, donde he vivido casi toda mi vida, para aprender con la persona que está detrás de toda la confección de prendas bordadas de la reina. De todos modos, creo que al final el aprendizaje de verdad tiene mucho más que ver con lo que uno se encarga de conocer de manera independiente. Creo en las preguntas, en las dudas. Y como cualquier otra persona que lee las noticias, yo necesito estar al día en lo visual, y siempre me quedo hasta tarde mirando millones de imágenes desde mi ordenador. Es la única forma para mí de mantener una mirada fresca sobre las cosas. ¿Además de ese flujo de imágenes, de qué otras cosas se alimenta tu trabajo? De todo. El tiempo, Internet en general, las conversaciones, la energía, la música… En suma, de cualquier terreno en el que me sienta cómoda. A pesar de que en los 90 no tuvieras ni edad para comprender lo que estaba ocurriendo en la moda, ¿te parece una locura hablar de vínculos entre aquello y tus diseños? Es divertido que digas eso, hay un tumblr que sigo que se llama La Collectionneuse, que parece un eBay japonés y solo postean prendas de diseñadores como Raf Simons, Helmut Lang y Margiela de entonces, Rei Kawakubo… Siempre trato de entender cómo estos diseñadores hicieron o hacen prendas minimalistas tan “cultas” y tan bien “informadas”. Las piezas que postean en este tumblr son viejas, han sido utilizadas y aparecen como a medio colgar en una percha, pero aún así están rebosantes de seguridad, solidez y  conocimiento. Y como diseñadora, o incluso como persona, es todo a lo que aspiro. La colección final “5 to 9” que Nafsika  Skourti ha presentado en Saint Martins ha sido una de las más aclamadas y con mayor cobertura en prensa especializada y blogs. AGANOVICH
Aganovich por Adeline Mai
¿Cuáles fueron vuestros inicios? Empezamos por enamorarnos y no querer separarnos más. Queríamos crear cosas juntos y necesitábamos encontrar una profesión que nos permitiera hacerlo. Nana había estudiado moda y pensamos que era algo que podríamos llevar cabo sin que la edad fuera un obstáculo. Y por supuesto los dos éramos adictos al poder y la belleza del vestir. ¿Cuándo sentisteis que esta elección ya era un modo de vida real? En marzo de 2008. Un falso comienzo en Londres nos había dejado completamente arruinados. Nada en el frigorífico, el alquiler sin pagar, y en vez de abandonar la moda por algo que fuera más lucrativo y más tangible, lo que hicimos fue escribir un plan de negocios de una página sobre el tipo de marca que queríamos crear. Y tuvimos la suerte de encontrar a gente que nos ayudó. ¿Quiénes os apoyaron? Hubo dos personas alucinantes en Hong Kong que creyeron en nosotros cuando nadie más lo hacía. También Diane Pernet, que estuvo allí la primera apoyándonos. Durante mucho tiempo fue ella todo lo que teníamos. Sólo Diane. ¿Hay algo que siempre tengáis en mente cuando estáis diseñando? El énfasis en la figura femenina sin el uso de la opción más obvia y vulgar del clásico reloj de arena simétrico. ¿Qué creadores admiráis dentro del mundo de la moda? Lamentablemente esta va a ser una lista bastante predecible: Alexander McQueen, Rei Kawakubo, Martin Margiela, John Galliano, Chalayan... ¿Y con qué figuras de otras disciplinas sentís que tenéis algún vínculo creativo? Quizá sea inapropiado citarles porque son todos gigantes en su campo, mientras que nosotros somos aún niños en el nuestro, pero nos encanta la obra de Juan Muñoz, los libros de Borges, la maestría escénica de los futuristas Marinetti y Mayakovski, y las grandes figuras del avant-garde ruso: Popova, Rodchenko y Malevich. Supongo que si tuviera que trazar algún tipo de paralelismo entre ellos y nosotros, diría que es la mezcla de esos misterios silenciosos, la velocidad conceptual y la bufonada lo que nos une. ¿Tenéis alguna idea sobre cómo será el futuro de Aganovich? O la dominación global o la bancarrota. Cada día estamos más convencidos de que es una o la otra, sin ninguna duda. ¿Algún proyecto utópico para entonces? Parar la propagación del universo de la moda rápida y sus terribles efectos sobre nuestras vidas, nuestro planeta y nuestra moral. Aganovich ha presentado su última colección en la semana de la moda de París y muestra ahora su colección capsula “Camera Obscura” durante esta 55º edición de la Bienal de Venecia. JACQUEMUS
Jacquemus por Edouard Plongeon
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en esta industria? Desde que era pequeño supe que quería crear una historia, un personaje… Me he hecho más o menos a mí mismo. Terminé el colegio para poder decir que lo había hecho y para obtener el título que me permitiera acceder a una escuela de moda, pero al llegar allí me di cuenta de que no era en absoluto lo mío y lo dejé. ¿En qué momento fuiste consciente de que todo esto empezaba a ser real? El día en que mi abuela vino a ver mi primer desfile a París. Me sentí muy orgulloso de ello. Ese primer desfile ha sido para mí el mayor hito en mi carrera, nunca olvidaré el sentimiento tan sólido, tan poderoso, que no había experimentado jamás. ¿Qué te impulsa a comenzar a trabajar en una colección? La excitación de crear algo, una sensación, una historia con alguien real. ¿Te sientes parte de un contexto creativo concreto? Creo que no, me siento muy independiente. No trato de hacer ni siquiera cosas nuevas, lo que trato es de llevar a cabo cosas muy JACQUEMUS, y por lo tanto eso supone algo diferente a lo que hace el resto. ¿Y qué otros trabajos te gusta seguir? Nunca dejo de sentir esa curiosidad tremenda que me invade antes de poder ver un desfile de Comme des Garçons. Siempre he admirado mucho el trabajo de Rei Kawakubo, también el de Martin Margiela y André Courrèges. Parte del universo JACQUEMUS viene definido por la manera en la que se comunican las colecciones, desde una presentación en forma de una manifestación de trabajadores, hasta los vídeos y campañas que realizas junto con Bertrand Le Pluard… Yo no me dedico a crear ropa sino a crear historias con esa ropa. Así que todas esas maneras de comunicar son casi los fundamentos de lo que hago, algo esencial para mostrar mi trabajo. En cuanto a Bertrand, me enamoré de sus autorretratos y estaba seguro de que en él iba a encontrar a la persona adecuada. Y así fue, siempre hay algo que fluye extrañamente bien entre él y yo… ¡es magia! La otra mitad de este universo tiene mucho que ver con las mujeres que lo construyen, como Caroline de Maigret, Clara Deshayes o Jeanne Damas. La verdad es que principalmente somos amigas, pero además las adoro y creo que todas ellas tienen algo muy francés, muy verdadero y también algo salvaje. ¿Sabes cómo te gustaría ver a JACQUEMUS en el futuro? Me gustaría que fuera más y más preciso. Simon Porte Jacquemus ha presentado su última colección “La Piscine” para la temporada otoño/invierno 2013 en la semana de la moda de París. PEPA SALAZAR
Pepa Salazar por Ernesto Artillo
¿Cómo te diste cuenta de que la moda era tu camino? La moda es una herramienta para expresarte, como cualquier otra, como la pintura, la fotografía… Creo que simplemente me resulta cómodo hacerlo de esta manera. ¿Ha habido alguien especialmente influyente en este camino? Isabel Sánchez me enseñó patronaje, modelaje y toda la técnica referente a los patrones, pero sobre todo el gusto por el trabajo, la paciencia y la meticulosidad. ¿Cuáles son tus referentes? Mi diseñador fetiche es Junya Watanabe, y toda la escuela japonesa en general. El dominio de las formas, los tejidos, su capacidad de reinvención y la atemporalidad de sus colecciones me fascinan. Aunque no me gusta buscar referencias en otros diseñadores porque es importante trabajar tu propio lenguaje, ese que te identifique, sin duda descubrí lo que significaba la moda con los japoneses. ¿Y con qué creadores de tu generación crees que compartes un mismo lenguaje? Me identifico con la gente que intenta crear sin basarse en las tendencias. Prefiero lo atemporal, que el trabajo tenga algo que lo haga interesante a lo largo de los años. No me gustan las modas. Tu colección S.M.L.XL ha sido muy bien recibida y ha vuelto a generar un deseo en muchos por esa manera tan pensada, elaborada y exquisita en que ha sido desarrollada. ¿Podrías explicar la intención detrás de ella? El patrón base es la pieza angular de la colección. He tratado de hacer que se mantenga reconocible en la mayoría de las piezas (con las mismas pinzas y escotes), desarrollarlo al máximo sin modificar su estructura y estudiar sus errores y escalado. Me parecía interesante poder experimentar con un patrón tan básico, investigar sus posibilidades y profundizar sobre su importancia. ¿Cuál ha sido hasta ahora el mayor hito en tu carrera? Poder desfilar en el EGO, tener la suerte de obtener el Fashion Talent y con ello desfilar en la Mercedes-Benz Fashion Week México. Verdaderamente ha supuesto una gran oportunidad para mostrar mi trabajo fuera de España. ¿Cómo te gustaría verte en el futuro? Me gustaría poder vivir de mi trabajo. ¿Algún proyecto en mente? Empezar poco a poco con las ventas, de momento ya se pueden comprar online mis zapatos en www.pepasalazar.com. Pepa Salazar ha obtenido el premio Mercedes-Benz Fashion Talent en la última edición de EGO, dentro de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.   Por Maialen Ac

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