Justo el día en el que Christian Dior celebraría su 117 aniversario, Kim Jones presenta la nueva colección masculina Winter 2022-2023 para la firma francesa, que además este año celebra 75 años.

Sí, aparentemente todo son casualidades que se convierten en causalidades llenas de sentido, pues lo que allá por 1947 se dio a conocer al mundo como el 'New Look' de la maison -el cual celebraba la ultrafeminidad y la opulencia en la moda femenina-, hoy se convierte en algo parecido pero a la masculina gracias al diseñador británico.

"Quería ahondar en los archivos, en la pureza de los inicios de la casa, en su impulso original. Nos fijamos en las primeras colecciones y nos centramos en la arquitectura, utilizando estos elementos y transformándolos casi instintivamente en piezas masculinas modernas", afirma Kim Jones.

 

Así, la “mujer-flor” –como el mismo Christian Dior las denominó–, son en el siglo XXI "hombres-flor" que conviven en sintonía (y en perpetuo movimiento) con uno de los códigos más emblemáticos de la casa francesa. Ahora bien, si en ese entonces monsieur Dior devolvió a los armarios femeninos el gusto por el glamour, el lujo y la feminidad, Kim Jones arroja ahora comodidad al armario masculino (sin por ello renunciar a la reinterpretación masculina de siluetas como la de la icónica chaqueta Bar).

Sin duda, una respuesta real a una de las mayores necesidades actuales que se hace aún más evidente con la colaboración con más hype del momento: la de la firma francesa con Birkenstock

Ahora bien, la reinterpretación de los dos modelos más icónicos de la firma alemana (teñidos con los colores de la temporada y el siempre presente gris Dior), no son los únicos objetos de deseo que la nueva colección masculina de la maison nos dejó.

De forma llamativa y natural, todas las prendas están unificadas por el savoir-faire intemporal de los ateliers franceses: desde la exuberancia de los bordados inspirados en los archivos de Christian Dior, hasta la ropa deportiva más contemporánea y los materiales técnicos más formales y elegantes. Cada pieza combina practicidad, formalidad e informalidad a partes iguales, encarnando un armario funcional para hacernos la vida cotidiana más fácil.

Asimismo, los signos y símbolos icónicos de monsieur Dior proliferan en toda la colección: la estrella, la rosa, el cannage, el leopardo o la cadena, enlazan la conexión anteriormente mencionada entre pasado y presente, especialmente a través de las joyas. 

Por su parte, los bolsos también exploran el feeling entre lo práctico y lo ornamentado: al bolso Saddle se le une el nuevo Tote Dior Corolle y un clutch vertical más estructurado, mientras que la joie de vivre y la precisión se celebran en los sombreros de Stephen Jones (quien también cumple veinticinco años como diseñador de los sombreros de la casa), gracias, en parte, a su nueva versión de la boina Doris.

Como sorpresa final, encontramos una interpretación excepcional del Tokio bordado con delicadas flores por los ateliers de Vermont, el cual refleja de nuevo el amor de Christian Dior por la naturaleza.

Si hace un siglo, tras la Segunda Guerra Mundial, gracias al New Look de monsieur Dior los ojos de la industria volvían a estar puestos sobre París, veremos si después de la presentación de las nuevas propuestas de Kim Jones, la capital francesa ya no solo será reconocida por ser la ciudad de Emily Cooper... 

 

Anna Alarcón: @_annalarcon

Imágenes: Cortesía de Dior

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