Como bien sabréis, la moda sostenible, también llamada moda ecológica, ética o slow fashion, es aquella cuyos tejidos se obtienen a través de una cadena de valor responsable. Para que esto suceda, los productores han de tener en cuenta que: los productos que se utilicen no sean tóxicos, que el ciclo de producción sea respetuoso con los terrenos de cultivo y que la mano de obra que se emplea tenga unas condiciones, derechos laborales y unos salarios dignos. Así que sabiendo estas reglas básicas, vamos a descubrir qué medidas están de nuestra mano a la hora de comprar una prenda (o no):

Visita la web de las marcas

Parece obvio, pero podemos encontrar información muy valiosa relativa a las prácticas sostenibles de las marcas que nos interesan. Generalmente suele haber una sección llamada “transparencia” donde resuelven preguntas como por ejemplo:

¿Dan información sobre el 100% de su cadena de valor?

¿Ofrecen información sobre las fábricas y sus trabajadores?

¿Colaboran con ONGs?

¿Dan instrucciones sobre cómo cuidar la prenda para que dure más tiempo?

¿Qué telas utilizan y cómo las consiguen?

¿Qué tintes utilizan para teñir las prendas?

Un gran ejemplo de esto es Attire, donde además de tener ropa digna de tu feed de Instagram, explican cómo nació la marca, con qué propósito, y en su sección de transparencia, nos cuentan lo que hay detrás de cada una de sus fábricas. Además, en su tienda desglosan el precio de cada prenda, desde lo que cuesta la tela, hasta el transporte. B-R-A-V-O.

Mira la composición

Excepto que se trate de ropa vintage, supraciclada o hecha de tela sobrante, los materiales utilizados por las marcas de moda sostenibles deberían ser reciclados o reciclables:

Algodón: El algodón ecológico u orgánico (en español solo se puede usar el término ecológico cuando nos referimos a algodón procedente de la agricultura ecológica certificada) es el algodón que se cultiva siguiendo unas normas de cultivo sin uso de pesticidas, controlando los insectos con repelentes naturales, rotación de cultivo, etc. Hay mucha controversia en cuanto a la sostenibilidad del algodón, por lo que siempre está bien informarse sobre diferentes prácticas y certificaciones que veremos más adelante en este artículo.

Cáñamo: El líder del cáñamo en España es, sin duda, Hemper, marca de mochilas hechas por una comunidad en riesgo de exclusión social en Kathmandú.

Lino: La tela con mayor volumen de producción después del algodón. La reciente colección de Ecoalf acaba de añadir este tejido a su larga lista de prendas con telas recicladas. 

Seda: Debemos fijarnos en que sea del tipo “seda pacífica”, lo que antes se llamaba seda salvaje, silk peace o seda Ahimsa, promovida desde el Sur de la India y basada en la filosofía de su mismo nombre, que predica el deber de no dañar a ninguna criatura viviente.

Madera: Puede proceder del bambú o de muebles reciclados. Los chicos de One Oak luchan contra el cambio climático con sus relojes de madera y plantan un árbol por cada artículo adquirido. 

Neumáticos: Este es uno de los muchos materiales que la española Parafina recicla para producir sus gafas.

Tencel: es considerada de las fibras más respetuosas con el medio ambiente. Se produce exclusivamente a partir de la pulpa de madera de árboles de eucalipto certificada por el Forest Stewardship Council (FSC) .

Bambú: de los más sostenibles aunque hay quien lo critica por utilizar excesivos químicos en su tratamiento al hacer tela, o por dejar sin alimento a los koalas.

¿Qué ocurre con la piel y el cuero?

Excepto que fueran reciclados y procedentes de asientos de coches o ropa vintage, estos materiales incompatible con la sostenibilidad entre otras cosas, por la cantidad de recursos naturales que consumen estas especies. Aquí PETA te explica por qué el cuero es incluso peor que la carne...

Vegan-friendly, no necesariamente es eco-friendly

No olvidemos que el hecho de que una tela no sea de origen animal, no la hace sostenible, ya que puede contener agentes artificiales contaminantes, aunque hay alternativas como por ejemplo el corcho natural, la piña o la fibra de café molido...

Los hipsters salvarán el mundo

La tendencia hipster de comprar en comercios locales es una medida muy positiva, no solo por el impacto favorable a la economía local, sino por la menor cantidad de CO2 empleada para su transporte. No obstante, exclusivamente por esto no quiere decir que la prenda en cuestión sea sostenible, ya que las telas podrían haber sido teñidas con tintes tóxicos en algún país asiático. ¡Mucho cuidado con esto!

Visita las fuentes de información adecuadas

Además de la web de la marca, algunas páginas como Rank a Brand y el Environmental Working Group utilizan criterios fiables que confirman si una marca es sostenible o no. Por otro lado, la app Good on you evalúa cientos de marcas responsables teniendo en cuenta aspectos sociales y medioambientales que actualiza con frecuencia. Además, ¡es un recurso genial para descubrir nuevas marcas sostenibles!

Un índice que debemos tener en cuenta es el Fashion Transparency Index, promovido por Fashion Revolution, que establece parámetros para elaborar un raking de las marcas que, si bien no son sostenibles, muestran una clara mejora en sus políticas de sostenibilidad a lo largo de los años. A pesar de que te pueda sorprender, Adidas, H&M y Zara aparecen en ese ranking.

Aparentemente, estas marcas han llevado a cabo iniciativas para incrementar sus hechos trazables a lo largo de la cadena de valor (materiales, trabajadores, métodos de producción, etc) y por eso también merecen ser mencionadas. 

…y entonces llegó Greenpeace

Greenpeace es otra gran fuente de información que nos ayudará a identificar si una marca es o no sostenible. Una sección de su página web llamada Detox My Fashion evalúa el impacto de 80 marcas de fast fashion que se han comprometido a disminuir la utilización de tóxicos en sus cadenas de producción en el año 2020.

TIP: ¿Cómo saber si este tipo de páginas son fiables? Si tienen renombre internacional o acaban en .org es poco probable que se trate de greenwashing...

¡Ojo a las certificaciones!

Esto seguramente puedas encontrarlo en la sección “sobre nosotros”, “ayuda”, o en la parte de abajo de cualquier web. Hay cientos de certificaciones en lo que a moda sostenible se refiere, algunas de ellas son: B-Corporation, Fair Trade Certified, Global Organic Textile Standard (GOTS), Textile Exchange, OEKO-TEX o Ecolabel

TIP: ten en cuenta que el hecho de que un producto sea fairtrade... ¡no significa que sea Fair Trade Certified!

Debates abiertos y zonas de grises

En el mundo de la sostenibilidad no todo es blanco o negro. Es cierto que estos temas siempre traen consigo dilemas éticos, pero lo que hay que tener claro en todo momento es que cualquier impacto positivo que tenga una marca, ya es digno de reconocimiento. No importa si recicla botellas de plástico o produce en Asia... Ahora lo más importante por parte de las marcas es tener claro su propósito, y por la nuestra, estar bien informados y tener criterio, así que ya sabéis ¡a poner en práctica todos estos truquitos!

 

Lara Ontiveros: @lara_ontiveros_

Imágenes: Instagram 

 

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