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urante esta semana se celebró la 080 Barcelona Fashion Week, un espacio de estilo y diseñadores emergentes que merece ser visto. Aquí sus mejores propuestas para primavera/verano
Un impresionante complejo modernista, sandalias con calcetín y un ejército deslumbrante de acreditaciones amarillas son cosas que sólo podrían convivir –amigablemente– en el contexto de una fashion week. El Hospital de Sant Pau acogía este año la décimo cuarta edición de la 080 Barcelona Fashion Week en los antiguos pabellones del emblemático recinto; pop-up stores, streetsyle, cabezas ladeadas, labios coral y hashtags como #modernismo o #ready transformaban el antiguo escenario sanitario en un hervidero de talento y prendas vaporosas.
Streetstyle en la 080 BCN Fashion Week
Streetstyle en la 080 BCN Fashion Week
Streetstyle en la 080 BCN Fashion Week
Streetstyle en la 080 BCN Fashion Week
Streetstyle en la 080 BCN Fashion Week
Cubiertos por las magníficas arcadas del pabellón principal, los diseñadores emergentes han presentado las colecciones para la próxima temporada estival. Tras el flash cegador de los primeros focos, un sonido envolvente anunciaba el repiqueteo de los tacones de Toni Garnn inaugurando la semana de la moda para Mango. La firma ya establecida apostó por presentar su próxima temporada otoñal en lugar de la veraniega, defendiendo el cuero y el paño para los los meses que se avecinan.
Miriam Ponsa, Celia Vega, Josep Abril o el recién estrenado Guillem Rodríguez apostaban por gamas oscuras como el gris marengo, el azul Klein, los tonos borgoñas y, sobre todo, el negro. Tanto diseñadores como asistentes se guiaron por los bloques cromáticos y permitieron decir, en boca grande, que
el negro no muere en verano.
Rodríguez sorprendió gratamente al público con una colección muy actual y bien efectuada, marcada por la reinterpretación de las formas clásicas masculinas como cortísimos pantalones de cintura y gabardinas vaporosas.
Manuel Bolaño también consiguió una gran ovación por parte del público. Cortes ‘baby doll’, Gothic Lolitas y la adolescencia otaku japonesa fueron los protagonistas de su apuesta, en la que el color vino, el negro y los petos gris oscuro se ganaron el reconocimiento por un trabajo impecablemente realizado. Y, tras él, Brain & Beast sorprendía con su colección “Misfit” en la que volvían a unir diseño y comercialidad, una presentación no convencional y el ondeante pelo naranja de Didi Maquiaveli cortando el aire con actitud. Ella, claro está, también consiguió una gran ovación.
Musa bajo el árbol para Brain & Beast
Musa bajo el árbol para Brain & Beast
La 080 cerraba hoy sus puertas una vez más en una fusión de colores oscuros, tonos tierra, verdes oliva y una tendencia general hacia tonalidades más áridas y menos pastel. Y, curiosamente, una línea masculina que por fin se desbanca de lo habitual y se alza sobre la femenina, demostrando que es posible arriesgar sin escandalizar a una sociedad lista para pelucas naranjas, gorros de riot y rodillas amoratadas.
Los desfiles de la ciudad condal se despiden hasta el próximo enero, entre rumores sobre la próxima localización y el agridulce retorno a la rutina diaria. Nosotros, cuuando llegue el momento, estaremos #ready.
Texto y fotografías Oriol Rodríguez
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