Este año, uno de los temas más discutidos, analizados e interpretados probablemente sea el de la sostenibilidad, que es precisamente el concepto principal del último número de la revista VANIDAD (#230). Son muchas las voces que se han alzado proponiendo nuevas fórmulas o metodologías para combatir la actual crisis climática.

Entre ellas, la del diseñador Moisés Nieto, quien en los últimos dos desfiles de la pasarela MBFW presentaba una propuesta atemporal a través de la superposición de capas. Una lección magistral de estilo como alternativa al consumo masivo de tendencias.

Vestir por capas es un recurso muy común cuando se viaja (por aquello de que nunca sabes qué tiempo hará al final del día) pero que, por sencillo que parezca, como todo, tiene sus trucos. Corres el riesgo de parecer alguien que ha salido de una tienda sin pagar poniéndose todo lo que ha podido encima, o que has intentado imitar una campaña de Gucci con resultados desastrosos.

Por eso, en VANIDAD queremos darte las claves para superponer capas y no morir en el intento. Hay 3 niveles, ¿estás lista? 

#1 Nivel principiante

Si estás iniciándote en este arte (¡definitivamente lo es!), debes priorizar la sencillez. Menos es más pasará a ser tu mantra.

Aléjate de las prendas cargadas de detalle y los estampados estridentes. Opta por prendas básicas del mismo estilo y colores monocromáticos o análogos, así como los más clásicos de nuestro vestuario –negro, blanco, gris, azul marino o tonos tierra– que combinen y creen una armonía. El objetivo debe ser en todo momento no aportar demasiada información al ojo. Keep it simple.

#2 Nivel intermedio 

En esta categoría el grado de dificultad aumenta exponencialmente. Atrévete mezclando estilos diferentes pero no demasiado dispares, como el mediterráneo con la sastrería, o el soviético con uno más urban, y busca sorprender utilizando colores opuestos o complementarios.

Combina prendas únicas, que destaquen por sí mismas, donde cada capa muestre el detalle que la hace especial, como una camisa de rallas con un cuello babero asomando tras un jersey. Contrarrestra los estampados con prendas o accesorios más sobrios. Y, si optas por looks monocromáticos, entonces juega con diferentes tejidos como la pana y la napa.

#3 Nivel experto

Llegados a este punto, todo vale. Combina diferentes tejidos en un solo look (punto, algodón, cuero sintético, metálicos…), estilos opuestos como el punk con un toque ladylike o explora los matices del formal/informal, y experimenta mezclando colores y estampados diversos…

A estas alturas te darás cuenta que no importa tanto que todo combine a la perfección como la seguridad con la que lo llevas. Así que sal a la calle segura de ti misma y diviértete, todos se preguntarán cómo lo haces para crear tales composiciones aparentemente imposibles.

Tampoco te pases, ya que la línea entre la extravagancia y el mal gusto es muy fina. Pero, como siempre, depende del ojo que lo mire. Al fin y al cabo la moda está para eso: para expresarse y divertirse. 

¿Te animas a practicar el layering este invierno?

 

Carla Tomillo: @carlatomillo

Imágenes: Instagram 

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