Que Karl Lagerfeld sabe crear un auténtico espectáculo, es un hecho más que probado. En sus anteriores colecciones para
Chanel nos sumergió en una brasserie, un supermercado... Su imaginación no tiene límites, pero en esta ocasión, su alta costura ha encontrado el marco de fondo más apropiado que podríamos imaginar:
un casino.
Lagerfeld, consciente de que la atención en la era Instagram es cada vez más difícil de captar, ha dado una nueva vuelta de tuerca, haciendo que su desfile sea el más comentado en lo que llevamos de
esta semana de la alta costura. Además de una nueva oda a los clásicos de la
maison -la camelia, los trajes de tweed, el blanco y negro, los bordados brillantes y llenos de detalle, las siluetas relajadas y el abanico de diseños de noche que pisarán la alfombra roja...-, el káiser ha logrado sorprender a la audiencia con unas invitadas muy especiales a este casino de la moda. Kristen Stewart, Rita Ora Julianne Moore, Lily Collins, Lara Stone, Jemima Kirke, Vanessa Paradis o su hija, Lily-Rose Depp -
ya te dijimos que era toda una it-girl en potencia- han desfilado hasta tomar asiento en el casino Chanel, abriendo el desfile de una manera totalmente inesperada como si de una peli de Bond se tratara. No hay nada de lo que Lagerfeld no sea capaz.
Y mientras las
celebrities hacían sus apuestas, las modelos desgranaban la propuesta de Karl. Perfectos trajes de chaqueta en
tweed, tejidos acolchados y lanas, del gris al blanco y negro, pasando por el fucsia y el azul noche. Vestidos con bordados a base de hilos metálicos, plumas, volantes,
paillettes... El minucioso trabajo artesanal de las
petites mains ha vuelto a brillar. Y el broche final ha llegado de la mano de Kendall Jenner, como una novia de tintes masculinos vestida con un impecable traje blanco. No te pierdas las mejores imágenes:
Instagram @kardashianandjenneruniverse
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