El concepto de upcycling es uno de los más sonados –y usados– entre las nuevas generaciones de diseñadores. Y es que el proceso de reutilizar materiales desechados para crear productos de mayor valor y calidad se ha convertido en toda una necesidad.

A nivel patrio, lo hemos podido ver en las últimas propuestas de algunas firmas sobre la pasarela Allianz EGO de la MBFWMadrid, así como en la 080 Barcelona. Y es que en una sociedad en la que todavía triunfa el fast-fashion, es de admirar que los nuevos talentos se atrevan a apostar por una técnica de producción más sostenible. 

Desfile de la colección «Reborn» de la Evade House. 

 

Así, apoyar a los nuevos talentos no solo impulsa la creatividad, sino que también nos conecta con propuestas frescas y auténticas que tienen mucho que decir, tanto en términos de sostenibilidad, como de género, innovación, etc. Si, como nosotros, tú también eres fan de la moda emergente, no te pierdas nuestra recopilación de marcas españolas que apuestan por cambiar el planeta en el que vivimos con sus diseños: 

4 marcas emergentes que triunfan con su upcycling

Casoná

La firma CASONÁ, fundada por Carmelá Osorio e Inés Sainz, ha abrazado el concepto del upcycling como piedra angular de su filosofía con un componente muy especial: sus diseños se realizan con telas de stock muerto de las casas de moda europeas más prestigiosas.

Fue en uno de sus viajes a las manufacturas en Portugal e Italia, donde sus creadores se dieron cuenta de la gran cantidad de textil sobrante que se desechaba y entendieron que, en lugar, de crear nuevos tejidos, podían reutilizarlos para fomentar la sostenibilidad, además de la exclusividad y la calidad de la marca.

Por ello, los textiles con los que trabajan son únicos e irrepetibles, logrando establecer una marca que no solo ofrece moda de alta calidad, sino que también promueve valores de inclusión y responsabilidad ambiental. ¡Sus diseños ya los lleva hasta la mismísima Georgina y a nosotras nos ha enamorado todo lo que hacen! Mira: 

Fatty Glassy

Fatty Glassy está revolucionando la industria de la moda con su enfoque innovador y vanguardista. ¿Su filosofía? La creación de prendas y accesorios únicos mediante el uso de materiales insólitos y técnicas de upcycling, convirtiendo lo desechado en lujo.

Los materiales inusuales son el sello distintivo de Faty Glassy, hecho que convierte a cada pieza en una obra de arte cargada de historia y significado. Así, la marca demuestra cómo la creatividad puede transformar lo ordinario en algo extraordinario, estableciendo un estándar de sostenibilidad y diseño en la moda emergente. Artistas como María Becerra, Nathy Peluso o la Zowi, ya lucen sus diseños más arriesgados. Y tú, ¿a qué esperas?

Binôme

Creada por los murcianos Andrea e Iván, estudiantes de diseño en Alicante, la marca Binôme reinterpreta los básicos de oficina con una visión contemporánea. Su nombre, inspirado en la sinergia entre las culturas murciana y francesa, define una marca que reinventa trajes, americanas y faldas ejecutivas en tonos grises, negros y blancos.

Con cortes estructurales y asimétricos, Binôme transforma prendas aparentemente clásicas en piezas modernas y de lo más versátiles. Sin duda, ¡un flechazo a primera vista!

Espíritu Club 

Espíritu Club nació en diciembre de 2021 con el propósito de conectarnos con el mundo a través de la sostenibilidad y la originalidad, creando relaciones significativas que iluminan nuestro ser más puro. En sus inicios, el proyecto se centró en dar una segunda vida a objetos y prendas olvidadas, con un firme compromiso con la sostenibilidad y circularidad. Sin embargo, la marca evolucionó hacia la creación de ropa nueva a partir de residuos textiles, reafirmando su misión de demostrar que existen formas alternativas de producción y consumo en la moda que pueden contribuir a un futuro más justo.

Gran parte de los materiales que utiliza la marca provienen de Lima, Perú, específicamente de los alrededores del centro textil de Gamarra, ciudad natal de la fundadora. Allí, se adquieren los sobrantes de producciones textiles generados por marcas de fast fashion, en un contexto marcado por las condiciones laborales precarias de quienes dependen económicamente de la venta de estos residuos. Por otro lado, la producción se lleva a cabo en Barcelona, en colaboración con Esperanza, una costurera colombiana migrante que aporta su oficio y pasión al proyecto. Cada prenda surge de la resignificación de excedentes textiles, mediante técnicas de upcycling que combinan introspección espiritual, relaciones interpersonales y la construcción de comunidades.

Actualmente, Espíritu Club se prepara para su segunda gran exhibición, titulada «OFICIOS», que se llevará a cabo el 30 de noviembre en Groc Projects, en Badalona. Esta colección anual elige como escenario una antigua fábrica textil, ahora estudio de artistas, para conectar con la esencia artesanal y comunitaria que define a la marca.

Cuéntanos… ¿conocías a todas estas marcas emergentes?

 

Alba García Valero: @albagarciava_

Imágenes: Cortesía de las marcas

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