Que DORA (a secas) es uno de los nombres fundamentales para entender las derivas del nuevo pop estatal, no es ningún secreto.
Desde que pronunció ese «Papá, ¡quiero ser cantante!» a los cuatro años, la madrileña ha ido sembrando lo que este verano se convertirá en su viaje más personal hasta la fecha: un álbum debut llamado «A flor de piel». Nos lo cuenta todo en esta entrevista:
DORA. Un secreto a voces
Dora, con tan solo quince años, comenzaste a alumbrar un carácter musical que continuaste desarrollando, con pandemia de por medio, en los años y singles siguientes. ¿Cómo recuerdas el proceso hasta llegar a tu primer material discográfico?
El proyecto empezó como mecanismo de defensa. Me costaba mucho hablar y la música me daba ese espacio que necesitaba para poder expresarme. A partir de ahí, he ido creando mi mundo y jugando con todo lo que me parecía interesante.
Siempre lo he visto como un juego, una distracción del mundo real y a la hora de hacer este primer disco, pues lo he vomitado todo. Llevaba tanto tiempo limitándome a los singles, que mi cuerpo necesitaba sacar esto que he plasmado en el disco. Mi viaje más personal hasta la fecha.
Sin embargo, en una entrevista dices recordar pronunciar por primera vez a los 4 años eso de: «Papá, ¡quiero ser cantante!»… ¡Cuéntame más!
Mi padre siempre me cuenta la historia de la primera canción que escribí. Estábamos en casa y él bajó a hacer unos recados. En una hora volvió a subir y yo había escrito un tema que se llamaba «Monsters». Recuerdo esperar impaciente y decirle: «Papá, ¡he escrito mi primera canción!».
Creo que poco después me junté en el estudio con Pional porque yo le dije que quería ser cantante y él me respondió diciendo que para eso tenía que escribir canciones. No podía quedarme con los «covers» toda la vida.
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Introducirte en el mundo artístico, con el que llevas conviviendo desde que naciste, por ti misma, ¿te ha llegado a asustar en algún momento?
Antes no me asustaba nada, supongo que porque no era tan consciente de mi alrededor. Sin embargo, a medida que me hago más mayor, me va entrando el vértigo. Empiezas a darte cuenta de lo que implica el trabajo, esfuerzo y las recompensas de ello. Pero al final eso es crecer.
A mí me gusta vivir con un poco de vértigo en lo que hago porque significa que estoy arriesgando.
¿Haber crecido rodeada de estímulos artísticos fue algo que te ayudó o complicó a la hora de buscar tu propia identidad musical libre de cualquier atadura creativa?
Estar rodeada de música solo me ha dado ventajas, la verdad. Al final, cuando somos pequeños, absorbemos todo lo que vemos y para mí siempre ha sido el arte. Siempre he estado rodeada de referencias que, poco a poco, he aprendido a transformar en algo propio.
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Te defines como una «workaholic» total, pero, ¿cómo te llevas con los ritmos de esta industria?
En mi proyecto siempre intento fijarme exclusivamente en la música. Al final el ruido de fuera distrae mucho y si estás siempre focalizado en las cosas externas (Instagram, los plays, etc) puede llegar a afectar al proceso creativo.
De hecho, tu primer EP se titula «Sin prisa no quiero morir», pero, ¿y sin pausa?
Escogí este nombre porque siempre vivo con prisas, creo que es una cosa generacional. Estamos en una era de consumo rápido, todo es de un mes para otro y eso que nos afecta a todos. Mi generación ha nacido así y otras han tenido que aprenderlo...
En la música casi se está perdiendo el formato álbum y la gente solo quiere un single masticado del que puedan aburrirse en semanas. Me dio mucho que pensar este concepto y, después de un bajón bastante gordo y una crisis existencial, llegué a la conclusión de que hay que jugar el juego, cada uno a su manera. Por ello, si no es con prisas no quiero morir.
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Casi dos años después de que publicaras tu último single, «Te vas», sacaste a relucir tu facción más pop en «Nada que perder», el cual supone la antesala de tu nuevo álbum debut. Desde tu sello la describen como la canción que te erige como la imbatible diva pop de la Generación Z a la que perteneces, ¿cuál es tu opinión ante esta descripción?
No me definiría exactamente como una diva pop. Sobre todo porque lo más probable es que el siguiente single no tenga nada que ver con el anterior… Como te he dicho antes, siempre me ha gustado jugar y en un mundo donde todo es un juego, no solo quiero ser la diva pop. Quiero ser la estrella del «rock 'n' roll», la cantante de baladas o incluso artista urbano.
Precisamente en «Play», otro de los adelantos del álbum que publicarás este verano, planteas una paradoja que muchos jóvenes experimentan en una gran ciudad. ¿Por qué sentiste la necesidad de expresar el ajetreo constante a través de la soledad y la voluntad de querer escapar de ahí o incluso de desaparecer?
Para mí escapar de la ciudad es muy complicado porque me gusta mucho y puede ser muy intenso. Acabas saturado de conocer a mucha gente y, a la misma vez, muy solo por no conocer a nadie.
«Play» está escrita durante mi primer año de independencia, donde la soledad ha estado más a mi lado que nunca. Muchas veces me he encontrado andando por la calle escuchando música, viendo a la gente pasar y me he dado cuenta de que somos muy pequeños. Hay muchas personas en el mundo y tantas cosas que hacer… que todo se hace grande y, a la vez, insignificante. Por eso en la canción digo «What can I play for?».
Somos una pieza más en un tablero de Monopoly (risas) y eso es un sentimiento bastante agridulce. Pero cuando haces las paces con ello, como he hecho yo con esta canción, creo que las cosas se van poniendo en su sitio.
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En él continúas mostrando tu manejo con el «spanglish». ¿Lo haces con algún propósito?
Mezclar inglés y español nunca ha ido con ninguna intención más que retratar mejor lo que quiero expresar con mi música. Y si eso hace que llegue a otras personas, ¡mejor!
Háblame de «Camino a Roma», el último single que has publicado, donde aflora, quizás, tu faceta más vanguardista. Para ello has colaborado con María Arnal.
«Camino a Roma» es una canción escrita para mi hermana menor, que tiene ahora un año. La escribí justo al empezar a formar el disco con Pional. María me parecía la persona indicada para entender una canción que, dentro de su simpleza, es compleja. Ella se ha adaptado perfectamente a la canción y le ha dado un toque especial y único.
Yo soy la mayor de tres chicas y todas nos llevamos muchos años de diferencia entre nosotras. Con June, por ejemplo, siempre he sentido la necesidad de protegerla y, cuando nació Roma, me volvió esa sensación, pero duplicada, porque ya no vivía en casa. Entonces esta canción es una carta para ella.
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Analizando todos estos avances del que será tu primer álbum, nos queda claro que no hay nada que se te resista. Sin embargo, ¿hay algún género que te haya resultado más desafiante o con el que no hayas terminado de sentirte cómoda?
A cada género que pruebo trato de darle mi vuelta personal. Lo hago mío y por eso me siento cómoda con muchas cosas. Algún día me gustaría hacer un tema de reguetón, de esos que están como desconfigurados, rollo Arca o Miink. Solo por pasarlo bien.
Como me has dicho, la producción del tema vuelve a correr a cargo de Pional, tu mano derecha en esa faceta. ¿Cómo os complementáis a nivel creativo? ¿Qué significa para ti tenerle en el proyecto?
Pional es mi alma gemela en la música. Es mi familia y mi compañero de curro. Me ha enseñado muchas de las cosas que sé a día de hoy, como las horas de trabajo, la producción, etc, y es una parte esencial en lo que ha sido la creación de este disco. A nivel creativo tenemos una dinámica que funciona bien, los dos somos muy rápidos y nos entendemos como dos gotas de agua.
Para mí esto es un proyecto de los dos y tenerle a mi lado es un privilegio. Me encanta trabajar con él.
Sabemos que de ti solo nos queda esperar lo inesperado, pero, ¿qué más nos puedes adelantar del álbum?
El álbum es un reflejo de lo que han sido mis últimos años de crecimiento. Una reflexión sobre la vida y cómo hacerse mayor. Es un trozo de mí y representa muchas de mis referencias. Radiohead, strokes, Eliza, Mos def… Por ello se llama «A flor de piel».
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Texto: Anna Alarcón @_annalarcon
Fotografía: Antártica @antarticaestudio
Vídeo: Elena Martínez Santos @elenamartinezsantos
Estilismo: Paloma González Durántez @palomagonzalezdurantez
Maquillaje y peluquería: Lucas Margarit @lucas.margarit ( Another Artist Agency)
Agradecimientos: Espacio Nueva Calorina @espacionuevacarolina