Ser la primera expulsada de Operación Triunfo no le frenó, todo lo contrario. Mimi Doblas ha pasado a convertirse en el fenómeno de Lola Índigo como por arte de magia y ahora, ahora simplemente convierte en éxito todo lo que toca. Hablamos con una de las apuestas musicales más fuertes de nuestro país.
Bomber de Roberto Cavalli y pantalón, body y collar de Uterqüe
¿Cómo te ha cambiado tu vida en apenas un año?
Ni un año. En 6 meses. Yo cuento mi cambio real a partir de Ya No Quiero Na’, sin duda. Supongo que el que saliera finalista y se encontrara con una marea de seguidores y de gente fanática, podrá decirte otra cosa, pero yo he creado a mis fans a raíz de sacar mi propia música.
¿Qué te hizo presentarte a un programa de televisión como Operación Triunfo para empezar tu carrera como cantante?
Para mí, una cosa que se llama Operación Triunfo y que es una Academia 24 horas sirve para aprender, así que fui principalmente para formarme. Yo ya tenía tablas en el escenario pero no en los aspectos más técnicos de canto, de armonía. Entrar en Operación Triunfo suponía tener la oportunidad y la gran suerte de trabajar con el artista Manu Guix, de hacer cosas con las que siempre había soñado pero que no había podido hacer... Yo sí se lo que vale un peine y para mí, entrar en OT era como recibir una beca para hacer lo que me gusta.
¿Qué puedes contarnos de la experiencia?
La verdad es que me sentí un poco telonera y el que no te lo diga, miente. Todos nos hemos sentido teloneros de los finalistas pero es lo que hay. Yo hice mi trabajo, cogí mis tablas, me lo pase súper bien, aprendí un montón y luego tuve la oportunidad de sacar mi propio proyecto que era lo que realmente quería y me importaba.
Después de salir de la Academia, ¿cómo te empezaste a buscar la vida? ¿Te llamaron, llamaste...?
Dejé que las cosas fluyeran. Después del programa nos juntaron con productores para que probáramos a componer. Conocí a Bruno Valverde, que fue de los primeros que me presentaron y que vi más afín a lo que yo quería hacer. Le llevé la idea de Ya No Quiero Na’ y él simplemente puso música a lo que yo quería contar.
¿Cuándo lo lanzaste, esperabas que se convirtiera en un himno para las nuevas generaciones como lo es a día de hoy?
Es muy fuerte. Lo hicimos con nada de presupuesto y además, con la mala suerte de que tuvimos problemas con la localización, con la organización de las chicas... Cuando empiezas un proyecto es muy importante confiar porque no sabes qué va a pasar. En ese momento yo no era nada, solo la primera expulsada de Operación Triunfo y ahora me sale gente de debajo de las piedras. Por eso al principio sí que fue muy complicado encontrar a gente que confiara en el proyecto y que quisiera hacer el vídeo con tan poco dinero. El estilismo lo hice yo, lo compré yo, juntamos lo que teníamos entre todos... ¡y salió! Es muy calle pero en realidad es así cómo funcionamos. Ese espíritu freelance que sigue entre nosotros aunque estemos con una discográfica.
Según tu representante, te gusta que todo salga perfecto. ¿Hasta que punto te implicas en tenerlo todo controlado?
Hasta el punto de estar ahora mismo dibujando mi propio vestuario de la gira mientras me maquillan. Tengo las cosas muy claras en mi cabeza y hago todo lo posible para que mi equipo lo pueda entender. Para mí, preocuparme por los detalles es muy importante. No te voy a negar que me entretienen muchísimo, pero es que si no lo hiciera, nunca saldría a mi gusto.
Vestidos de Miro Misljen (Begemont Art & Fashion Gallery), zapatillas de Reebok, calcetines de Hysteria by Happy Socks y pendientes Lola de Uterqüe
¿Cómo ha sido trabajar con Mala Rodríguez en Mujer Bruja?
Mala es una artista que lleva toda la vida, que está consagradísima, que sabe cuál es su lugar. Ella estaba avanzadísima a su generación, fue la primera. Cuando salió, tenía un mensaje empoderadísimo y decía cosas que nadie se atrevía a decir en un momento en el que las cosas sí que estaban realmente jodidas para decirlas... Ahora todas hemos salido, nos sentimos libres, notamos que es fácil decir las cosas, pero cuando ella lo hizo, era totalmente revolucionario. Por eso te digo que ahora que ella ya lo tiene hecho, que sabe quién es, significa mucho que me amadrine a mí de esta manera, que me tenga este cariño y que me abrace, demuestra que todo es hermandad y que entre mujeres no tenemos por qué competir. Mala estuvo muy a pie de obra y súper pendiente de todo lo que pasaba con la canción. Nos escribíamos casi a diario por redes... ¡Quién nos iba a decir que se convertiría en la canción con más streaming de 2019!
¿Cómo llegasteis la una a la otra?
Aunque parezca raro, con Mala no teníamos ningún amigo en común. La llevo siguiendo y admirando desde que tengo uso de razón. Cantaba Tengo un Trato con 8 años. Ha sido mi ídolo y mi modelo a seguir desde siempre. Por eso, cuando escribí Mujer Bruja (Mala tiene un álbum que se llama Bruja), me pareció que ambas encajábamos perfectamente con el concepto de la canción y con este término. Tenía que ser ella.
¿Cómo sois la nueva generación de artistas? ¿Qué crees que os diferencia de las anteriores?
Veo a mi generación valiente. Con ganas de hacer cosas innovadoras y sobretodo, de mestizaje. Veo que el concepto de indie y de mainstream se está diluyendo. Colaboramos unos con otros, es todo como una misma cosa. Además antes no había una promoción tan grande. Ahora no es tan difícil darse a conocer. Tenemos las redes sociales y además, la viralidad de las cosas, así que si lo que haces es de corazón y es bueno, ten claro que llegará a la gente. Así es como unos nos conocemos con los otros y como nos convertimos en una misma cosa que al final es música. Sin etiquetas, que siempre están de más en todos los sentidos de la vida.
Precisamente has dicho que Índigo hace homenaje a la parte más espiritual de lo que ahora llamamos millennial...
Creo en una nueva generación con una nueva forma de pensar, con una nueva empatía con el resto de las personas, con la Tierra, con todo. Índigo fue un concepto que aprendí en un viaje a Tailandia hace dos años o así. Lo desarrollé mucho y allí encontré un pequeño retiro espiritual que define a la perfección lo que somos y lo que hacemos.
Americana de Xevi Fernández, blusa y pantalón de Georges Rech y pendientes de BIIS
En una entrevista decías que Twitter te pone de los nervios. ¿Serías capaz de eliminar tus perfiles de redes sociales y vivir sin ellas?
Si te soy sincera, no lo hago porque lo necesito para el trabajo y porque al final, aunque a veces me estrese, mi personalidad es la que es. Si ya estoy criada no me vais a cambiar mucho... (risas). Tengo una buena educación y además tengo las cosas muy claras por eso a veces peco de decirlas con mi malafollá granaina y puedo resultar demasiado directa, sobretodo en redes sociales. Pero es parte de lo que soy, así que a quien no le guste, solo tiene que dejarme de seguir.
¿Cómo ves el futuro de la industria musical? ¿Y el de Lola Índigo?
Muy largo y muy guay. Me flipa este auge de la música latina, española, urbana... Nos viene súper bien a todos. Siento que he salido justo en el momento en el que tenía que salir y para mí es muy divertido. Hay música para todos los estados de ánimo, para todos los momentos y toda la música es válida. Pienso que hay un hueco para todo el mundo y es que, como dije hace un tiempo en Twitter precisamente: "¿qué os pasa a los culturetas, no bailáis en las discotecas?".
Hoy presentas al mundo tu primer álbum debut. ¿Qué representa para ti Akelarre?
Akelarre gira entorno a un hilo conductor. La manera más fácil de explicarlo es que narra el cuento de la bruja. Todo envuelve un algo de misticismo y de un mundo fantástico pero siempre llevándolo hasta la pista de baile, lo comercial y por supuesto, el empoderamiento femenino. Para mí simboliza todas mis mujeres y mis hombres que apoyan a las mujeres juntos. Este es mi verdadero aquelarre.
Texto: Anna Alarcón @_annalarcon
Fotografía: Noah Pharrell @noah_pharrell
Estilismo: Manu Requejo @tataxuu
Asistente de estilismo: Yaiza Fernández Pérez @yaiza_fernandez_
Maquillaje y peluquería: Antonio Romero @antonioromeromakeup para MAC y Aussie (Ana Prado)
Agradecimientos al Hotel Barceló Imagine