Repasamos el legado de ANNA WINTOUR tras el fin de su era como directora

Después de casi cuatro décadas dirigiendo Vogue US, Anna Wintour se hace a un lado. Aunque no se retira del todo… ¿Quién tomará su relevo?

Este junio de 2025 marca un antes y un después en la historia de la moda editorial. Anna Wintour, símbolo indiscutible de Vogue, ha anunciado que deja la dirección de la edición estadounidense de la revista tras 37 años.

Ahora bien, su renuncia no implica un retiro total: continuará como directora de contenidos globales de Condé Nast, supervisando las ediciones internacionales de Vogue y marcando las líneas maestras del grupo desde una nueva posición. Sin embargo, su adiós a la gestión diaria de Vogue US, es la señal de que la industria se prepara para una nueva era, aunque siempre bajo el guiño silencioso de su inconfundible melena bob y esas gafas de sol oscuras que jamás abandonará.

Sin duda, esta figura inmortalizada en el personaje de Miranda Priestly en «El diablo viste de Prada», deja un vacío difícil de llenar en el trono editorial más codiciado del planeta. ¿Por qué? Ahora te lo contamos.

Miranda Prestley en «El Diablo se viste de Prada» David Frankel
«El Diablo se viste de Prada», David Frankel (2006)

El legado de ANNA WINTOUR en la historia de la industria

Portadas que cambiaron las reglas del juego

Antes de la llegada de Anna Wintour a Vogue US, la revista era un bastión inamovible de glamour tradicional y portadas perfectas, casi inalcanzables. Pero en 1988, cuando asumió el mando, lo hizo con una visión clara: romper moldes. Su primera portada, protagonizada por una sonriente Michaela Bercu en vaqueros, fue el comienzo de una revolución estética que apostaba por la autenticidad, la cercanía y que distaba de las portadas artificiales que dominaban las revistas de la época.

Dejó atrás la exclusividad de las supermodelos para darle protagonismo a íconos culturales, adelantándose a una tendencia que hoy parece natural, pero que en su momento fue polémica. Su visión innovadora trajo en portada a celebridades como Madonna en bañador en 1989; a hombres como Harry Styles o Richard Gere; y, por supuesto, a Kim Kardashian y Kanye West, quienes protagonizaron esa portada de 2014 titulada «Tiempos surrealistas», donde la moda dialogaba con el fenómeno mediático y las redes sociales.

Anna Wintour deja la dirección de Vogue US
@wintourworld

La MET Gala

Uno no puede hablar de Anna Wintour sin mencionar la transformación definitiva de la Gala del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York. Desde que asumió la presidencia del Costume Institute en 1995, Wintour convirtió una tradicional recaudación de fondos, en el acontecimiento social más esperado del año: un desfile de alta costura que eclipsa incluso a los Oscar.

Cada edición de la MET Gala es una coreografía impecable, con una temática que dicta no solo la estética sino también el rumbo cultural de la moda contemporánea. Bajo su liderazgo, el evento se ha transformado en un escenario donde diseñadores, celebridades y figuras públicas no solo desfilan, sino que narran la historia de la industria con vestidos y referencias artísticas que traspasan la mera alfombra roja para convertirse en manifiestos visuales.

Foto espejo MET Gala 2025
@lauraharrier

Grandes alianzas

Las alianzas que Anna Wintour ha establecido a lo largo de su carrera no son solo relaciones profesionales, sino pilares fundamentales que han definido y sostenido su poder en la industria de la moda. Al colaborar estrechamente con diseñadores icónicos como Karl Lagerfeld, Marc Jacobs o Alexander McQueen, Wintour no solo ha promovido sus creaciones, sino que ha influido directamente en qué tendencias llegan a las masas y cómo se percibe la moda a nivel global.

Además, su relación con fotógrafos de renombre como Mario Testino, Steven Meisel o Annie Leibovitz, ha elevado la calidad visual y artística de las revista, haciendo que cada edición sea un referente estético y cultural.

Sin embargo, no todas las relaciones fueron armoniosas: su antigua mano derecha, André Leon Talley, pasó de ser un aliado cercano a protagonizar un conflicto público que reflejó tensiones internas y dio pie a debates sobre poder y diversidad en la moda…

Kim Jones y Anna Wintour
@wintourworld

¿Quién tomará el relevo de Anna Wintour en Vogue?

El cambio llega en un momento delicado para la industria: el sector editorial se encuentra redefiniendo sus estructuras, y Condé Nast ya ha dado señales de que busca liderazgos más operativos y colaborativos. La misma Anna Wintour ha declarado: «He descubierto que mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados en revolucionar el sector con sus propias ideas, respaldadas por una visión nueva y emocionante de lo que puede ser una gran empresa de medios. Y ese es exactamente el tipo de persona que necesitamos ahora para ser Director Ejecutivo de Vogue US».

Así, la persona que tome el testigo no solo deberá enfrentarse a la sombra de una leyenda, sino también a una audiencia más joven, más crítica y más digital. ¿Será alguien del círculo íntimo de Wintour o una figura ajena con una visión disruptiva? Sea quien sea, tendrá la difícil tarea de equilibrar innovación con legado y de estar a la altura de Anna después de casi cuatro décadas de completo dominio editorial.

Sofía Villar: @sofiavillarb

Imágenes: Instagram.

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