Colorete rosa, no sólo para tus mejillas
El colorete puede tener muchas vidas diferentes, ¡atrévete a cambiarlo de lugar y descubrir nuevos usos!
Seguro que llevas un pequeño estuche con colorete en tu bolso. Es un must para todas nosotras, sobretodo en esos días que hemos dormido poco o la mala cara es irremediable. Estamos muy acostumbradas a este producto, tanto, que incluso cometemos errores como espolvorear en la nariz, muchas veces copiado de nuestras madres, nos parece algo normal. Pero aún no sabes todo lo que un colorete puede hacer por ti.
Comenzamos por la sombra de ojos. Da igual si es rosa, marrón o naranja (esto es más atrevido). Este truco es mucho mejor si tienes una caja de colorete de varias tonalidades para mezclar.
Si este es el caso puedes aplicar (con la yema del dedo anular) una fina capa del color más oscuro en la parte del final del ojo. Hazlo hacia dentro y con movimientos circulares, muy leves, sin apretar. No llegues hasta el lagrimal, para en la mitad del ojo, limpiate el dedo y ve a por otro tono claro. Ese puede ir de la mitad al lagrimal o hasta unos milímetros antes si en tu cajita hay un tono incluso más claro. Ese será el toque final.
Una vez hecho, limpia de nuevo el dedo y con pequeños círculos ve desde el lagrimal hasta el rabillo del ojo. ¡Tachan! ¡Maquillaje express para ir ligera de equipaje!
Ahora vamos con las ojeras. Este funciona con los tonos rosas claros, y mejor si no tienen brillo. Es tan fácil como mojarte el dedo anular levemente y coger algo del colorete. Aplícalo sobre la zona oscura con leves toques, y mientras se esparce muévelo, siempre hacia el exterior.
Trata de difuminarlo pero de darle al mismo tiempo un color más claro a ese tono oscuro de las ojeras. ¡Et voilà!
Para los labios hay dos trucos. El primero es de pintalabios. Esto funciona mucho mejor con coloretes en crema pero no hace daño humedecer de nuevo los dedos para convertir en crema tu colorete en polvo favorito y aplicarlo en los labios.
Colorete Maybelline
El segundo truco es el matizador. Puedes usar un fino pañuelo de papel o hacerlo directamente sobre los labios pintados. Con un pincel distribuye una generosa cantidad para fijar el color que has utilizado. Con un colorete con brillo y algo de color el añadirás matices a tus labios dependiendo de la luz que te de.
Ana Jurado Mata