Hace ya una década Gwyneth Paltrow (¿no es ella pionera de casi todas las tendencias?) ya recomendaba esta técnica para aliviar sus dolores de espalda y, consecuentemente, Internet se le echaba encima por lo llamativo de los efectos inmediatos de la aplicación de las ventosas. Ahora, con la marejada de técnicas orientales que dejan rastro al otro lado del planeta (véase el Gua Sha), esta terapia llega para prometer resultados rejuvenecedores y anti-gravitatorios. Pero, ¿cómo funciona?

¿Qué es el cupping?

El cupping parte de pequeñas ventosas de plástico o cavidades de cristal que crean un vacío al ser colocadas sobre la piel, la cual queda succionada o atrapada dentro. De esta forma diferente de masajear y estimular los tejidos, se descongestiona y activa la circulación de sangre y linfa de manera localizada.

Las aplicaciones son múltiples, aunque como toda terapia alternativa genera escepticismo, por la falta de estudios que avalen sus beneficios, o creencia ciega, y sino que se lo digan a Jennifer Aniston, que también confía en ella.

En lo que no hay lugar a dudas es en los efectos colaterales del tratamiento. La aparición de molestias o dolor durante su realización es bastante común, también el que al finalizarlo queden señales resultantes del micro-traumatismo circulatorio, más o menos visibles y que a veces tardarán unos días en absorberse.

Imagen @lepurecom

 

Como decíamos, la versatilidad del cupping hace que sea posible recibirlo desde el ámbito de la fisioterapia para mejorar la recuperación muscular o aliviar molestias, pero las ventosas también se han hecho un hueco en el mundo de la belleza, especialmente entre los Tik Tokers atraídos por lo espectacular de su puesta en práctica.

En este caso, se suele optar por ventosas de silicona o material flexible que eliminan el aire en su interior, succionando la tez y deslizándose mediante la ayuda de un cosmético de base grasa que permita no friccionar en exceso. Si quieres poner en práctica algo de la sabiduría china versionada en clave generación Z, a continuación te contamos qué productos son nuestros favoritos para ello.

Imagen @paiskincare. Aceite de Rosa Mosqueta, de Pai Skincare

 

Un clásico entre los aceites faciales que ha recibido premios por todo el mundo dado su carácter polifacético y alta capacidad regenerativa. Perfecto para todo tipo de pieles, combate las imperfecciones, deshidratación, falta de luminosidad y rojeces, por lo que aquellas secas o sensibles no podrán separarse de él. Aporta omega 3, 6 y 9, además de carotenoides que luchan contra los daños de los radicales libres.

Aceite Acuoso de Juventud Abeille Royale, de Guerlain

 

Una textura algo menos oleosa, pero perfecta para trabajar con las ventosas, es la que ofrece este sérum que combina miel de abeja negra con jalea real. Su tecnología con microcápsulas permite concentrar su capacidad estimulante y redensificante, dejando una sensación fresca y nada pesada. Ilumina, reafirma y recupera la suavidad y jugosidad cutáneas.

Midnight Rejuvenation, de Le Pure en Opuntia Organics

 

También disponible en un kit junto a su ventosa de diseño propio, la The Sculpting Mirage Cup, este aceite de la firma ecocertificada, Le Pure, es una maravilla para masajear el rostro. Contiene ácidos grasos, que equilibran el manto hidrolipidico, y betacarotenos antioxidantes procedentes de la caléndula para mantener la lozanía por más tiempo.

 

Imagen @paiskincare 

 

Si te apetece aventurarte en la tendencia CBD, el Aceite Calmante CBD de La Chinata, es una excelente opción. Las propiedades fitoterapéuticas del cannabidiol permiten ralentizar el envejecimiento cutáneo prematuro, además de calmar y desinflamar, por lo que ayuda a aliviar irritaciones o alteraciones si no eres experta en el cupping. De hecho, las dermatitis atópicas, rosáceas y psoriasis también podrán ver mejoría tras su uso.

Aceite reestructurante Calm-Essentiel, de Clarins

 

Un aceite nutritivo específico para pieles delicadas con un 98% de ingredientes de origen natural. Contiene una molécula purificada de la salvia esclarea, que protege y reconforta, extracto de marrubio, presente en la marca desde 1991 para contrarrestar los efectos de la contaminación, y aceites de camelia y albaricoque BIO.

Dual Essence, de Sensai

 

Acabamos de la mano de Sensai con una versátil esencia bifásica que hidrata e ilumina. Contiene aceites vegetales y un activo antienvejecimiento patentado inspirado en la seda japonesa, el Koishimaru Silk Royal™, con el fin de replicar su tacto. Para ello alisa, acondicionar y revitaliza la tez, que queda suave como el milenario tejido.

 

Berta Almagro: @bertalmagro

Imágenes: Cortesía de las firmas