Vivimos en la era del todo o nada, de los once pasos de cuidado facial o, por el contrario, una que elimina todo lo superfluo para apostar por productos que atacan diferentes frentes con una misma fórmula. Frente al consumismo, se nos presenta la reacción de usar menos productos, también por el poco tiempo disponible y por esa recomendación tan longeva que parecía obsoleta de “menos es más”. Es decir, no siempre más cantidad significa mejor, de hecho, en ocasiones puede resultar una piel asfixiada químicamente o maltratada por exceso de cuidado. Paradójico, pero real.

Hoy te dejamos con algunos productos que te ayudarán a reducir la extensión de tu rutina, sin comprometer la eficacia o el hedonismo, claro está:

Pigmenbio H2O, de Bioderma

Hace tiempo que el agua micelar ha trascendido su función meramente limpiadora para convertirse en el producto de belleza multifunción por antonomasia. Limpia, desmaquilla y tonifica la piel, no diremos que de la misma manera que los tres pasos aplicados de manera independiente, pero sí con una alta eficacia y tolerancia. Este nuevo lanzamiento de Bioderma, la pionera en el tema, añade a sus funciones de siempre la de iluminar y unificar el tono de la piel, por lo que está especialmente pensada para usuarios preocupados por las manchas oscuras fruto de la edad o el sol. Para ello, cuenta con ácido cítrico y aceite de karité, que refina la textura superficial, a la vez que ofrece una sensación cómoda y una amplia tolerancia, incluso en los ojos.

Teint Couture City Balm, de Givenchy

Las bases de maquillaje que “solo” añaden color al rostro, son cosa del pasado. Ahora buscamos productos híbridos que unifiquen el tono y además, aporten otros beneficios cosméticos como hidratación o protección. El entorno urbano ha resultado el contexto perfecto donde ponerlas a prueba, como el último lanzamiento de Givenchy con protección media de SPF25, que actúa también como un escudo frente a la contaminación y la luz azul de las pantallas. Gracias a su extracto de karité, hidrata y aporta una carga de flavonoides antioxidantes muy interesante del extracto de regaliz, todo ello dejando una sensación de rostro desnudo, pero uniforme y, desde luego, preparado para la jungla urbana.

Bálsamo de labios, de Boy de Chanel

 

Aquí sumamos funciones en un producto para él, para ella, para todos. El bálsamo de la colección de make up masculina, Boy de Chanel, nos sirve de producto multiusos ya que hidrata de manera localizada y aporta un sutil brillo que no llega al de iluminador. Por eso nos encanta para acondicionar labios, pero también como medida de emergencia anti-sequedad general en aeropuertos y aviones. Incluso para aportar glow a mejillas y párpados de una manera cómoda y sutil por su textura fina y ligera. Con jojoba y vitamina E para ese aporte antioxidante y acondicionador que no aporta grasa a la piel. ¡Simplemente perfecto!

Microliner Ink, de Shiseido

 

Este eyeliner posee una textura curiosa que, al contacto con la piel, se convierte en tinta, por lo que resulta genial para varias tareas. Por una parte, delinear las pestañas de manera natural a prueba de lágrimas. Por otra, definir las cejas de manera precisa para que parezcan trazos de microblading gracias a su punta fina. Por último, nos encanta para marcar unas pecas falsas. Solo recuerda trabajar el producto antes de que quede fijo en la piel con el calor de la yema de los dedos, así se integrará perfectamente.

Bálsamo reparador con aceite de argán, de Garnier BIO

Todos necesitamos un bálsamo que lo cure todo y este, puede ser un buen aliado. Su composición a base de aceite de argán, recompone las pieles castigadas, renueva las zonas más resecas como rodillas, talones o codos, e incluso, en los casos extremadamente deshidratados y desnutridos de manera natural o por agresores externos como el viento, la sal o la arena de la costa, puede resultar una excelente opción aftersun. El argán también ayudará a la cicatrización de heridas, siempre y cuando no estén abiertas, por lo que realmente lo tendrás en tu neceser como un básico del mismo.

Mascarilla Jet Lag, de Summer Fridays

Una aparición en las redes sociales de Kim Kardashian fue suficiente para que este producto se convirtiera en el producto de culto (postmoderno). Su aspecto exterior elegante y sofisticado, muy de la era de Instagram, parecía no esconder mucho más que una mascarilla ideada para pieles deshidratadas, estresadas o asfixiadas. Nada fuera de lo que reclaman las nuevas generaciones para hacer frente al ritmo de vida moderno... Sin embargo, su fórmula con extracto de castaño, vitamina C y niacinamida, una bomba de vitaminas y antioxidantes, esconde mucho más. Sí, perfecta para recuperar la piel de situaciones que la pongan al límite, por su suave acción exfoliante, iluminadora y unificadora del tono, pero su aplicación puntual queda superada por su función de hidratante diaria o prebase bajo el maquillaje. ¡Lo más!

 

Berta Almagro: @bertalmagro

Imágenes: Cortesía de las firmas