Seguramente muchas de vosotras ha tenido la frustrante sensación de no encajar en ninguna talla de sujetador cada vez que visitan una tienda convencional (nosotras lo hemos vivido). Lo que sucede es lo siguiente: Después de probarte los 40 ejemplares que crees que te quedarán bien y no obtener un buen resultado... te rindes y por fin preguntas a la desesperada ¿Cuál es mi talla de pecho? La respuesta llega en forma de tres preguntas: ¿Qué buscas? ¿Cuáles son tus gustos? y ¿tienes alguna idea de tu talla? Tu respuesta es una cara de incógnita. Buscar un sujetador perfecto resulta más complicado que buscar un tesoro perdido. Después de una pequeña evaluación ves la luz al final del túnel cuando crees tener en tus manos el sujetador de tus sueños. En caso de que el resultado final sea positivo podrás darte con un canto en los dientes pero por desgracia la mayoría de las veces hay algo que no encaja. Comprar un buen sujetador puede variar según la función del fabricante, el tejido o el modelo, no hay que olvidar que la mujer puede llegar a tener hasta 5 tallas diferentes dentro de una misma marca. Y además, el tamaño y la forma de los senos varían en cinco momentos a lo largo de nuestras vidas. La clave está en tres preguntas básicas que deberías hacerte o hacerle a un experto: Cuando llevas la talla que compras regularmente: ¿Los tirantes aprietan, se deslizan o están ajustados? ¿La parte del sujetador que se cierra en tu espalda aprieta, se desliza o está ajustado? ¿La copa te apreta, sobra espacio o se ajusta? Pueden parecer preguntas obvias, pero debes responderlas correctamente para no vivir el sufrimiento de un sujetador de una talla errónea. Está claro que no se puede comprar lencería sin antes probártela, por eso las compras online suponen un riesgo absoluto a no ser que tengas una asesora profesional que sepa cómo deben quedarte los tirantes, a qué altura de la espalda, hasta dónde debe llegar la copa, dónde comienza tu pecho y que tipo de escote te favorece, además de un sinfín de aspectos importantísimos que una misma debe de conocer, pero en caso de que tengas la suerte de tener tu propia asesora, estás salvada. Y para las que no tengamos esa posibilidad tenemos la opción de poder asistir a tiendas de lencería tales como Intimissimi, Oysho, Etam etc.. que ofrecen una amplia gama de sujetadores, braguitas y todo tipo de complementos para mujeres y hombres de 15 a 50 años. La posibilidad de sentirte guapa y atractiva en ropa interior es un derecho que tenemos todas. No dejes que la incomodidad te detenga. Lorena Orza