En el mundo de lo que se lleva y lo que no, la autoría es un tema que genera debate recurrentemente, ya que, donde la sobreinformación y la inmediatez son ley, los límites entre la inspiración, la versión, el homenaje o la pura copia están más desdibujados. ¿Quién puede poseer un concepto, una idea, una tendencia hasta considerarla propia?
Estas cuestiones fueron claves en la polémica generada hace unos días alrededor de los brownie glazed lips, cuando Hailey Bieber acuñó el término al referirse a un maquillaje de labios que subió a sus redes sociales. Realmente era un estilo que habíamos visto frecuentemente estos últimos años, desde Kylie Jenner a Ester Expósito, pero internet no tardó mucho en detectar la "nueva" tendencia y difundirla. Así el enfrentamiento, impulsado por TikTok, estaba servido.
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Múltiples Tiktokers se encargaron de dinamitarla, haciendo un repaso de todas las ocasiones en las que actrices, modelos y cantantes afroamericanas habían llevado la supuesta novedad. Hacer un breve repaso por la historia había servido para reavivar el debate de la apropiación cultural, al que le quedan muchos capítulos.
El malestar venía por el origen de este "tip" de maquillaje: la mujer afroamericana, para quien llevar este look no supuso en su momento marcar tendencia. Más bien, se trataba de una obligación impuesta por el mercado cosmético que la ninguneaba para encasillarla dentro de una imagen marginal o gueto.
Sir John, el maquillador de cabecera de Beyoncé, no tardó en destacar que los brownie glazed lips no eran más que un nombre vacío que hacía olvidar que ellas lo habían llevado primero, pese a no ser tan aceptados como ahora. Los fans de la modelo no tardaron en responder a las acusaciones sobre apropiación culturar recordando que la madre de Hailey es brasileña, por lo que ella sería su inspiración y quien le enseñase la técnica.
Más allá de raza e identidad, que no es nuestro tema de hoy, lo interesante de esta cuestión es reconocer la importancia de no estancarse en el presente y ser justos con el pasado que pueda inspirarnos. Así que vamos con un repaso de los mejores productos para lograr este maquillaje, de la mano de algunas de sus embajadoras más icónicas:
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Durante la década de 1990 fue otro tono de Mac cosmetics, el Chestnut, el que triunfó para delinear el contorno de los labios y difuminar hacia el centro de la boca para obtener un degradé que incrementara ópticamente el volumen. En entrevistas con el maquillador, Sir John comentó que actualmente usaba el más claro, Stripdown, para Beyoncé.
MAC cosmetics. Precio: 23€
Mary J. Blige ha lucido, y luce, este efecto en los labios como nadie. Además del perfilador, para rendirle homenaje necesitarás un brillo que maximice el efecto jugoso. Ella elige este de Fenty Beauty, disponible en tres tonos para complementar todos los tonos de piel y enriquecido con manteca de karité. El beige rosado bajo el nombre, Fenty glow, es el que le copiamos a la neoyorquina porque resulta muy favorecedor.
Fenty Beauty vía Sephora. Precio: 21,99€
La cantante, compositora, productora y, en general, visionaria, Missy Elliott, también solía elegir glosses claros para realzar el contraste con el delineador marrón. Su maquilladora, Alexandra Butler, confesó en una ocasión que le encanta el tono Cashmere de la marca, Black radiance, para ella. Tienes una opción muy similar en cuanto a textura en la marca NYX. ¿Nuestra recomendación? Los tonos Milk n hunny y Salted caramel shake.
NYX. Precio: 8,95€
En la actualidad, muchas cantantes y músicas han lucido a esta tendencia, de Doja Cat a Cardi B, pasando por Camilla Cabello, Bad Gyal o Naty Peluso. Pese a sus obvias diferencias físicas, todas coinciden en la importancia de elegir el color adecuado de perfilador. Uno que funciona a las mil maravillas es el Lip cheat en el tono Pillow talk, de Charlotte Tilbury. Al original, demasiado rosado para algunos casos, han sumado ahora uno intenso perfecto para tez oscura o un efecto más marcado. Lo mejor es que dura y dura sin resecar.
Charlotte Tilbury. Precio: 23€
Hace treinta años, la falta de colorido adaptado a su piel hacía que las mujeres negras y latinas optaran por perfiladores de ojos o tonos marrones oscuros para perfilar su boca. Una opción actual que recoge ese gusto noventero es el lápiz de Chanel en el tono Nude brun. Su fórmula se desliza suavemente y difumina a las mil maravillas para dejar un acabado mate. Ideal para que sea el protagonista, bajo un brillo traslúcido. Sobre todo, en fototipos claros.
Chanel. Precio: 26€
Otra opción interesante es hacerte con varios colores diferentes de perfilador y jugar con ellos según la estación del año. La clave es siempre respetar en el centro el color natural del labio e ir intensificando el pigmento aplicado según alcances los bordes de la boca. En Dior tienes muchas opciones diferentes de marrones, algunos con matices ciruela, otros teja, beige o rosado. Su fórmula es suave, con manteca de karité, y flexible, por lo que resulta muy cómoda de llevar.
Dior. Precio: 29€
Una última propuesta para rendir homenaje a las divas del hip hop es este delineador de Clarins. Dibuja un trazo grueso, difumina con su pincel hacia el centro y luego aplica uno de los nuevos Lip confort oil en edición limitada para obtener tratamiento y brillo en un solo producto. Los sabores disponibles son cuatro inspirados en la holística. El favorito del momento es Refresh mint, porque revitaliza con hierbabuena y ,además, blanquea ópticamente la sonrisa.
Clarins. Precio: 24,50€
Berta Almagro: @balmagro
Imágenes: Cortesía de las firmas