No queremos que dejes de usar cremas, serums, contornos, exfoliantes y demás parafernalia cosmética, pero todo este arsenal de belleza que atesoras necesita un empujoncito. Alimentar tu piel desde dentro es de vital importancia si quieres potenciar los efectos de todos estos productos, y sobre todo, si deseas mejorar su salud. Una piel bien alimentada acumula menos toxinas, y por tanto luce más uniforme y con menos imperfecciones. Ahora la pregunta es ¿qué alimentos van a facilitarte esta tarea? Te adelantamos que no se trata de semillas de nombres impronunciables ni de superalimentos de moda. La lista de la compra habitual está llena de posibilidades para mejorar tu piel Toma Nota: - Espinacas: Sí, no sólo son aliadas de tus dietas, sino que su alto contenido en antioxidantes -gracias a las vitaminas C, E y al betacaroteno que contienen, pues no sólo las zanahorias lo incorporan- es perfecto para luchar contra las arrugas y contra la agresión de los rayos solares. Además de utilizar un buen protector solar, si potencias su efecto desde dentro, el resultado será de diez. - Frutos silvestres: Empieza a llenar tu nevera de frambuesas, arándanos, fresas y grosellas, porque pueden hacer mucho por ti. Estos pequeños tesoros favorecen la producción de colágeno natural, y eso se traduce en una piel tonificada y redensificada. Combatir la flacidez es una de las claves para que el paso del tiempo no cause estragos en tu rostro, y con estos frutos será pan comido. - Almendras: Además de favorecer tu salud cardíaca gracias a su alto contenido en flavonoides, las almendras son una fuente de vitamina E, justo lo que necesitas para nutrir tu piel desde dentro y evitar que pierda elasticidad. Así lucharás contra el temido descolgamiento facial. - Tomate: El milagro que se halla dentro del tomate se llama licopeno. ¿Quieres saber por qué? El licopeno consigue retrasar el envejecimiento de tu piel gracias a su elevado nivel de antioxidantes, pero además es perfecto para eliminar manchas de la piel, combatir el acné, la psoriasis y ayudar a las pieles atópicas. - Yogur: Los efectos del yogur en la piel empiezan con el proceso de digestión. Al arrastrar toxinas del organismo y facilitar su eliminación, hace que tu piel se limpie desde dentro. Su elevado contenido en vitamina B consigue combatir infecciones, por lo tanto es perfecto para prevenir brotes de acné, y el ácido láctico tiene propiedades exfoliantes y de regeneración cutánea. Tú decides si te lo comes o te lo pones directamente en la cara a modo de mascarilla. No pases por alto el poder de estos alimentos.   Arancha Gamo