Si la genética te ha bendecido con unas pestañas de avestruz este artículo te parecerá banal e innecesario. Si por el contrario te peleas con ellas a diario para que cojan algo de curvatura y espesor, es decir, si tus pestañas naturalmente languidecen como un sombrajo de brezo, tenemos dos palabras que probablemente llamen tu atención: spider lashes. Esta tendencia tuvo su apogeo en los años 60, cuando modelos como Twiggy o Jane Shrimpton pusieron en la onda este maquillaje de ojos que simulaba el de una muñeca. Era la época en la que el trabajo del maquillador y el estilista estaba incluido en las tareas de las modelos contratadas para la sesión. Ellas mismas interpretaban las tendencias de la calle mediante la aplicación sin mesura de eyeliner, pestañas postizas y máscara para conseguir ese efecto artificioso que maximizaba la expresividad de sus ojos.   Flashforward hasta el presente, momento en el que seguro te haya impactado la visión de las pestañas XXL de Kim Kardashian, JLo o Zooey Deschanel en algún evento: larguísimas, rizadas abruptamente hasta conseguir una verticalidad casi irreal y pulcramente definidas como si fueran las patitas de una araña. ¿Cómo conseguir este efecto y adaptarlo al día a día? Sigue leyendo... La edición limitada del rizador de pestañas personalizado por Karl Lagerfeld con la imagen de su inseparable Shupette voló de las tiendas. Partiremos de la materia prima au naturel y confiaremos en las bondades de un rizador de pestañas. Sí, ese artilugio que miras como si fuera una intrincada tortura de la Inquisición debe ser (si no lo es ya) un im-pres-cin-di-ble de tu neceser. Elige uno con gomas flexibles y redondeadas, como el de Shu Uemura, para que no debilite las pestañas y la curva que dibuje sea más o menos natural y armónica. Aplica una primera pulsión en la raíz de las pestañas, suelta y vuelve a realizarla a mitad de la longitud de la pestaña. De esta forma la pestaña debería levantarse mágicamente, pero si necesitas reforzar el efecto, puedes aplicar una última pulsión en la punta de la pestaña. Después, aplica una pre-base tomándote tu tiempo, repartiendo bien el producto y trabajándola en zigzag a lo largo de toda la pestaña.   Después de dejar secar el producto, aplica un par de capas de la máscara elegida con un intervalo de un minuto o dos entre cada una. A continuación, te hacemos algunas recomendaciones clásicas para conseguir un resultado dramático...   El bonus track es opcional, pero muy recomendable para aportar un aire divertido: aplicar pestañas completas (elígelas agrupadas en pequeños conjuntos) o bien grupos individuales, colocados unos pocos milímetros uno de otro. Para integrarlas con las propias, una vez seco el pegamento, re-aplica máscara con cuidado y... ¡Lista para marcarte un momento Boop-boop-de-doop-oop!     Berta Almagro