El director de los sueños. Gracias, DAVID LYNCH

Director de grandes iconos del cine como «The Elephant Man», «Blue Velvet», «Mulholland Drive» o la revolucionaria «Twin Peaks», hacemos una retrospectiva del trabajo de David Lynch tras su fallecimiento.

«El cine es el sonido y la imagen fluyendo juntos en el tiempo».

Hay pocos directores en la historia que han dejado su huella en la historia del cine como lo ha hecho David Lynch. Pues en un mundo donde hacer cualquier historia mínimamente arriesgada podría significar millones de dólares perdidos para los productores o donde experimentar podría acabar con carreras enteras, es difícil entender cómo alguien como Lynch no solo consiguió hacer cine, sino que también logró cambiarlo. El Luis Buñuel de nuestro tiempo será estudiado hasta que deje de brillar la última luz del último proyector de vídeo del último cine de la Tierra, y por eso te damos las gracias.

«David Lynch: The Art Life» (2016)
«David Lynch: The Art Life» (2016)

Muere David Lynch, el director de los sueños

David Lynch irrumpió en la escena por primera vez con el largometraje «Eraserhead», después de haber terminado cuatro cortometrajes: «Six Men Getting Sick» (1966), «The Alphabet» (1968), «The Grandmother» (1970) y «The Amputee» (1974). Trabajos que ya mostraban su inclinación por temas oscuros y surrealistas, explorando el subconsciente humano y utilizando efectos visuales y sonoros experimentales que, posteriormente, se convirtieron en sellos distintivos de su estilo.

«Eraserhead» (1977)
«Eraserhead» (1977)

Comenzó la producción de su largometraje en 1971 mientras aún estudiaba en el American Film Institute (AFI) y la película no tardó, una vez estrenada en 1977, (las cosas buenas tardan su tiempo), en obtener el estatus de culto. Hasta el famosísimo escritor Charles Bukowski la mencionaba como una de sus películas favoritas, mucho antes de que el nombre de Lynch resonara en las escuelas de cine de todo el mundo. Una joya surrealista de terror que empezaría una larga carrera de exploración de lo que a él más le permitía trabajar: los sueños.

«Blue Velvet» (1996)
«Blue Velvet» (1986)

Muchos paralelos se han intentado identificar entre el surrealista mundo de los sueños dirigidos de Lynch y su infancia. Pero lo cierto es que, para él, había tenido una de lo más normal. David Keith Lynch nació el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana, en una familia de clase media. Su padre, Donald Walton Lynch, trabajaba como científico agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, mientras que su madre, Edwina Sundholm, era profesora de inglés. Por supuesto, los paisajes suburbanos de «Twin Peaks» o «Blue Velvet» se podrían encontrar perfectamente en Missoula. Pero cuando alguien intentaba señalarlo, curioseando sobre sus influencias, él solo respondía con un rotundo: «No. Solo Filadelfia», donde decía que había vivido muchas de las dinámicas que insertaba directamente en sus películas.

«Twin Peaks» (1990)
«Twin Peaks» (1990)

Lo que sí tenía, desde muy pequeño, era una fascinación por el mundo de la pintura. David Lynch había inicialmente intentado dedicarse puramente al mundo de las artes plásticas, comenzando sus estudios en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston antes de ingresar en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania (PAFA) en Filadelfia, creando obras que muestran una clara inspiración de artistas como Francis Bacon o Edward Hopper. Una noche, pintando en su pequeño cuarto, se dio cuenta de lo que pronto sería su verdadera llamada con una visión de grandeza. «Me encontraba a medio pintar un cuadro de un jardín por la noche. Había mucho negro y plantas verdes que emergían de la oscuridad. De pronto, las plantas empezaron a moverse y oí el viento. ¡No iba drogado! Pensé que aquello era fantástico y comencé a preguntarme si el cine podía ser un modo de dar movimiento a la pintura», sentenció.

«Mulholland Drive» (2001)
«Mulholland Drive» (2001)

El proceso creativo de Lynch empezaba siempre en los interiores de su cabeza. Lynch usaba la llamada Meditación Trascendental para inspirarse, una técnica creada por el maestro Maharishi Mahesh Yogi, que consiste en la repetición silenciosa de un mantra personal, dado por un instructor capacitado. Se practica dos veces al día durante unos 20 minutos por sesión y, como él mismo decía, es «no intrusiva, que no crea estrés en el cerebro». 

Lynch usaba la MT para poder crear un estado de profunda tranquilidad en la que cazar ideas. Así, él esperaba hasta llegar a un estado de «consciencia pura» desde donde podía examinar o generar sus ideas. Como sacadas de un sueño aún no generado, David Lynch no juzgaba sus ideas, no cambiaba sus sueños para intentar hacerlos digestibles para nadie. Muchas veces él ni siquiera sabía exactamente lo que estaba haciendo, solo que le hacía sentir una emoción fortísima, y eso le tendría que bastar.

Inland Empire (2006)
Inland Empire (2006)

De la misma manera que un pintor no espera que nadie entienda la totalidad de sus decisiones, Lynch no lo esperaba tampoco. Sus películas estaban hechas para que tú las completaras con tu interpretación, sacada de tu propio subconsciente. Él no pensaba siquiera que las películas tuvieran que tener sentido. «Es mejor no saber mucho sobre lo que significan las cosas o cómo pueden interpretarse, o tendrás demasiado miedo para dejar que las cosas sigan sucediendo». Creía que el lenguaje primordial del subconsciente eran las imágenes y el sonido, no las palabras. Creía que las películas podían tener el mismo efecto que tenía la vida cuando eras apenas un niño y no entendías por qué esa experiencia que no podías ni definir te provocaba terror o por qué ese lugar en la casa de tus abuelos te hacía inflar con amor, simplemente lo hacía. Eso es el cine de Lynch, muchas veces indefinible, pero siempre impresionante.

Su legado trasciende las convenciones narrativas del cine, inspirando a generaciones de cineastas a explorar los rincones más profundos de su subconsciente, sin miedo y sin disculpa. Sin duda, es un buen momento para revisitar su filmografía. 

 

Adrián Sánchez

Imágenes: Fotogramas oficiales de las películas

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