Lolita 111000 presenta su primer SOLO Show en Madrid y desde Vanidad asistimos a su inauguración para descubrir todo lo que se esconde detrás de ‘Forever seeking your intuition’.
Imagen: Cortesía de JVV
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Lolita 111000 presenta su primer SOLO Show en Madrid y desde Vanidad asistimos a su inauguración para descubrir todo lo que se esconde detrás de ‘Forever seeking your intuition’.
Mi práctica en su mayoría es verdad que es digital, nace de la foto y luego proceso la imagen con programas como Photoshop o cinema 4D, entonces creo que es justo que se me considere una artista digital. Sin embargo, también podríamos dejar de encasillarlo todo por las herramientas que utilizamos y simplemente llamarme artista.
La verdad es que cuando empecé a ser un avatar virtual, de alguna manera sabía que el metaverso era algo que iba a ocurrir. Me parecía que era la evolución natural de la texnolog así que veía un claro camino hacia ello. No me ha sorprendido nada. Ten en cuenta que, en cierta forma, gente como Hatsume Miku lleva años haciéndolo…
Creo que el fin del universo digital es que no haya distinción entre lo que es real y lo que es digital. Llegará un momento donde el render sea tan perfecto que se volverá imposible de distinguir.
Con la tecnología buscamos formas de amenizarnos o mejorar nuestra existencia, nos quita tiempo de estar perdiéndolo haciendo tareas completamente mecánicas por el momento, así que creo que toda la dirección va a ir por ese camino. Yo como artista solo espero que se tomen las mejores decisiones posibles…
La verdad es que solo busco reacciones sinceras. Me da igual que sean positivas o negativas… Para mí lo peor es que te dejen indiferente, con eso no puedo (risas).
En la naturaleza podemos ver múltiples especies que ayudan a otras especies inferiores a sobrevivir. Sin esto puede que ya se hubieran extinguido muchísimas más especies de las que ya han pasado por esta tragedia, y es el amor lo que las mantiene vivas. No en el sentido cursi de la palabra, sino en la capacidad de sentir amor de otras especies que hacen querer salvar o ayudar a estas otras.
En mis piezas siempre utilizo temáticas que rozan o están totalmente sumergidas en el amor de una forma u otra. Lo considero el motor más importante de la supervivencia para cualquier ser y además es totalmente biológico.
Mi trabajo no tendría sentido sin el amor que siento por la naturaleza. Cuando voy a un entorno natural se me cae la baba. Estoy callada y solo observo, entonces algo dentro de mí crece y siento admiración y una sensación un poco extraña de plenitud.
El instinto lo es todo, es nuestra base, nuestra verdadera esencia. Me imagino un mundo en silencio donde todo se dice con los ojos y el resto de los sentidos, donde el instinto te saca y creas tu conciencia basándote en él, sin una comunicación verbal.
El instinto es nuestro ser inminente, es verdad.
Es lo que me hace feliz. Digamos que disfruto con que, dentro de todo lo tecnológico que es mi proceso, haya estos cimientos de lo más primitivo.
A seguir investigando dentro y fuera de mí. Amo lo que hago y por eso tengo pensamientos obsesivos con mi trabajo y con quién soy. Eso me ha hecho seguir y seguir con mi visión sin parar, confiando en mí. Aparte, aunque no siempre lo haya hecho, nunca he tenido vergüenza de enseñarme artísticamente y siempre me ha dado igual lo que piensen los demás en ese aspecto.
Los veo como un proceso natural del trabajo y del amor por mí misma y por lo que hago. Cuando ocurre alguna cosa de estas me emociono mucho y trabajo aún más duro. Me da alas y confianza, pero al final lo más importante es ser todo lo honesta y compasiva que puedas.
En un futuro -no muy lejano- me gustaría exponer en las pantallas de Madison Square… Y, lógicamente, me encantaría dar el salto a algo como un Tate Modern pero claro, eso sí que ya lo veo a largo plazo (risas) larguísimo.
Anna Alarcón: @_annalarcon
Imágenes: Cortesía de JVV