«LA GUITARRA FLAMENCA DE YERAI CORTÉS» o el debut de C. Tangana como director de cine
Fotograma de «La Guitarra Flamenca de Yerai Cortés», de Antón Álvarez
Antón Álvarez, el hombre de los mil nombres (C. Tangana, Pucho, Crema…), ha dejado de llenar estadios y ahora llena salas de cine. «La guitarra flamenca de Yerai Cortés», su primera película, es la culpable.
C. Tangana lleva desde el éxito de «El Madrileño» trabajando en un proyecto sin precedentes en su carrera. Y es que, aunque el cine, cuenta Tangana, ha sido siempre una gran fuente de inspiración para él, después de ver «La guitarra flamenca de Yerai Cortés», desde Vanidad podemos afirmar que ahora también es, oficialmente, una disciplina artística más que domina el artista.
Esta película documental narra la vida pasada, presente y futura de Yerai Cortés, un joven músico que cautivó a Antón hace años en una fiesta. Su familia, su relación de pareja y su legado, funcionan como escenario en la cinta de hora y media que ya tiene dos nominaciones en los Premios Goya 2025 y que ganó la mención especial en el Festival de Cine de San Sebastián 2024. En Vanidad te contamos todo lo que necesitas saber sobre el debut de C. Tangana como director de cine:
Crítica de «La Guitarra Flamenca de Yerai Cortés», de Antón Álvarez
Como la mayoría de los espectadores, podríamos resumir la película de Antón en una frase: no te la esperas. Estaba claro que si una mente creativa como la de Tangana había puesto su mirada sobre Yerai, alguna razón de peso tenía que esconderse detrás… Sin embargo, ni él mismo se esperaba la que realmente habría.
«Me di cuenta de que los modernos lo trataban de moderno y los gitanos lotrataban de gitano», dice C. Tangana al inicio de la cinta, cuando explica cómo conoció a Yerai. La dualidad del joven guitarrista y su visión son, en esencia, la principal línea argumental de la película, pero justo cuando crees que esta va a ser la temática principal, otras muchas aparecen para sorprender al espectador y dotar de aún más sensibilidad la historia del joven artista.
La relación sentimental de Yerai con su novia Tania, que no pretende retratarse como una relación idílica, sino como una relación real que tiene sus luces y sus sombras. La separación de sus padres, que desemboca en una enemistad eterna. La creación de un álbum, de nuevas tradiciones, de una nueva imagen. La oportunidad de hacer lo que le gusta…
Todas estas historias se entrelazan en una narración brillante, a través de conversaciones, entrevistas y números musicales. Canciones y bailes hechos desde el corazón, con un arduo significado, completan la historia casi como si de un musical se tratase, haciéndonos replantear, inevitablemente, si siempre será la música lo que mueva a Pucho. Pues en cierta manera, suponemos que así será.
Ahora bien, cuando la verdad sale a la luz, descubrimos que, también siempre, habrá algo más detrás de las intenciones de Antón. Y es que esta cinta, rodada en analógico, no solo nos engatusa por sus texturas, colores y banda sonora. Nos engancha a través de sus conversaciones, en ocasiones tratadas con humor y muchas otras desde la tragedia.
La generosidad de Yerai y sus seres queridos brindándonos la posibilidad de acudir a un espacio tan íntimo en el que se revela el mayor dolor que una familia puede acoger es, sin duda, producto de una relación muy estrecha y de una gran oportunidad que no habría sido posible sin Antón.
No queremos destapar la verdadera historia que guarda «La guitarra flamenca de Yerai Cortés», pero no podemos evitar mencionar que, casi como si de una tragedia griega se tratase, la verdadera razón de contar esta historia nos ha dejado sin palabras.
C. Tangana tenía que contarla y, de nuevo gracias a su ambición desmedida, dejar sin palabras a aquellos que la juzguen.